Isabel Gramesón fue una mujer tremendamente valerosa. Por desgracia, su vida se vio tremendamente eclipsada por las grandes expediciones científicas del siglo XVIII, una época en la que los hombres escribían la Historia.
Pero la periodista e historiadora Alicia Vallina se ha puesto como objetivo «dar voz» a esas grandes olvidadas. Y lo hace con La criolla del Amazonas (Plaza & Janés), una trepidante novela histórica que descubre a la primera mujer que recorrió la Amazonía ecuatoriana desde los Andes peruanos hasta la desembocadura en el Océano Atlántico. Una hazaña inigualable con la que demostró su amor y su inagotable espíritu de superación.
Cuando en 1740 se desmanteló la expedición de la que formaba parte su marido, Jean Godin des Odonnais, cuyo objetivo era calcular la longitud del meridiano terrestre en Ecuador, Isabel tomó la decisión más arriesgada de su vida: partir en busca de su esposo atravesando el mayor río del mundo. Acompañada por una comitiva de indígenas y parte de su propia familia, protagonizó una lucha por la supervivencia en uno de los lugares más hostiles del mundo.
A través de las páginas de la que es su segunda novela, la autora narra la trayectoria vital de una criolla de alto estatus, que sabía hablar varios idiomas, con multitud de inquietudes y que desde pequeña se hacía planteamientos bastante inusuales para una época en la que de las mujeres se esperaba que cumpliesen con su función de convertirse en esposas y madres.
Isabel no fue ninguna excepción y también cumplió con su rol. Con solo 14 años, conoció a su marido -este a punto de cumplir los 29-, del que se enamoró perdidamente, y ambos se casaron única y exclusivamente por amor. Fue precisamente el amor una de las principales razones por la que la protagonista emprendió su aventura en 1769, pero no la única, como afirma Vallina, que anima a los lectores a descubrir el resto en su libro.
La historia llegó por primera vez a su vida a través de las cartas que el propio Jean Godin envió al geógrafo Charles Marie de La Condamine. «No es una información de primera mano, puesto que solo la ha vivido ella y por eso ha habido que novelar gran parte de la historia», cuenta la escritora.
Revela que documentarse es una parte «muy divertida e interesante, que permite conocer situaciones y ámbitos increíbles», como el que le permitió precisamente viajar a la Amazonía ecuatoriana, donde pudo conocer de primera mano las tradiciones y el modo de vida de sus gentes.
La parte de escribir y novelar la historia, según reconoce, es más costosa, aunque «tremendamente gratificante si los lectores comprenden a los personajes».
«Los diálogos están novelados, pero de lo que no cabe ninguna duda es de que Isabel fue una mujer poderosa, valiente y decidida para emprender una hazaña de tal magnitud», destaca.
Vallina quiere seguir escribiendo sobre grandes personajes femeninos de la Historia. De hecho, ya la hizo con su primera novela, Hija del mar (2021), sobre la mujer que se hizo pasar por hombre para ingresar en la Armada Española 1793. «Es de Justicia dar voz a estas grandes olvidadas de la Historia, mujeres corrientes como cualquiera de nosotras, que en un momento dado toman una decisión que hace que su vida cambie radicalmente y se conviertan en heroínas», detalla.