'Puntadas invisibles' nacidas en el Campus de Soria

Sonia Almoguera
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Lidia Sanz, Susana Gómez, Eduardo Esteban y Juan R. Coca han hecho más accesible con este «toque» gráfico, a través del cómic, su investigación sobre la mujer en el medio rural

'Puntadas invisibles' nacidas en el Campus de Soria - Foto: E.G.M

Mujeres empresarias, inmigrantes, con hijos con discapacidad... Mujeres de muchos tipos, en plural, cada una con «su realidad y su idiosincrasia». Mujeres auténticas, de pueblo. Todas ellas son, en realidad, el motor de los núcleos rurales sorianos. A ellas se han dedicado muchos estudios, pero un nuevo proyecto, Puntadas invisibles, trasciende lo académico y encara «con otro toque», en forma de novela gráfica, un medio con el que se busca romper esos «áridos» terrenos de la investigación universitaria para hacerla «mucho más accesible». Publicado por Dibbuks, el cómic documental ya está a la venta en formato digital y en papel a través de este sello editorial en algunos puntos de venta on-line y físicos.

Puntadas invisibles es un proyecto del Campus Universitario Duques de Soria financiado a través de la Fundación de la Universidad de Valladolid en colaboración con la Junta de Castilla y León para llevar a   cabo «pruebas de concepto» ligadas a proyectos de investigación académica. El equipo conformado por Lidia Sanz, Susana Gómez, Juan R. Coca y el ilustrador Eduardo Esteban tuvieron la idea de traducir al mundo gráfico y pedagógico toda la investigación que se había llevado a cabo previamente. «Contamos con el apoyo de los grupos de acción local de la provincia, del proyecto Estrategia mujer, hicimos grupos de discusión con alumnos que procedían de pueblos de la provincia», explica la socióloga Lidia Sanz. 

También organizaron mesas de trabajo con mujeres rurales en localidades como Ólvega o San Pedro Manrique. Juan R. Coca, que ya tenía experiencia en proyectos similares, se encargó de la guionización de todos los datos recabados. En un ejercicio de metalenguaje y, al mismo tiempo, con el objetivo de plasmar el proceso de investigación académico, se decidió que el hilo conductor de la historia fuera una joven universitaria que realizaba su tesis doctoral precisamente sobre ese tema. A lo largo de su investigación, la joven se irá topando con la problemática y la realidad de la mujer soriana y, por ende, de la que vive en otros territorios de la España Vaciada en cuestiones como la sanidad, la educación o el ámbito laboral. Ha habido que resumir, sintetizar muchos perfiles y muchas situaciones que viven las mujeres del medio rural, ofrecer pequeñas pinceladas, pero la esencia de su problemática ha quedado plasmada en 90 páginas de viñetas.

Por supuesto, añade Susana Gómez, la publicación busca reivindicar con todas la letras (y dibujos) a la mujer de pueblo. Realmente, puntualiza Sanz, «son las dinamizadoras. Las que se mueven». Sin embargo, dentro de este retrato de la realidad social que viven las mujeres en poblaciones rurales, el objetivo era también plantear su realidad y los  retos y desafíos a los que se enfrentan. «Queríamos hacer algo realista. Ni en plan truculento como en la película As bestas, ni edulcorando la vida en el medio rural con una visión idílica y un poco condescendiente», añade Gómez.

Ese realismo se palpa también en las ilustraciones de Eduardo Esteban en las que ha plasmado también la cotidianidad soriana en las tonalidades ocres y tierra tan características de Soria. Con el detallismo que caracteriza sus obras, las ilustraciones para esta novela gráfica en la que ha invertido más de 400 horas de trabajo, están también plagadas de paisajes muy reconocibles de la provincia y personas de su entorno. «He metido mucho de la provincia, de la ciudad y de personas muy cercanas», añade, como su madre, su hermana o su mujer. En el fondo, insiste, esta novela gráfica va de «cosas cotidianas». De hecho, muchas de esas Puntadas invisibles  también proceden de sus propias vivencias personales y las de Lidia Sanz en pueblos de la provincia. «Yo viví en uno de ellos y me encontré con situaciones buenas y otras no tanto», relata Gómez.

formato atractivo. El formato gráfico es, sin duda, un elemento añadido a la hora de difundir este trabajo de investigación universitaria. Por supuesto, insiste Gómez, es una forma de «no quedarse en lo académico» que hace más accesible  este tipo de trabajos a alumnos y a la propia sociedad en general. 

El propio proceso de trabajo de este proyecto ha sido, como destaca Lidia Sanz, un bonito «aprendizaje» que abre nuevos caminos.