El EDUSI concluye con el trinquete como asignatura pendiente

S.Almoguera
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Tras siete años de actuaciones, el Consistorio soriano ultima el remate de este proyecto muy valorado por los vecinos de San Pedro

El EDUSI concluye con el trinquete como asignatura pendiente - Foto: E.G.M Eugenio Gutiérrez Martínez

La idea original era insuflar nueva vida al Casco Viejo, pero en la práctica, el proyecto Soria Intramuros, la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI), ha terminado también por 'dar la vuelta' a la propia capital soriana gracias a una inyección de alrededor de 10 millones de euros cofinanciados al 50% por fondos Feder de la Unión Europea y el Ayuntamiento de la capital. Desde que comenzó a gestarse en 2015, con el diseño de las actuaciones y la redacción de proyecto, hasta su finalización, prevista para el próximo 31 de diciembre, Soria Intramuros ha tratado de dar respuesta a los problemas que aquejaban a esta céntrica zona de la capital marcada por la falta de población y un vecindario muy envejecido, la decadencia económica y de falta de tejido comercial, junto con la falta de infraestructuras y la degradación de un entorno. La concejala de Obras y Servicios en el Ayuntamiento de Soria, Ana Alegre, pone en valor el trabajo realizado por los técnicos que, a lo largo de estos años, han contribuido a sacar adelante las actuaciones previstas: «Aparejadores, las arquitectas, el personal de servicios económicos han trabajado para conseguir llegar a certificar toda la ayuda», destaca la edil. A falta de que se realice el balance de situación a finales de año (el período de ejecución concluye este 31 de diciembre), el Consistorio logrará certificar probablemente más del 72% del importe de las actuaciones seleccionadas.

Aunque queda la 'espinita' del antiguo trinquete, el proyecto a través del que se crearán 12 viviendas y dos locales comerciales junto a la restauración del histórico frontón cubierto de este edificio de la calle Zapatería y la apertura de una zona de encuentro social. A finales de este mes expira el plazo de ejecución de las obras y, obviamente, reconoce Alegre, «no va a estar acabado al 100%». A pesar de que en estas últimas semanas la empresa adjudicataria ha logrado dar un importante avance a la estructura, distintos avatares administrativos y técnicos retrasaron las obras en sus inicios. No obstante, el Consistorio sigue pendiente de si, en este caso, se puede autorizar alguna prórroga. En caso contrario, se certificará todo lo que sea posible.

En el año 2022 ya estaban en marcha el 72% de las acciones incluidas en este plan, aunque sólo se había certificado el 27% de ellas, unos 2,66 millones de euros. Durante el pasado ejercicio anual se tramitaron nueve contratos nuevos que alcanzaron un importe de 5,19 millones de euros. Este fuerte ritmo continuó a lo largo de 2023 con seis adjudicaciones (la última este mismo 18 de diciembre) que sumaron un importe de 3.082.640. En total, en estas dos anualidades la inversión movilizada se ha elevado a algo más de 8,1 millones de euros, superando el 80% del importe total del programa de cofinanciación europea. Entre ellos la adquisición de 23 equipos informáticos  (36.743,45 euros), las obras de consolidación y restauración de la muralla de Soria en el tramo del Mirón (431.187 euros), la recuperación del antiguo trinquete y la construcción de 12 viviendas en su parte edificable ((2.129.551 euros), la sustitución de la carpintería exterior y de la pérgola bioclimática de la azotea del Centro Cultural Palacio de la Audiencia (130.382 euros), la segunda fase de rehabilitación del espacio cultural de las ruinas de San Nicolás ((310.782 euros) o el plan de comunicación y difusión del propio EDUSI (43.995 euros).

