La presidenta del Tribunal Supremo y del CGPJ, Isabel Perelló, ha instado a los nuevos jueces y juezas a desempeñar su labor sin "interferencia alguna" y "sin presiones directas ni indirectas de ningún poder, público o privado", así como a "evitar embates destructivos", y ha pedido respeto a "los tiempos y las razones de los jueces".
Así lo ha trasladado Perelló a los 137 nuevos jueces de la 73ª promoción, durante su intervención en el acto de entrega de los despachos, celebrado este jueves en Barcelona y que ha presidido el rey Felipe VI.
Perelló ha emplazado a los nuevos jueces y juezas a realizar su trabajo con independencia, sin interferencias, ni injerencias ni presiones, ya que "solo aquellos Estados en los que la separación de poderes está garantizada son Estados de derecho".
"Quiero recordar que el artículo 117 de la Constitución dispone que los jueces y magistrados son independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la ley. Esta es la piedra angular sobre la que se sustenta el sentido de la justicia en un Estado de Derecho", ha señalado.
Ha subrayado que el Consejo, en su calidad de gobierno de los jueces, "estará siempre a vuestro lado para salvaguardar vuestra independencia frente a posibles injerencias.
"Os animo a actuar siempre en la defensa de vuestra independencia y a que nunca os dejéis influir por elementos que os alejen del verdadero sentido de la función judicial, que no es otro, que aplicar la ley", ha dicho a los 173 de la nueva promoción.
La presidenta del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, ha agregado que ello no implica que los jueces deban ser "inmunes a la crítica", ya que esta es "inherente a la democracia", pero les ha hecho un llamamiento a "evitar embates destructivos carentes de rigor, destinados a socavar la legitimidad y la reputación del Poder Judicial o de sus integrantes".
"Lamentablemente, vivimos tiempos en los que, ya sea por desconocimiento o por otras razones, en lo que se refiere al Poder Judicial se vierten críticas totalmente infundadas al ejercicio de la función jurisdiccional por jueces y magistrados. Por ello, no son aceptables los reproches y censuras gratuitos que tienen como fin debilitar al Poder Judicial, pues de esta manera se erosiona el Estado de Derecho y nuestra sociedad democrática", ha argumentado Perelló ante los nuevos jueces.
Ha reivindicado que los jueces deben ser "cautelosos y prudentes a la hora de expresar públicamente" sus opiniones, pero ha añadido que también "los actores sociales deben, a su vez, respetar los tiempos y las razones de los jueces cuando actúan en el ejercicio de la función que tienen constitucionalmente encomendada".
Ha defendido que los jueces están obligados a motivar en Derecho sus decisiones, pero que los "reproches ad personam, o la atribución de intenciones ocultas a los jueces que toman decisiones que son inconvenientes para ciertos intereses, están totalmente fuera de lugar", ya que "solamente conducen a socavar la confianza de los ciudadanos en las instituciones"
Perelló ha comenzado su discurso destacando que la nueva promoción es un "fiel reflejo de la sociedad de la que procede y a la que va a servir" y, por tanto, es "representativa del avance que la igualdad entre hombres y mujeres ha experimentado la sociedad en las últimas décadas", en alusión a que en esta nueva promoción 92 son mujeres del total de 137, lo que representa casi el 70 % del total.
"Comprobar que la brecha de género cada vez se reduce más es siempre una buena noticia", ha resaltado.
Ha alabado también que en esta nueva promoción el porcentaje de jueces cuyos dos padres carecen de estudios superiores sea de más del 34 %, y que siete de cada diez procedan de familias sin vínculo alguno con las profesiones jurídicas.
Para Perelló, ello implica que el sistema de acceso a la carrera de juez es democrático, independientemente de la procedencia y origen social o cualquiera que sea su ideología.