El Partido Popular saca músculo municipal en Valladolid durante este fin de semana con la celebración de su XXVII de Intermunicipal que servirá para reunir en la capital del Pisuerga a alcaldes, concejales, y presidentes de diputación de toda España. Sobre la mesa, los populares pondrán las 30 capitales de provincia que regentan desde las pasadas elecciones locales. «Ellos son los que gobiernan España con sus soluciones para los vecinos que no presenta el Gobierno de España», señalaron el vicesecretario de Coordinación Autonómica, Elías Bendodo; el secretario general del PP de Castilla y León, Francisco Vázquez, y los alcaldes de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; y Valladolid, José Julio Carnero, este viernes durante la presentación del cónclave que clausurarán el domingo Alfonso Fernández Mañueco y Alberto Núñez Feijóo. Una Intermunicipal en la que se hablará, destacaron, de problemas pegados a los ciudadanos como la vivienda, los impuestos, la conectividad rural, el apoyo a las familias y la conciliación o medidas para autónomos. «Será un fin de semana de municipalismo en estado puro para aportar propuestas y soluciones».
Algo que contrapusieron con la «semana de la exaltación de la corrupción del PSOE que culmina en Sevilla», en su congreso federal que reelegirá a Pedro Sánchez como secretario general. Después de insistir en el trabajo de los alcaldes y concejales cuyos municipios se vieron afectados por la DANA y destacar a los regidores que «eligen servir y no servirse», Bendodo destacó que, muchos de ellos sin sueldo, gestionan sus municipios «por encima de las siglas».
Además, manifestó que se ha elegido Valladolid y Castilla y León para esta semana del municipalismo por «su peso municipal y rural» y por su «ejemplo de buena gestión, lo que corroboró poco antes el secretario general del PP autonómico, Francisco Vázquez, al destacar que la Comunidad tiene una cuarta parte de los municipios de España. Vázquez se refirió entre los desafíos al «éxodo rural» pero añadió que es un problema de España y Europa y puso en valor las medidas puestas en marcha por la Junta de Castilla y León, con el blindaje de los servicios esenciales, el transporte a la demanda, las ayudas para incentivar en la compra o alquiler de viviendas o la baja fiscalidad. Algo que contrapuso con la gestión del Ejecutivo central «sanchista» que legisla «a favor de los okupas», se «dedica a dar dinero a sus socios separatistas y suprime paradas de autobús por todo el territorio».
Por su parte, tanto Bendodo como Almeida se detuvieron en enumerar los supuestos casos de corrupción que salpican al PSOE para concluir, en palabras del segundo, que todos ellos tienen en común «el móvil del jefe de la banda, del número uno, Pedro Sánchez». «Un partido que está más centrados en sus líos internos debería pasar a la oposición, dar un paso atrás y dejar gobernar a quien ganó las elecciones».