Los beneficios empresariales y la generación de empleo permitieron al Estado seguir elevando sus ingresos tributarios en Soria en la primera mitad de 2024 hasta los 98,8 millones de euros, superando las cifras récord que se alcanzaron el año pasado, 88,3 millones de euros. Las estadísticas de la Agencia Tributaria actualizadas reflejan un crecimiento del 11,9% (lo que son 10,5 millones más), impulsado por el Impuesto de Sociedades, por el IRPF y por el IVA, entre otros, pero siendo estos tres apartados en grueso de la recaudación fiscal. El mayor incremento en esta primera parte del año corresponde a los impuestos especiales (15,2%) y el IRPF (13,4%), seguidos de Sociedades (12,6%) el Impuesto de Renta de No Residentes (11,5%) y el IVA (8,4%).
El concreto, el gravamen a la renta de las empresas creció un 12,6% de enero a junio del presente ejercicio, hasta los 6,4 millones de euros (5,5 en el mismo periodo de 2023). En Castilla y León, el impuesto de sociedades aumentó un 12,1%, hasta los 212 millones de euros, frente a los 5,5 millones del primer semestre del pasado ejercicio. Por su parte, el Impuesto de la Renta aumentó en la provincia de Soria un 13,4%, hasta los 41,3 millones de euros. Hace un año, por estas mismas fechas, el Estado había recaudado 36,4 millones de euros en este apartado. Por su parte, en la comunidad, este impuesto registró un incremento del 9,7%, hasta los 1.180 millones de euros, de enero a junio de este año.
51 MILLONES DE IVA
Pero el grueso de la recaudación del Ministerio de Hacienda se lo lleva el IVA, con un aumento en Soria del 8,4% hasta los 51 millones de euros que van a parar al Estado desde el consumo de bienes de los habitantes de la provincia, respecto de los 47 del mismo periodo del año pasado. En Castilla y León la subida es de un 1% en este apartado, hasta los 826 millones de euros.
La recaudación por el impuesto de la Renta a los no residentes creció un 11,7% hasta los 175.000 euros, frente a los 157.000 del mismo periodo de hace un año. En Castilla y León, este apartado alcanza los 12,1 millones de euros, con un incremento del 11,1%. Otro de los apartados, el del impuesto de Tráfico exterior, no tiene registros en Soria, mientras que en Castilla y León experimenta un incremento del 33,2% hasta los 20 millones de euros. Atendiendo a los ingresos fiscales, en impuestos especiales, en Soria la cifra es de -1,2 millones de euros, aunque se experimenta un crecimiento del 15,2% respecto a los -1,4 millones de euros en el primer semestre de 2023. En Castilla y León en este apartado no hay variación interanual, con -14,9 millones de euros.
Hay que destacar que la recaudación fiscal en Soria, como a nivel autonómico y nacional, batió récord en 2023, con 88,3 millones de euros en el primer semestre, tras los 63 de 2020, los 54,8 de 2015 y los 51,9 de 2010 en el mismo periodo del año, lo que supone en estos últimos 25 años un incremento del 47,4%, casi el doble, hasta los 98,8. En cuanto a los principales impuestos, el IVA ha pasado de los 22,3 millones de 2010, los 25,2 de 2015 y los 34,3 de 2020 a los 51 del presente ejercicio, lo que también supone un incremento del 56,1%, más del doble. El IRPF aportaba unos ingresos de 23,4 millones de euros en 2010 y ahora de 41,3, disparándose un 43,4% en el primer semestre. El Impuesto de Sociedades ha experimentado un bajón en cuanto a la recaudación, al pasar de 6,7 millones en 2010 a 4,6 en 2015 y 4,5 en 2020, aunque en 2024 se recupera con 6,4 millones de euros. En este apartado cabe destacar que en 2023 se pusieron en marcha varias rebajas fiscales para pymes y negocios tecnológicos o de reciente creación, que empieza a tener efectos este año.
año récord. En el cómputo total del año, en el pasado ejercicio se alcanzaron los 237,1 millones de ingresos fiscales del Estado en Soria, superando por primera vez los 200 millones en 2023, con 215 millones. La recaudación alcanzó los 183,8 millones en 2021 y los 174,2 millones en 2018. Desde el año 2010, con 131,6 millones, los ingresos fiscales del estado en la provincia de Soria han aumentado un 44,4%. Al IRPF corresponden 106,8 millones de euros, con un aumento del 3,8%; al IVA 92,6 millones, con una subida del 7,1%; y al Impuesto de Sociedades 38,5 millones de euros, registrando un incremento del 39,9%. En cuanto a otros impuestos, el de Renta a los No Residentes se cifró en 377.000 euros, un 97,4% más que en 2022; y los impuestos especiales -2,5 millones de euros, en negativo, aunque creciendo un 27,3%.
