Madrid, 11 de marzo de 2004. Entre las 7:37 y las 7:4 de la mañana, diez bombas explotan en cuatro trenes de cercanías en el mayor atentado terrorista de la historia de España sólo tres días antes de unas elecciones generales. 193 personas mueren por las explosiones y la deflagración de un piso de los terroristas en Leganés. Entre los 2.000 heridos se encontraba el soriano Antonio Cortés Izquierdo: "Lo recuerdo todo,  han pasado 20 años pero mantengo la  memoria de todo", afirma.

Por entonces tenía 48 años, vivía en Guadalajara y ese fatídico día se dirigía a una reunión de trabajo en Sevilla. Viajaba sentado en el vagón que explotó en la estación de El Pozo. "Me vi el agujero que me había hecho la bomba en la pierna cuando noté que el tren se paró por la explosión", relata.

Como resultado, fractura del fémur en una pierna y los tímpanos agujereados: "Me impidió moverme del asiento hasta que no me sacaron los bomberos, no podía moverme". 

11M: "Han pasado 20 años del atentado pero lo recuerdo todo"

Al principio pensó que se trataba de un accidente del tren, después fue consciente de lo ocurrido y avisó a su mujer y al trabajo. Apagó el móvil y se dedicó a hacerse un torniquete en la pierna con la corbata.

Veinte años después las secuelas físicas siguen ahí. Utiliza dos audífonos para poder oír, y debe llevar calza en los zapatos del pie izquierdo porque al ser operado la pierna se le quedó más corta.

Por suerte a nivel psicológico lo ha superado, pero pide que la memoria del 11M y las víctimas del terrorismo no caigan en el olvido.