En la memoria del Balonmano Soria todavía está el reciente el ascenso a División de Plata, al fin y al cabo solo han pasado dos temporadas. El ciclo glorioso del conjunto amarillo parece no tener fin y este año han regresado a las eliminatorias por estar de nuevo en la segunda máxima categoría nacional, un hito para un club que cuenta con poco más de 25 años de vida.
Hay solo tres jugadores que repiten: Javier G. Castillo, Mario Rubio y Francisco García Lacarra. «La mitad de la plantilla no saben lo que es jugar partidos de este tipo», asegura Jordi Lluelles. Precisamente el entrenador del conjunto soriano es uno de los máximos artífices de este éxito. En solo tres temporadas ha conseguido que un equipo que rozaba la gloria , diese el paso necesario para hacerse con ella.
Del 25 al 27 de mayo en A Coruña, el Balonmano Soria se cita de nuevo con la oportunidad de pasar por encima de todos sus límites. Lo hará además con muchas diferencias respecto a ese equipo que alcanzó el ascenso, y eso que solo han pasado dos temporadas.
El equipo. El BM Soria de la temporada 2020/2021 era un equipo experto en batallas, esa fue su mejor arma para lograr el ascenso. En esta ocasión el grupo es mucho más joven. «Las comparaciones son odiosas, no creo que se tenga que hacer», relata Jordi Lluelles. El técnico ha tenido un duro trabajo para conseguir hacer al equipo lo suficientemente competitivo, pero lo ha conseguido.
Ahora la intención es quedarse con todo lo positivo de un vestuario que destaca por su talento y por su unión. «Si queremos ver el vaso medio vacío, puedes hablar de inexperiencia» explica. «Prefiero quedarme con ese vaso medio lleno, tenemos ilusión y motivos de sobra para pensar en que podemos ganar», añade el entrenador.
OAR Coruña, BM Granollers y Cajasur Córdoba son los rivales de un grupo muy duro. «Son equipos completamente diferentes», analiza Lluelles. «Ya estamos trabajando en conseguir saber qué tenemos que hacer para ganar a cada uno de ellos», comenta. Un trabajo que pasa por la faceta mental y también táctica. Precisamente en esta última parte, el BM Soria cuenta con más armas que hace dos años, y al hablar de ello a Jordi Lluelles se le escapa una sonrisa.
Gestión. Volviendo a las comparaciones, el anterior Balonmano Soria era un equipo que basaba muchos de sus ataques en jugar estático, pero no tenían «acciones 100% cerradas». Se podría hablar de menos recursos, pero a su vez de un sistema defensivo que era un quebradero de cabeza constante para todos sus rivales.
Ahora se cuenta con un «ritmo de juego más alto». Son afirmaciones del propio Jordi Lluelles. «Este equipo es más compensado en todas las facetas», define el entrenador del conjunto amarillo. «A pesar de ello daría un 80% al sistema, eso te da estabilidad, el resto es de los jugadores, me han demostrado que así se sienten bien», sentencia con convicción.
En lo anímico se centra en mentalizar a la plantilla de la importancia de no centrarse en los errores más que lo estrictamente necesario, una fase de ascenso no te da margen de error. «Aquí unos malos minutos te destrozan un partido», avisa el técnico. «Cometeremos errores, pero lo tendremos que normalizar, es parte del juego y no podemos perder la concentración», advierte.
En cuanto a la motivación, prácticamente no es necesaria. «Apuesto por la normalidad, si ahora no cuenta con ella, ¿cuándo lo van a hacer?», se pregunta Lluelles. Todo está en su sitio, incluso las lesiones, ahora inexistentes en una temporada con muchos problemas. Los ingredientes ya están preparados para luchar por un ascenso que «sería la ostia». El Balonmano Soria vuelve a ser el tapado, pero eso para los amarillos nunca ha sido un problema.