El Gobierno también alcanzó un nuevo récord de ingresos tributarios en Castilla y León, con 5.884 millones de euros el pasado ejercicio, una subida del 12,8%. La recaudación por IRPF ascendió a 3.060,14 millones de euros, un 8,4% más que en el año 2022. El IVA aportó a las arcas del Estado 1.647 millones, que representan una subida del 8,1%; y Sociedades recaudó 1.087,27 millones, con un espectacular aumento del 37,9%, reflejo de los ingentes beneficios empresariales.
Asimismo, los ingresos por el impuestos de la Renta a los No Residentes alcanzaron los 24,88 millones de euros, un 4,5% más que en 2022; y por Tráfico Exterior, 31,73 millones, con un aumento del 58,3%. Los Impuestos Especiales siguieron en negativo, con menos 12,28 millones, un mejor dato que los menos 19,79 de 2022.
A nivel nacional, la recaudación fiscal en España alcanzó en 2023 el récord de 271.935 millones de euros, un 6,4% y 16.500 millones más que lo recaudado en 2022. El Ministerio de Hacienda lo explica por «el aumento del empleo, de las subidas salariales y de pensiones, del incremento del tipo efectivo, de los crecimientos de las retenciones por rentas del capital mobiliario y de los pagos fraccionados de las empresas personales». Cuando se presentó el informe apuntaba que «el aumento de la recaudación se produjo en un contexto de progresiva moderación de la actividad, pero alto crecimiento en variables nominales».
PRESIÓN FISCAL
El aumento de la presión fiscal (tanto por ciento de ingresos por impuestos sobre el PIB) es un hecho y organismos oficiales como -IEE, Fedea, Consejo General de Economistas, OCDE o FMI- lo sitúan entre el 35% y el 54% de la factura fiscal completa. El aumento del 6,4% en 2023 fue la mitad del que tuvo lugar los dos años anteriores -superior al 15% en 2021 y al 14% en 2022- debido al impulso de la economía tras el parón de la pandemia y el refuerzo fiscal del Ejecutivo para hacer frente a los gastos extraordinarios derivados tanto por el Covid como por la guerra de Ucrania. La Agencia Tributaria explicó que los ingresos crecieron por el aumento de las bases, como las vinculadas a las rentas, además de por el aumento de más del 10% de impuestos directos (IRPF, Impuesto sobre Sociedades, Impuesto sobre la Renta de No Residentes, impuestos medioambientales y otros) y el aumento del 1,7% en la recaudación por impuestos indirectos, como el IVA e incluidas la tasas y otros ingresos. España es el país europeo en el que más sube la presión fiscal, según la Comisión Europea, y en 2022 se situó en el 38,4% (cinco puntos más que en 2012). Aunque la presión sobre el consumo es sustancialmente más baja que la media europea y de la OCDE, es más alta en cotizaciones sociales e impuestos directos.
La Fundación Civismo calcula que son 212 los días necesarios de renta familiar o trabajo (corresponden a siete meses) para pagar los tributos de obligado cumplimiento durante el presente año, habiendo incorporado todas las novedades fiscales relevantes hasta el mes de julio. Según su informe, la alta presión fiscal sobre las familias, en gran parte una consecuencia directa de la crisis sanitaria y económica, «parece haberse convertido en una característica permanente de la economía española». «La combinación de ingresos estancados y la creciente carga tributaria ha mantenido la presión fiscal en niveles elevados, afectando significativamente la economía doméstica», incide esta fundación.
Apunta que el estancamiento salarial en España durante más de una década «ha sido una causa significativa» del aumento de la presión fiscal sobre los ciudadanos y desde 2012 los salarios medios solo han aumentado un 3,4%, muy por debajo de otros países europeos como Alemania y la media europea. «Esta situación ha resultado en una mayor presión fiscal y una pérdida de poder adquisitivo, exacerbando las dificultades económicas de las familias españolas. Además, «la inflación afecta desproporcionadamente a los hogares de rentas bajas, incrementando el riesgo de pobreza al reducir su capacidad adquisitiva de manera significativa. A medida que los hogares destinan una mayor proporción de sus ingresos al consumo, el impacto de la inflación se magnifica, llegando incluso a anular completamente su capacidad de gasto o ahorro».
La deflactación del IRPF, según el informe, es «una herramienta fundamental para mantener la equidad tributaria frente al aumento del coste de vida» y también políticas fiscales adaptativas para proteger el poder adquisitivo de los contribuyentes, porque el aumento en la recaudación «refleja una presión fiscal creciente, a pesar de condiciones económicas cambiantes». Además, hay desigualdad entre comunidades.