El pacto suscrito este jueves entre elPP y Vox para gobernar en Castilla y León dejó ayer una resaca de opiniones entre los populares nacionales, mientras que las críticas desde el resto de formaciones políticas y desde el Gobierno arrecian con fuerza sobre el propio PP y su futuro líder, Alberto Núñez Feijóo. Mientras, el candidato único a liderar el PP nacional y presidente de la Xunta de Galicia, rechazó ayer gobernar con el populismo. «A veces es mejor perder el Gobierno que ganarlo desde el populismo y el nacionalismo», aseguró sin hacer referencia a Vox ni a Castilla y León. Así, en el primer día de su campaña para liderar el PP, desvinculó a su partido del populismo, recalcó sus ideas autonomistas y europeístas y aseguró que aspira a volver a lograr «mayorías contundentes», como las de Aznar oRajoy porque no cree en gobiernos pactados en los despachos.
Además, según informa Efe, sobre las palabras del presidente del PP europeo, Donald Tusk, que calificó la coalición con Vox como una «triste sorpresa», Feijóo reconoció que comprende la «decepción» de los populares europeos, pero volvió a culpar al PSOE, por no ser un partido de Estado. Igualmente, negó, como afirmó Tusk, que su partido haya capitulado frente a Vox. «No, entre otras cosas porque no soy presidente de mi partido», explicó, desligándose del pacto.
Respaldo a Mañueco
Antes de que Feijóo tomase la palabra desde Valencia, varios dirigentes del PP, salieron en defensa del acuerdo alcanzado, respaldaron a Fernández Mañueco y celebraron el nuevo gobierno de coalición en Castilla y León. Y todos coincidieron en el guion: el pacto respeta sus principios, se adoptó para garantizar la estabilidad y evitar elecciones y se circunscribe solo a la Comunidad. «Lo importante es que se ha conformado un gobierno que va a tener estabilidad, que lidera el PP, que se enmarca dentro del orden constitucional y cuya base programática es el respeto a todos los principios y políticas que defiende y lidera el PP», afirmó por ejemplo la coordinadora general del PP, Cuca Gamarra.
Críticas al acuerdo
En el lado opuesto, el Gobierno, el PSOE, Podemos y Ciudadanos, entre otros, expresaron ayer su profundo rechazo a la incorporación de Vox al Ejecutivo de Castilla y León. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acusó a Núñez Feijóo de poner excusas «de mal pagador» después del pacto y le reprochó que no aceptara el cordón sanitario que proponía en PSOE. Además, lamentó que fuera de España se esté dando la imagen de que «por primera vez desde la época de Franco la ultra derecha va a volver a participar en tareas ejecutivas», en este caso en un gobierno autonómico. En esta misma línea, la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, confesó su decepción con Feijóo, en el que «tenía esperanzas» de un «cambio claro».
Por su parte, el portavoz de Podemos y procurador autonómico, Pablo Fernández, cargó contra el gallego, por ligar el destino de su partido a la «ultra derecha» e introducir «el racismo, la homofobia, la xenofobia y el machismo» en Castilla y León.
Vox exige cumplir
Por último, el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, espera que el PP «respete y cumpla los acuerdos» alcanzados en Castilla León como hará su formación, fuerza política «llamada a gobernar España». «El acuerdo es el fiel reflejo del mandato de los electores», subrayó.