Sin embargo, costó arrancar el programa. En mayo de 2019 sólo estaba seleccionado el 20% del proyecto total y contratado sólo el 7,3% del mismo.  Únicamente se habían iniciado los proyectos de modernización electrónica del Ayuntamiento y puesto en marcha el reacondicionamiento del centro TIC de La Presentación. Aunque se había ejecutado un proyecto que se ha revelado como fundamental en el modelo de desarrollo de la capital soriana: el plan director de la muralla de Soria. También se habían concluido ya la mejora de la accesibilidad de la calle Calixto Pereda, entre otras actuaciones. Marta Cáceres, concejala de Educación, Empleo, Formación y Programadas Europeos en el Consistorio soriano entre 2015 y 2019, fue la encargada de poner en marcha esta «carta a los Reyes Magos», una actuación que, hoy, muchos años después de dejar la política, considera que se encaró «pensando que no era imposible», apostando a lo grande, «metiendo 16 actuaciones frente a las cinco de otras ciudades más grandes. Muchas creían que se nos había ido la pinza», comenta con sentido del humor. 

Pero lo cierto es que Soria Intramuros obtuvo una de las mejores puntuaciones de Castilla y León dentro de la categoría en la que concurría por población, obteniendo finalmente el máximo de financiación concedida, el 50% de la Unión Europea. Muchas otras ciudades se quedaron fuera, recuerda Cáceres. A nivel regional en la primera convocatoria, sólo Palencia consiguió fondos, pero sólo con una cofinanciación del 38%.

El programa de actuación nació con un planteamiento «integrador» buscando reactivar el área degradada que se encontraba en la zona de influencia de la antigua muralla al tiempo que trataba de conectarla con la zona más moderna de la ciudad y el  paisaje natural del río Duero. Las acciones de revitalización del Casco Viejo se enfocaron principalmente desde el ámbito patrimonial (la subvención sólo podía dirigirse a inmuebles o espacios de propiedad pública) con tres ejes principales: el medio ambiente, la cultura y la economía social. 

PARTICIPACIÓN MUCHOS «IMPUTS»

Había «mucha concurrencia» y competencia entre las localidades deseosas de hacerse con una parte del pastel de estos fondos Feder, unos de los más jugosos hasta esa fecha. El objetivo de Soria era conseguir encajar «lo que nosotros necesitábamos con lo que nos pedían desde Europa», un «trabajo de hormiguitas», el «imput de mucha gente, cada una en su área» en el que la clave fue encontrar la narrativa perfecta. Lo primero fue acotar la zona en la que desarrollar los objetivos de desarrollo sostenible que marcaban las bases de la convocatoria de ayudas comunitarias y, en este sentido, apunta Cáceres, «todos los ojos miraban al Casco Viejo», una zona de la ciudad muy degradada que se llevaba tiempo tratando de revitalizar sin éxito. El objetivo era poder materializar todos aquellos proyectos que «por distintos avatares políticos o falta de financiación se habían quedado sin padre ni madre». Era también preciso dar «un sentido» a todo ello y ahí, asegura Cáceres, fue providencial la labor del topógrafo del Ayuntamiento de Soria, «Villanueva, una persona que tiene en la cabeza el mapa de Soria», asegura. A él le pidió que le marcara en un mapa todos los proyectos sin hacer que habían recopilado y que después le dibujara el perímetro de la antigua muralla medieval. «Todos estaban dentro», señala. 

De ahí nació, además del nombre del proyecto, esa «narrativa» que permitía encajar todas las actuaciones y darles un sentido unitario en la rehabilitación de un entorno degradado que había quedado desconectado de la Soria más moderna. Fue también un documento consensuado con una muy amplia participación de muchos otros colectivos sociales. Cáceres recuerda con mucho cariño cómo asociaciones de vecinos de otros barrios también quisieron colaborar en el proyecto aportando sus ideas convencidas de que «ya le tocaba al Casco Viejo». Pero también otras agrupaciones quisieron poner su granito de arena, como la Escuela de Arte y Superior de Diseño, que dedicó unas jornadas a la zona de intervención e hizo «cosas muy bonitas», o los participantes de otro programa europeo dirigido a jóvenes talentos sorianos, el Transforming your city, «que aportaron ideas maravillosas» entre las que destacó la creación de un centro de coworking que comenzó su andadura en 2021 en la calle Zapatería.

