La atracción de talento joven al sector ganadero se convierte en estratégica ante «la gran jubilación» en el campo. Así se ha evidenciado en el contexto de una jornada de ámbito estatal organizada por COAG que ha reunido este lunes en Madrid a profesionales del sector provenientes de las diferentes comunidades autónomas para analizar los principales retos a lo que se enfrenta esta importante rama productiva.
Durante el evento, la organización agraria ha presentado un análisis elaborado por su Departamento de Ganadería sobre la foto real de los distintos subsectores, centrado especialmente en aspectos como el perfil de los jefes de explotación y su relación de con la tipología de las propias explotaciones. Del estudio se pueden extraer diversas conclusiones sobre diferentes aspectos del sector.
En cuanto al relevo generacional, es evidente que la ganadería en su conjunto se encuentra claramente envejecida. El 56% de los titulares de explotaciones están ya o entrarán en edad de jubilación durante la presente década. La retirada en masa de la generación del «baby boom» (95.000 ganaderos) es uno de los grandes retos a los que se enfrenta la ganadería española hoy en día. El análisis también demuestra que las personas con menos de 44 años se encuentran mayoritariamente en explotaciones de menos de 100 UGT (77%), es decir, en granjas de pequeño tamaño. De todos ellos el 66% se concentra en los subsectores de bovino de carne, ovino y caprino.
Respecto a diferenciación por sexos, se puede ver que la ganadería en su conjunto se encuentra notoriamente masculinizada, ya que un 70% de los jefes de explotación son hombres, por el 30% de mujeres. Mientras que ellas están más presentes en ganaderías mixtas con mayoría de herbívoros y de bovino mixta, donde un 41% de las explotaciones está liderado por mujeres, los hombres dominan claramente en las ganaderías dedicadas al porcino, en las que alcanzan un 81%. Al igual que ocurre con los jóvenes, las mujeres están más presentes en granjas de bovino de carne, ovino y caprino que en otros subsectores.
A tenor de los datos, Luis Pérez, coordinador de Juventudes Agrarias de COAG y joven ganadero de ovino en Cantabria, ha precisado que el ritmo de incorporaciones en nuestro país es claramente insuficiente para mantener la actividad. Un informe del Tribunal de Cuentas compara los datos de todos los países europeos (a excepción de Croacia), y coloca a nuestro país en el puesto 19 de 27 en ritmo de entrada de jóvenes al sector agroganadero, lo cual es grave teniendo en cuenta su peso, tanto económico como en términos de empleo.
«En un contexto geoestratégico muy complicado, en el que la seguridad y la soberanía alimentaria han dejado de darse por supuestas en Europa, el campo español reúne todos los ingredientes para liderar la producción de alimentos en la UE y ser el motor económico y social de nuestro medio rural. Menos burocracia, más apoyo real a los jóvenes que quieren dedicarse a la actividad ganadera, acceso a la tierra y una cadena alimentaria que reparta de forma justa el valor de los alimentos desde el campo a la mesa son las mejores garantías para consolidar un sector agroganadero rentable y, por ende, un relevo generacional sostenible. Gobierno y comunidades autónomas deben apostar por un modelo de ganadería con ganaderos en el campo», ha apuntado el coordinador de Juventudes Agrarias.
Por su parte, la ganadera zamorana Ángeles Santos, integrante más joven de la Comisión Ejecutiva estatal de COAG, ha afirmado que las políticas que se han aplicado hasta ahora han sido devastadoras para el medio rural, «empezando por la PAC y siguiendo por las políticas sociales. Para fomentar el relevo generacional, habría que mantener en los pueblos servicios sociales como la sanidad, la educación, el transporte o el acceso a las nuevas tecnologías. También dar valor al medio rural, a la labor de las personas que trabajamos aquí, porque parece que siempre se piensa en lo urbano. Necesitamos precios justos para nuestros productos, con fiscalidades favorecedoras que premien nuestra labor medioambiental, patrimonial y cultural. Aún hay mucho por lo que luchar y un gran número de mentalidades que cambiar», ha subrayado Ángeles.
Un problema compartido.
No es ningún consuelo, pero lo cierto es que la falta de relevo generacional no es un problema exclusivo de España, ya que el resto de la Unión Europea también lo sufre. El Parlamento Europeo calcula que la media de edad de agricultores y ganaderos supera los 65 años en territorio comunitario; de hecho, en 2020, el 57,6% de los administradores de explotaciones agroganaderas tenían al menos 55 años y solo el 12% era menor de 40. Por ello, el Parlamento Europeo aprobó una resolución hace apenas dos semanas para pedir a los estados miembros que adopten medidas para garantizar este relevo generacional y reduzcan las barreras que impiden el acceso de los jóvenes a este sector clave en la soberanía alimentaria europea. El Parlamento, en un debate previo a la aprobación de la resolución, denunció el alto precio y la baja disponibilidad de la tierra, por lo que solicitó a la Comisión Europea que impulse medidas para mejorar el funcionamiento de los mercados nacionales de tierras agrícolas y abordar la concentración y acaparamiento de tierras. También propuso a la Comisión crear un observatorio europeo sobre las tierras agrícolas que supervise las tendencias y los precios de la venta y el alquiler de los terrenos. Y es que actualmente los jóvenes agricultores y ganaderos tienen entre dos y tres veces más probabilidades de que se rechacen sus solicitudes de préstamo para iniciar o ampliar sus negocios que en otras profesiones.