Apuesta por las renovables: beneficios a la comunidad

Nuria Zaragoza
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Apostar por la energía limpia tiene una proyección en el territorio más allá de lo medioambiental. Crea empleo, ingresos, servicios... Pero, además, las renovables permiten ya a los ciudadanos ser inversores en generación de energía

Imagen cedida por Solarig

Apostar por la energía renovable aporta beneficios a la comunidad, al territorio. También al ciudadano a nivel particular. Un informe publicado a mediados de año por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) lo deja claro: si duplicáramos la participación actual de las energías renovables en la combinación energética mundial, el producto interior bruto (PIB) mundial aumentaría hasta en un 1,1% para 2030. Y es que estas tecnologías proporcionan beneficios directos e indirectos. A escala macro pero, también, micro.
Creación de empleo, rentas para el mundo rural,  ahorro en la factura eléctrica,  independencia energética y precios estables, menor impacto climático... Los beneficios de las renovables son cuantiosos. El nuevo podcast de Futuro Verde que se emite en Onda Cero Soria y Vive! Radio Soria analiza algunos de ellos.

SER AGENTE ACTIVO

En contraste con el modelo energético tradicional, donde el ciudadano es un consumidor de energía, las renovables permiten al ciudadano participar activamente en actividades antes restringidas, como la generación de energía o la obtención de beneficios. Pero lograr que la participación ciudadana sea un elemento central en el nuevo modelo energético requiere de soluciones creativas y novedosas. También seguras. Fundeen es una de ellas. Se trata de la primera plataforma de financiación colectiva autorizada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores que permite a particulares invertir en proyectos de renovables.
El proyecto nació en 2017 cuando uno de sus fundadores, Nacho Bautista, se dedicaba a «gestionar y evaluar proyectos de generación de energía limpia para un fondo de inversión». Decidió entonces dar un giro a su trabajo y «democratizar» eso que estaba haciendo «para los grandes patrimonios». En Fundeen evalúan los proyectos a nivel técnico, financiero y legal y, aquellos que son seleccionados para invertir/financiar, se publican en su plataforma digital, donde el ciudadano puede invertir «desde 500 euros». Con ello obtiene un retorno económico que ronda el 7% anual neto de comisiones y, además, se convierte en productor/generador de energía, siendo así agente activo del cambio.
Según explica el CEO y cofundador de Fundeen, Nacho Bautista, se están haciendo además «rondas de financiación colectiva» en algunas zonas donde se plantean los proyectos para que los propios vecinos puedan participar en las inversiones que se desarrollan en sus entornos. «Es importante ese prisma social», considera, ya que supone que haya «un beneficio, una compensación, un retorno» allí donde se recibe el impacto.

REVERSIÓN EN EL TERRENO.

La energía también está fuera de las grandes ciudades, pero el éxito del despliegue de los proyectos renovables y avanzar hacia ese futuro verde depende también de ofrecer garantías a los ciudadanos, que haya una percepción de que ese incremento de generación de energías renovables genera calidad de vida, dinamismo social y económico en el territorio y, en definitiva, que mejora la sociedad en la que vivimos.

Lo saben bien en Tierras Altas, donde hace ya tres décadas que apostaron por las renovables y, en concreto, por los parques eólicos. Precisamente para gestionar los recursos que ingresaban los municipios por el desarrollo de estos parques, el 14 de enero de 1995 se constituyó la Mancomunidad de Tierras Altas, con el objetivo claro de que esos ingresos por la instalación de molinos en sus términos revertieran en el territorio. «Esos ingresos nos han permitido prestar servicios a nuestros vecinos que, de otra manera, serían inviables», explica la agente de desarrollo rural de la Mancomunidad, Raquel Soria, quien concreta que, gracias a la aportación de los parques, se asumen labores de limpieza viaria, actividades deportivas, la atención en ventanilla única... Pero, además, gracias a esa iniciativa mancomunada se ha podido optar desde la entidad a «grandes proyectos» con «importante proyección para la comarca», como la renovación integral del alumbrado público, la instalación de energía fotovoltaica para suministro municipal, los proyectos de comercio... proyectos que cuentan además con financiación de fondos europeos y a los que se ha optado en concurrencia competitiva.

VIENTOS DE FUTURO

Como queda patente en Tierras Altas, el viento que barre nuestros territorios actúa desde hace ya unos años como impulso de nuestros pueblos, tratando de revitalizar tierras tremendamente dañadas por la despoblación. Vientos de Futuro es un movimiento colaborativo que reivindica precisamente esto, la importancia de la energía eólica como apuesta de futuro, como generador de oportunidades. «El proyecto surge hace dos años y medio promovido por cuatro organizaciones: Talento para la Sostenibilidad, Nesi, la Asociación Empresarial Eólica y la Fundación para la Investigación [...] Ahora somos ya más de 50 organizaciones adheridas y tenemos un ecosistema muy rico de profesionales, expertos, entidades... Nos acercamos a los territorios para hablar y crear ese entorno de coloquio e intercambio, para aportar más información sobre la energía eólica, su potencial y su importancia en la lucha contra el cambio climático», explica Carlos Martí, portavoz de Vientos de Futuro, quien defiende la importancia del sector eólico para impulsar los territorios -especialmente los rurales- ya que «genera empleo directo e indirecto» pero, además, «los ayuntamientos reciben unos tributos importantes que se pueden utilizar para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y abrir nuevas oportunidades».
Desde Vientos de Futuro realizan varias actividades como talleres, reuniones técnicas, la firma de su manifiesto (con diez ideas clave), el lanzamiento de la primera guía de turismo eólico (que incluye la zona sur de Soria -Medinaceli-) o el concurso de cortos sobre la energía eólica y su relación con el territorio.

EL EJEMPLO DE COVALEDA

En pleno pulmón de Soria, en Pinares, Covaleda se ha convertido en ejemplo a seguir como municipio que apuesta fuerte por el medio ambiente. En Covaleda trabajan con responsabilidad por reducir la huella de CO2, por un consumo responsable... pero, además, este municipio soriano es receptor indirecto de los beneficios que supone apostar por las renovables. Allí los ingresos no entran a las arcas municipales directamente por el desarrollo de parques eólicos, fotovoltaicos... sino que entran gracias a la línea de colaboración que el Ayuntamiento ha abierto con empresas del sector como Solarig o con iniciativas como Desafío Urbión. Gracias a esta unión, se ha desarrollado en Covaleda un bosque sostenible, un proyecto pionero del que su alcalde, José Llorente, se muestra muy «orgulloso» ya que «permite compensar las emisiones que pueden producirse durante la carrera pero, además, genera oxígeno y crea un entorno dinámico». Llorente destaca que iniciativas como el bosque solidario (financiado por Desafío Urbión y Solarig) o la propia carrera Desafío Urbión son un modelo a seguir porque son «iniciativas populares». Pero, además, a nivel municipal se trabaja también en la misma línea con proyectos como el cambio de luminarias, la instalación de placas fotovoltaicas para consumo municipal o la creación de una comunidad energética.