El racismo, por desgracia, vuelve a copar demasiadas portadas en los medios de comunicación a nivel nacional. Las denuncias constantes de Vinicius, a debate casi a diario, han dado paso a situaciones como la vivida por el portero del Rayo Majadahonda, Cheikh Sarr, que saltaba a la grada en su encuentro ante el Sestao tras escuchar insultos sobre su color de piel.
En Soria hay que remontarse a 2020 y a la denuncia de Edipo Rodríguez, ex jugador del Almazán, que en su momento relataba que tuvo que escuchar una serie de improperios por parte de un rival del Virgen del Camino. Afortunadamente no ha habido más casos (al menos en los que se haya puesto el foco), pero la situación invita a pensar en que podría pasarle a cualquiera.
Ahora El Día de Soria aborda este grave problema con dos jugadores. Ebrahima Sidibeh, 'Ebri', del propio Almazán lamenta todo lo que está ocurriendo. «Por desgracia se viene repitiendo más de lo que nos gustaría», explica. Por su parte, Mahamadou Juwara, juvenil del CD Calasanz, piensa exactamente lo mismo. «Se debería acabar ya con esto», sentencia con contundencia. Ambos jugadores cuentan ahora todo lo que piensan.
Vivencias. Ebrahima Sidibeh, 'Ebri' ha sido durante muchos años una de los jóvenes promesas del Numancia. Tras fichar por el Almazán, hace repaso a sus 23 años, a una trayectoria en la que, comenta, no ha tenido que vivir en primera persona episodios racistas. «Gracias a Dios no lo he sufrido, pero sí sé de compañeros que les ha tocado», explica. «Eso merma mentalmente porque lo que quieres es disfrutar y jugar al fútbol», detalla.
El soriano se moja. «Lo típico, son insultos como mono, negro o sonidos», desvela. «Conozco gente que lo ha pasado mal, no entiendo que siga sucediendo», añade. «Soy afortunado por no sufrirlo y espero que nunca tenga que vivir algo así», cuenta.
Lo que espera a raíz de todo lo que se está viendo es contundencia. «Las sanciones deben ser duras», anhela. También reconoce que es complicado reducirlo a cero. «Controlar a todo un estadio es complicado, se intenta evitar, pero es muy difícil», reconoce. «Las soluciones pueden ir también con, por ejemplo, sanciones al club para que aplique medidas», finaliza.
No tiene problema en decir lo que piensa sobre Vinicius y las diferentes situaciones que vive. «Yo creo que es un cúmulo de cosas que llega un momento que tienen que explotar cuando no puedes más», asegura.
Visión. Aunque solo tiene 18 años, Mahamadou Juwara, juvenil del CD Calasanz, tiene muy clara su visión sobre los episodios racistas recientes. «Me parece algo que está bastante mal, es una forma de hacer que los jugadores no disfruten del fútbol", explica. «No te afecta solo a ti, sino también a tus seres queridos, amigos y a tu propio club», detalla.
La solución para el futbolista soriano pasa por imponer sanciones mucho más duras. «Los aficionados no tienen derecho a ir un estadio a hacer eso», lamenta. «He tenido la suerte que donde he ido a jugar se me ha tratado bien, pero cuando veo esas cosas me produce tristeza», cuenta el joven. «Son unos pocos, pero si no se para puede que algún día me pueda tocar a mí», advierte.
Soria vive desde la lejanía los episodios racistas más mediáticos, pero con estos testimonios esperan concienciar a la sociedad para intentar que algún día no se tenga que hablar de una lacra como el racismo.