De vacaciones. Así se enteró Rafael Revilla de su primera convocatoria para los Juegos Olímpicos de París para la selección española de hockey hierba. «Habíamos estado concentrados dos semanas y todos nos fuimos a descansar a la Costa Brava», relata el que ya es portero de España desde Ólvega, donde ha pasado unos días antes de partir a el mayor reto de su vida. «Para muchos es nuestra primera experiencia y estamos muy ilusionados», añade.
El olvegueño de 26 años consigue así el mayor objetivo que podía alcanzar. «A nivel individual es lo máximo», destaca el joven. «Según me ha contado mucha gente, no te das cuenta de dónde estás hasta que ya ha terminado», comenta sonriente. «Mis dos objetivos son disfrutar desde el primer día y estar a mi mejor nivel», anticipa.
España estará ubicada en el Grupo A junto a Gran Bretaña, Países Bajos, Alemania, Francia y Sudáfrica. «El nivel es muy alto», avisa. El 27 de julios era el debut con el objetivo de pelear por todo, pero siendo conscientes de un revelo generacional en el equipo que hace «no tener presión» más allá de la que quieran imponerse.
El camino. Rafael Revilla tuvo un inicio tardío. «Comencé a los 11 años al ver a mi hermano mayor jugar en el colegio», recuerda ahora. Así empezó al lado de su otro hermano gemelo y la portería llegó de forma muy anecdótica. «Era jugador, pero me llamó mucho la atención cómo iban equipados», narra el olvegueño. El talento que demostró era innato, pero había que pulirlo para llegar a cotas mayores.
Bilbao fue su 'mili' particular. Dos años en los que sufrió el estar lejos de su familia y amigos. Mereció la pena y después fichó por el club en el que no tuvo el nivel suficiente en sus inicios. El Club de Campo Villa de Madrid, equipo con el que es campeón de liga en la máxima categoría. «Hemos competido también en la EHL, lo que sería la Champions en el fútbol», añade.
Todos sus objetivos se van cumpliendo, pero queda uno más. «Me gustaría jugar en Holanda», desvela. «Es la mejor liga del mundo y allí es un deporte profesional», analiza. Sería el paso definitivo para haberlo conseguido prácticamente todo.
Por el momento está deseando instalarse en la Villa Olímpica. Ólvega mirará a París durante las próximas semanas con especial atención. «Siempre han estado atentos, también antes de conocer que estaría en los Juegos Olímpicos», reivindica el portero. Desde la provincia de Soria mirarán con atención a uno de los suyos. Esta selección ya tiene tres platas y un bronce, razones de sobra para pensar que otro metal es posible.