Crece la indignación entre los vecinos de Pajaritos II

EDS
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«Nadie ha pensado en las familias», apuntan con el temor de que la demolición de la quinta planta lleve al desalojo

Crece la indignación entre los vecinos de Pajaritos II - Foto: E.G.M

Tras conocerse esta semana que la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) ha ratificado la sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Soria que instaba al Ayuntamiento a derribar la quinta planta del edificio Pajaritos II (estructura, fachada y otros elementos por encima del forjado de la planta cuarta) al declararla «ilegal e incompatible con el ordenamiento urbanístico» porque se levantó para destinarla a uso residencial, El Día de Soria se ha acercado allí para interesarse por lo que opinan los vecinos ante esta situación tan complicada y enrevesada que, según aseguran, «se ha politizado». Puede que la constructora, Domus Nebrija, recurra la sentencia en el Tribunal Supremo, pero tienen dos meses para decidirlo y todavía no lo han hecho, según confirman a este medio sin querer ofrecer más detalles. El TSJCyL también ha desestimado el recurso de la promotora contra la sanción de 150.000 euros interpuesta por el ayuntamiento «por la comisión de una infracción grave consistente en la ejecución de obras».

El barrio está tranquilo y no hay mucho trasiego a pesar de ser la hora de comer. Junto al edificio de Pajaritos II, se están realizando más construcciones porque sigue siendo una zona en expansión de la ciudad. Algunos vecinos salen o entran de los portales 7, 9, 11 y 13 de la calle Guadalajara. En uno de los bloques, el ascensor sube hasta la quinta planta, donde la puerta metálica del descansillo que da acceso a las viviendas está cerrada. Hay unos edificios ya ocupados, otros a los que se están trasladando y otros aún deshabitados.

situación. Aunque intentan hacer vida normal desde que se trasladaron al edificio hace unos meses, lo que notamos entre algunos propietarios es cierta indignación por la incertidumbre y falta de empatía con las familias, muchas con niños pequeños. «No han pensado en los vecinos», inciden afirmando que «es una guerra entre PP, que denunció y quiere aprovecharse de la situación, y PSOE, que decían que no sabían que hubiera una quinta planta, cuando todo Soria se había enterado, y lo permitieron aún no siendo legal». «Ninguno se ha puesto en contacto con nosotros para saber en qué situación estamos y cómo nos pueden ayudar, no saben el número de familias y de niños que vivimos aquí», expresan con malestar. «Nos enteramos de todo por los medios y los que estamos abandonados en estos procesos somos los vecinos. Lo han hecho mal y no se puede permitir... Si no puede ser vivienda, que sea otro espacio», añaden. Si llegara el día de la demolición, creen que las familias no saldrían de sus casas porque no tienen dónde ir. Otros vecinos no son tan duros y esperan que la constructora recurra hasta que pueda modificarse el PGOU, algo que está tardando ya tres años. El 20 de enero tuvieron reunión de la comunidad, pero se trataron otros temas como la puesta en funcionamiento de las placas solares del tejado de la quinta planta.

Los constructores consultados por este medio indican que, de llevarse a cabo finalmente la demolición, lo más rápido sería realizarlo con maquinaria de guillotina para cortar las vigas, que se realizaría en una mañana pero lo que supondría el desalojo de los vecinos al menos durante un mes por los riesgos. Primero se retirarían elementos manualmente, como puertas, ventanas e instalaciones; y, con una máquina retro pequeña, paredes y tejados. Otro problema sería la impermeabilización del tejado de la cuarta planta, por lo que habría que hacerlo en meses de verano.