El campo de Castilla y León comienza a recolectar buenas noticias tras varios años lastrado por la sequía, la guerra en Ucrania y los costes de las materias primas. La cosecha del cereal de invierno duplicará su producción respecto al pasado año con una producción media de 3.900 kilos por hectárea que dispararán la cifra final hasta los 6,4 millones de toneladas. «La dinámica de este año es positiva», reconoció ayer el consejero de Agricultura, Gerardo Dueñas, durante la presentación en Ávila de la previsión de cosecha de este cereal, donde puso de relieve que este año la superficie de siembra es muy similar a la de 2023, en torno a 1,62 millones de hectáreas, una vez descontada la superficie que se ha segado para verde, para forraje, «es aproximadamente un 10% inferior a la media de los últimos cinco años, fundamentalmente por los cambios de la Política Agraria y los ecoregímenes».
Pese a la «buena» recolecta esperada, Dueñas no ocultó que durante las últimas semanas se ha torcido el precio de los cereales. «El sector va poco a poco haciendo más siembras de trigo y menos de cebada, y este año han subido, sobre todo, los cultivos minoritarios, la avena, el centeno y el triticale, y algo que parecía, en un principio, bueno al cien por cien, se viene torciendo en las últimas semanas como consecuencia de la bajada importante de precios que está teniendo el cereal».
En este sentido, el consejero explicó que la semana pasada le trasladó al ministro de Agricultura «la necesidad de cambiar la estrategia de seguros agrarios para que de alguna forma se universalice y de verdad el sector haga seguros». También le significó a Luis Planas, según explicó, la importancia de que «haya algún tipo de freno de emergencia o alguna política arancelaria para limitar la entrada de cereales de terceros países», según informa Ical.
Rendimientos
Por cultivos, el rendimiento medio del trigo alcanza los 4.100 kilogramos por hectárea y el de cebada 4.000 kg/ha. El rendimiento de la avena se estima en 3.200 kg/ha, el centeno en 2.400 kg/ha y el triticale en torno a los 3.300 kg/ha. La producción es un ocho por ciento superior a la media de los cinco últimos años y un 89 por ciento superior a la de la campaña pasada. Si bien en esta hay unas buenas expectativas de producción, la rentabilidad de las explotaciones cerealistas se verá lastrada por la tendencia inicialmente negativa en los precios y por el encarecimiento de los insumos. «Son sobre todo Burgos, Valladolid y Palencia las tres provincias con mayor peso regional, del 60 por ciento del peso a nivel de producción».
También estuvieron presentes en la presentación de las previsiones los principales responsables de las organizaciones agrarias de la Comunidad. El presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, aseguró que el año agrario «ha sido complicado», pues «los costes de producción han sido muy caros». «Castilla y León ha sembrado alrededor de 2 millones de hectáreas y este año, como el anterior, sobrepasamos poco los 1,6 millones de hectáreas de cereal, y sembrar en esta Comunidad una hectárea de cereal viene a tener unos costes de 700 euros por hectárea».
Por su parte el coordinador regional de la Alianza UPA-COAG, Lorenzo Rivera, lamentó que «tenemos unos precios ruinosos , con la cebada por debajo de los 190 euros y el trigo, en torno a los 200, lo que quiere decir que estamos 70 euros por tonelada por debajo de lo que necesitamos para cubrir los costes de producción». Por último, desde UCCL, su responsable regional, Jesús Manuel González Palacín, hizo hincapié en que «es un año de buena cosecha, pero con unos precios bajísimos que para muchos agricultores supondrá cubrir justo los costes de producción».