Hasta el complicado acuerdo de los grupos políticos fue posible en este caso. Todas las iniciativas vinculadas al inicio del programa fueron aprobadas por unanimidad, subraya. La dificultad, no obstante, fue poner en marcha un proyecto de tanta envergadura en un Ayuntamiento que hasta esa fecha no había trabajado antes de manera transversal. De hecho, asegura Ana Alegre, actual concejala de Obras y Servicios en el Consistorio, el EDUSI fue un aprendizaje, en este sentido, para ejecutar otras iniciativas europeas futuras como los fondos Next.

DIFICULTADES EMPEZAR DE CERO

Los inicios de Soria Intramuros fueron, asegura Cáceres, «lo más duro». Poner en marcha toda una «estructura transversal costó mucho», empezando por la propia dotación de personal. Además, hasta la llegada de los fondos económicos para empezar a ejecutar los primeros proyectos era necesario seguir generando «un estamos aquí», continuar avivando una expectación en torno al Casco Viejo, ponerlo de moda. «Teníamos que dar sensación de que eso se movía aunque no se moviera», rememora Cáceres. Sin embargo, ese 'ruido' dio sus frutos. La iniciativa para revitalizar el comercio y la actividad empresarial en el Casco Viejo creando un censo de locales vacíos disponibles y organizando reuniones entre propietarios y potenciales emprendedores consiguió poner en marcha algunos negocios. «Algunos cerraron con la pandemia, pero otros siguen abiertos y es una alegría verlos cuando paso por allí», comenta emocionada Marta Cáceres. Es el mismo entusiasmo que le asalta cuando contempla, ocho años después, el resultado de muchos de los proyectos del EDUSI que ya son una realidad. «Lo veo como una espectadora [Cáceres dejó la política tras una única legislatura como concejala], pero me hace mucha ilusión ver la muralla, ver San Nicolás, ver que todo va teniendo una realidad», añade. Soria Intramuros ha sido verdaderamente para ella «la carta a los Reyes Magos que al final te traen». 

Para la responsable municipal de Obras y Servicios, Ana Alegre, este programa europeo ha supuesto «un avance para la ciudad» que hubiera sido muy complicado alcanzar «con financiación propia». Las dificultades eso sí, han sido muchas, empezando por la propia duración del programa que ha motivado que algunos proyectos incluidos en un primer momento fueran acoplándose a las circunstancias que se presentaban a lo largo de los siete años de duración del programa. «Era un proyecto bien bonito y hemos sabido adaptarnos, pero siempre siguiendo esas líneas transversales que marcaba» el documento original, expone Alegre. Las dificultades para llevar a cabo las actuaciones de turismo inteligente (smart turismo) propiciaron que se aprovecharan los fondos en cuestiones como la mejora de la eficiencia energética del Centro Cultural Palacio de la Audiencia o acciones dirigidas a potenciar las competencias digitales o a renovar propios equipos informáticos municipales. 

A la vista de los resultados, asegura la responsable municipal de Obras y Servicios, se han logrado acometer proyectos «que la ciudad necesitaba», algunos de ellos, como la rehabilitación de la propia muralla, incluso han rebasado la propia trascendencia del EDUSI y han vertebrado en torno a sí nuevas iniciativas que siguen revitalizando y embelleciendo la Soria Intramuros. Pero, ¿qué opinan los vecinos de la zona? «Está quedando todo muy bien y se han hecho muchas cosas», asegura el presidente de la Asociación de Vecinos de San Pedro. En su opinión el barrio ha dado «un cambio muy grande», que era justo lo que necesitaba después de décadas de abandono. 

Más allá de que San Pedro se haya puesto de moda en estos años, queda pendiente, eso sí, revertir la despoblación que sufre con la implantación de nuevos moradores. Pero, como reconoce Gonzalo, es un problema de difícil solución a corto plazo. «Falta vivienda». Sin embargo, confía en que también la rehabilitación de las travesías desde el puente de piedra hasta la carretera de Logroño continúe mejorando la zona. «Merece la pena tener paciencia con las obras», concluye.