Viaje en el tiempo a las edades de la capital soriana

S.Almoguera
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Gonzalo García Frías explica de forma amena y llena de curiosidades de los celtíberos al coronavirus en 'Una breve historia de Soria'

Viaje en el tiempo a las edades de la capital soriana

¿Sabía que Felipe II hizo noche en Soria en el año 1592 y que se hospedó en la conocida torre de doña Urraca? ¿Qué pasó realmente en el castillo de la capital soriana aquel día de 1256 en el que Alfonso X El Sabio y toda su corte se enfrentó a la conocida como Conjuración de Soria? ¿Qué ocurrió en la ciudad durante la Guerra de la Independencia contra la invasión napoleónica? ¿Cuál fue el papel del fuerte de Santa Clara en la primera guerra carlista? ¿Qué canción tocó la Banda Municipal por las calles de la capital al proclamarse la II República el 14 de abril de 1931? Todas éstas y otras muchas preguntas que pueden surgir caminando por las callesque aún guardan en sus nombres y en sus monumentos la huella del pasado encuentran respuesta en el libro Una breve historia de Soria, una obra del profesor del Instituto Politécnico Gonzalo García Frías que aborda la historia de la ciudad desde una perspectiva sencilla, asequible y, sobre todo, muy amena. 

Editado por Millán y Las Heras Ediciones, la publicación es el resultado, en realidad, de un episodio histórico reciente, la pandemia de coronavirus, y de un momento muy concreto de sus restrictivas medidas de prevención. «Surgió en el segundo confinamiento, en otoño del año 2020, en esos días de toque de queda a las 20.00 horas en el que pasábamos mucho tiempo en casa», comenta con sentido del humor García Frías. Sin embargo, su intención nunca fue la de escribir un libro. Al menos, no al principio. «Cayeron en mis manos unos cuantos ejemplares sobre la Guerra de la Independencia (1808-1814) y la Guerra Civil (1936-1939) en Soria y se me ocurrió hacer unas entradas para mi blog Instantes con historia. Sin embargo, no llegué a publicarlas, así que, pensé en hacer una web sobre Soria», añade el autor. 

Finalmente, no obstante, acabó siendo un libro y con una filosofía muy especial: «Ofrecer una visión general de la historia de la capital, pero con un contenido más divulgativo y didáctico», explica. Gran parte de las publicaciones centradas en la historia local son «muy científicas» y poco asequibles para todos los públicos. Teniendo en cuenta su experiencia como docente de alumnos entre 12 y 18 años de edad, explica, «si eres muy denso, no te siguen. Hay que simplificar, ir a la anécdota, al detalle». De ahí que el principal reto de esta obra haya sido precisamente compendiar las diferentes fuentes históricas y ofrecer un relato resumido de cómo se vivieron en Soria los principales episodios nacionales de la historia a través, precisamente, de hechos curiosos y tratando también de desterrar o arrojar verdad sobre las leyendas históricas sin fundamento. Pese a narrar los hechos históricos de forma sencilla y amena, una «seria» documentación ha sido la base de todo el trabajo.  

El formato no sólo es apto para estudiantes, también lo es para personas que quieran profundizar en la historia local e incluso turistas que recalen en la ciudad. «Es un libro que está basado en las cosas que ves paseando por Soria», explica. Como la picota que tan decisiva fue durante la Guerra de la Independencia o la propia muralla cuyos últimos trabajos arqueológicos empiezan a desvelar mucha información sobre la propia fundación de la capital soriana, alega. El libro abarca desde los primeros moradores celtíberos hasta la gran manifestación en Madrid de la España Vaciada en el año 2019 y la irrupción del coronavirus desmontando el falso mito de que en Soria nunca ha ocurrido nada importante y de que nunca ha tomado parte activa en la historia de España. En el fondo Una breve historia de Soria es un gran homenaje a la capital y a las gentes que, a lo largo del devenir de los siglos, han formado parte de su intrahistoria.

dibujos. Pero esta revisión de las edades de la ciudad de Soria Gonzalo García Frías ha puesto su propia mirada personal a través de los dibujos que ilustran los diferentes capítulos del libro, incluido su propio retrato que completa la ficha autobiográfica que aparece en las solapas del volumen. 

Son su propia interpretación de cuadros, retratos o fotografías. Sólo en casos muy contados ha tenido que completar las lagunas con algo de imaginación. «Hay licencias, como en el que ilustra la portada, la vista de Soria del estandarte que se conserva en San Pedro, pero podría haber sido así más o menos», concluye.