Alegret dibuja un futuro difícil para le hombre en la Tierra

Ical
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Augura que debido a la velocidad de emisiones hará improbable que el hombre pueda vivir en la Tierra. La científica de la Universidad de Zaragoza ha sido la única española en participar en la expedición científica en Zelandia

Alegret dibuja un futuro difícil para le hombre en la Tierra

La paleontóloga y académica de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad de Zaragoza, Laia Alegret Badiola, auguró hoy que el planeta Tierra y la vida en él permanecerán en un futuro remoto, pero "quizás" las condiciones climáticas no serán las idóneas para el homo sapiens, debido a la velocidad de emisiones de los gases invernadero y el calentamiento asociado, que "no tienen precedentes en 66 millones de años".

La científica, que pronunciará la lección magistral para abrir la programación estival de la Fundación Duques de Soria esta tarde, abordará los procesos de cambio climático con base al pasado geológico, ya que, "analizar el cambio climático con series históricas, con lo que ha ocurrido en las últimas décadas, no es suficiente para ver si el hombre ha ejercido un cambio significativo sobre el clima del planeta".

En este sentido, aseguró que se necesita una perspectiva temporal más larga para saber si este cambio climático es tan significativo como se piensa o no. "Soy geóloga, entonces voy a hablar sobre fósiles que son muy útiles, tienen muchísimas aplicaciones y de todas ellas me centraré en cómo contribuyen al estudio del cambio climático", resaltó.

Laia Alegret participó en la expedición a Zelandia, un continente sumergido bajo las aguas del Pacífico al 94 por ciento a 5.000 profundidades, por lo que los sondeos que extrajeron los investigadores del fondo marino fueron un "descubrimiento nuevo". "Los dos objetivos principales de la expedición era estudiar los cambios climáticos del pasado.

La investigadora contribuyó con el estudio de miles de microfósiles obtenidos en seis perforaciones del fondo marino del nuevo continente, con una superficie sumergida de unos cinco millones de kilómetros cuadrados.

Los resultados de esos estudios cambiaron lo poco que se sabía sobre este continente oculto, según Laia Alegret. "Nos han permitido conocer cómo evolucionó como un continente independiente tras separarse de Australia y la Antártida hace 80 millones de años, cómo cambió la profundidad de sus mares a lo largo del tiempo, en qué momentos emergió y se hundió, condicionando las migraciones de las especies, las corrientes oceánicas y el clima global. 

Además, se ha podido precisar el movimiento de las placas tectónicas, que parece tener relación con la formación del Anillo de Fuego del Pacífico. Estos resultados aportan información sobre el cambio climático y sobre procesos geológicos fundamentales, con implicaciones en la prevención de riesgos geológicos como el vulcanismo o los terremotos", precisó.