Cuando preguntamos a los 16 componentes del coro del colegio Fuente del Rey de Soria, dirigido por la profesora Ana Isla, sobre lo que les aporta la música y la canción, coinciden en señalar que, además de estar «guay», les aporta «una sensación distinta». «Te sientes bien, libre, acogido por tus compañeros...», nos dicen, además de que tienen la posibilidad de «desconectar» y «evadirse», de «entrar en otro mundo». «A mí me gusta porque todos somos amigos y lo pasamos muy bien», aseguran estos alumnos que están deseando que llegue la clase de música cada semana y la hora del recreo para ensayar con el coro. De ellos, varios van al conservatorio y tocan la guitarra, la flauta travesera o la trompeta. Entre sus estilos musicales preferidos, nos hablan del rap inglés y pop, pero no reggeaton, «que son para más mayores».
Para ellos, a sus 11-12 años (en 6º de Primaria), ser seleccionados junto a otros 19 coros del país (de los 150 presentados) y participar en la tercera edición del concurso navideño de Puy du Fou, actuando en directo en el parque el pasado 3 de enero, fue «muy emocionante». «Había muchos nervios, pero cuando ya empezamos a cantar nos lo pasamos muy bien», reconocen. «Fuimos a cantar porque es lo que nos gusta a todos» y «la que nos da la energía y el buen rollo es Ana Isla», explican recordando el acontecimiento. Para ellos, su profesora «es la mejor» y «muy buena», aunque «un poco dura a veces para que aprendamos...». Algunos quieren seguir sus pasos y ser cantantes porque elogian que lo hace muy bien, «cualquier cosa que le des, ella lo canta, no importa la dificultad».
De los temas que han interpretado, se quedan con el de Los miserables, que tuvieron la oportunidad de interpretarlo con la Banda de Música de Soria en el Festival de Cortos 'Ciudad de Soria'. También se quedan con los temas de los Payasos, que cantaron en la plaza Mayor en las fiestas de San Saturio.Los miembros del coro tienen la intención de seguir cantando en uno profesional cuando pasen al instituto, lo que a la profesora le anima a poder plantear la creación de una formación intercentros, aunque confiesa que tiene sus dificultades. Todo se verá... porque la dificultad es dar continuidad al coro, ya que empiezan a cantar de cuarto a sexto pero después cambian de centro. Podría ser a través de una actividad extraescolar con dos horas de música por la tarde, pero en otros centros el coro es una «seña de identidad» y le dedican más tiempo.
Para seleccionar a los componentes del coro de voces blancas, Ana Isla realiza un «barrido auditivo» pero indica que «al que le gusta cantar y de verdad quiere hacerlo, muchas veces se pronuncia porque le ves en la actitud porque está cantando o más fuerte o se aprende enseguida las letras». Además, algunos de ellos van a otros coros para aprender a cantar mejor.
un origen «anecdótico». La historia del inicio de este coro es «anecdótica». Como es colaboradora habitual con la Banda de Música de Soria desde hace años, tanto de manera individual como con la formación SarayAna, le pidieron un coro de niños para una actuación en torno a los Payasos -«las canciones de la tele de toda la vida»- en las fiestas de San Saturio. «Estos niños estaban en cuarto de Primaria, nueve de ellos, y algunos se han incorporado más tarde. Participaron ahí y después en un concierto didáctico de la Dirección Provincial de Educación, a través de los profesionales de la especialidad de música del CFIE (Centro de Formación del Profesorado e Innovación Educativa).
Ana Isla asiste cada año con el Fuente del Rey en el Certamen de Villancicos Ciudad de Soria cada año en la Audiencia junto a otros centros escolares. Ahora están ensayando una canción de Rozalén, La cara amable del mundo, para los actos en el colegio del Día de la Paz, el próximo 30 de enero. Durante el reportaje, nos enseñan lo bien que entonan y lo que les motiva y anima esta actividad musical.
Sobre su participación en el concurso de Puy du Fou, con El tamborilero y Blanca Navidad a dos voces (también fuera de concurso el villancico canario Las palmeras y Si cada noche fuera Nochebuena) comenta que hay coros profesionales y con mucho nivel que participan en esta cita musical, como el de Valdemoro, que es su preferido y ya ha ganado en anteriores ediciones. Los mensajes para votar al Fuente del Rey corrieron como la pólvora en las primeras semanas de enero en Soria, ya que el 30% de la valoración era por el voto del público en la página web; el 70% restante corresponde a un jurado profesional. Había reglas muy estrictas, como el vestuario, el tiempo de actuación, el uso de solo algunos instrumentos (zambombas, panderetas y otros de pequeño tamaño)... Ana Isla explica que la organización les comunicó que, «por la calidad de los participantes», se decidió retrasar el veredicto del jurado sobre los ganadores. Así que aún siguen esperando con ilusión, aunque el listón está puesto muy alto.
«Este voto popular qe nos han dado es un voto de cariño por el esfuerzo de los chavales y los directores. Al esfuerzo de los colegios, porque allí iban centros concertados y coros profesionales, de parroquias, que han editado discos...», explica la profesora incidiendo en que la formación de Fuente del Rey es más modesta, de «amigos de los recreos». Así que la participación para ellos es suficiente. Cada día cantaba un coro, así que no pudieron disfrutar de una jornada de covivencia ni ver el resto de actuaciones, comenta la docente como una de las cuestiones más negativas.
Lo más positivo, todo el apoyo recibido por el equipo directivo, la Dirección Provincial de Educación y las familias. «Sin ellos no hubiera sido posible», agradece Ana Isla, por los permisos, la logística del viaje, horarios de ensayo fuera del escolar, gestión económica...
cantar más en las aulas. «Lo deseable es que se cantara más en los colegios», apunta Ana Isla, «y muchas veces la barrera se la pone el propio profesor». «No hay que ser un buenísimo cantante para cantar en las aulas. Los niños cantan y tienen memoria, les gusta cantar. Luego llegan a la adolescencia y se frenan», añade apostando por darle más importancia a la material musical en los colegios e institutos. «El coro les motiva y cantar aporta mucha energía y buen rollo», insiste esta profesora y cantante a la vez, porque «el que canta su mal espanta...». «El canto es una actividad física, por orgánica, emocional y diría que hasta espiritual», como ellos mismos confirman.
El caso es que en Soria hay pasión por la música desde las aulas y a todas las edades, ya que hay coros y corales de gran prestigio que reúnen a cientos de aficionados al canto tanto en la capital como en los pueblos de la provincia. Las Navidades son momentos para encuentros de estas formaciones, como el de la Diócesis de Osma-Soria o el certamen de la Audiencia de la Junta. Y, precisamente en 2024, el Coro de Fuentearmegil actuó en la Basílica de San Pedro de Roma.