Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado investigan la celebración de una fiesta ilegal el pasado 27 de marzo en la reapertura del restaurante El Cielo de Medinaceli, en la que presuntamente no se respetaba el aforo establecido por la Junta de Castilla y León y los asistentes incumplían varias medidas anticovid, como el uso de mascarilla y la distancia de seguridad. Así lo avanzó en primicia este jueves La 8 Soria, que mostró una grabación realizada en la mencionada fiesta en la que al parecer asistía el teniente de alcalde de Medinaceli, José Soriano, quien lo negó rotundamente a este medio. A cierre de esta edición, desde la dirección del PP se rehusó hacer ningún tipo de declaración sobre su posible dimisión.
El propietario del establecimiento es Rubén Morales, quien recientemente fue nombrado coordinador de la agrupación local de Ciudadanos en Soria. Desde esta formación, se reconoció que presentó su dimisión tras hacerse público el vídeo en la tarde del jueves. En declaraciones a La 8 Soria, Morales pidió disculpas «porque la actitud no es la correcta», pero insistió en que fue un hecho puntual. «El establecimiento cumple todas las medidas de seguridad, se puede entrar en el interior [en Medinaceli] y se cumple la medida del tercio del aforo, que es de 90 personas», además de que se toma la temperatura al entrar en el establecimiento y si se tiene una reserva no se permite acudir con sintomatología. También defendió que las personas que no llevan mascarilla «es porque están comiendo o bebiendo». «Se ha utilizado algo puntual para criminalizar aún más a la hostelería», denunció en su intervención en La 8 Soria. Como curiosidad, otra de las asistentes era la conocida Leticia Sabater.
normativa. Para el delegado del Gobierno en Soria, Miguel Latorre, quien anunció el inicio de la investigación para «actuar en consecuencia», este establecimiento «no representa a la hostelería de Soria» porque «ha sido un caso puntual». «He visto las imágenes y, presuntamente, no se cumple en ningún momento la normativa sanitaria de la Junta de Castilla y León», denunció. «Estamos en una situación tan grave que cualquier actuación de este tipo está perjudicando al resto del sector y esto hay que ponerlo en evidencia», añadió. Sobre las sanciones a las que se enfrentan los asistentes y el propio establecimiento por incumplimientos (aforo, no uso de mascarillas, cantando y bailando...), apuntó que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad determinarán el expediente que se va a incoar y que se tramitará a través de la Junta de Castilla y León. «Las sanciones son importantes», avisó.
«Me produce pena y sonrojo», por lo que transmitió a ese tipo de establecimientos «que piensen en todo el sector, lo que se está sufriendo y lo que estamos haciendo para evitar la propagación del virus. Tenemos que ser ejemplares en nuestro comportamiento».
En ello coincidió el presidente de Asohtur, Pablo Cabezón, quien explicó que las sanciones pueden llegar incluso a la clausura durante dos años o cinco años en caso de que se valorase como una tipificación muy grave, aparte de la multa correspondiente. Cabezón cree que la normativa se cumple mayoritariamente en Soria, salvo casos puntuales como este, y que «la ley está para cumplirla». «Estamos luchando para que nos dejen abrir y en Soria trabajando en el exterior, mientras que en este caso estaban en el interior... Vemos cosas de estas y...», apunta con enfado. Para el presidente de Asohtur, «este establecimiento no representa al sector».