Despega la lonja de la trufa de Abejar

EDS
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El proyecto piloto, que ha puesto en marcha Cesefor a través de un programa de fondos europeos, deberá funcionar con el apoyo del sector el año que viene

Despega la lonja de la trufa de Abejar - Foto: Concha Ortega ICAL

El Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León (Cesefor) prevé triplicar la venta de trufa negra (tuber melanosporum) desde la lonja de Abejar durante esta campaña, en la que se han negociado, en cinco días, 180 kilos, frente a los 135 del pasado año. Este proyecto, liderado en el marco del proyecto del Grupo Operativo Tuber Label, pretende desarrollar herramientas que favorezcan el mercado de proximidad de la trufa negra.

El responsable del área de micología y truficultura de la Fundación Cesefor,  José Miguel Altelarrea, es el  técnico encargado en poner en marcha este proyecto piloto, que el año que viene deberá funcionar de forma autónoma gracias al impulso del sector y las administraciones locales implicadas. 

El funcionamiento de la lonja, ubicada en un local cedido por el Ayuntamiento de Abejar, es "sencillo". El productor lleva sus trufas hasta la lonja y pasan por un control de calidad, es decir, se pesan y se comprueba su estado para asignarle un calibre. Tas ello, se fotografían y se publica la información en una web y los compradores pujan por el mismo atendiendo a los kilos y la calidad. "La máxima puja, si supera el precio mínimo que ha puesto el truficultor y que no conoce nadie, se adjudica al comprador y se retira de la web", detalla a Ical.

Los productores cuyas plantaciones se ubican principalmente en Castilla y León -Soria, Segovia y y Burgos-, junto con algunos de Guadalajara deben depositar lotes que pueden pesar desde los 800 gramos hasta los ocho kilos.

Los compradores son de toda España y algunos extranjeros. El gestor de la lonja, este año Cesefor por participar en el proyecto, hace de intermediación y es el encargado de ejecutar la transacción económica. "La iniciativa persigue sus máximos resultados a medio y largo plazo. Tanto los productores como los compradores necesitan tener la confianza de que el proceso es real, es decir, que la clasificación es la correcta. El año pasado  el proyecto comenzó a andar y en su finalización despegó. Este año se han apuntado muchos más productores", resalta.

Altelarrea señala, además, que el proyecto trata de dinamizar el sector y renovar la forma de comprar y vender trufa al por mayor con un control de calidad. El proceso tiene ventajas tanto para el comprador como para el productor porque las trufas son vistas por un mayor número de potenciales clientes; se genera más demanda; y el comprador no tiene que estar paseándose por España para adquirir el hongo.

"Queremos generar un nuevo mercado de proximidad. Las trufas que se venden se recolectan uno o dos días antes de que comience la subasta. El producto siempre esta refrigerado y se garantiza que llega al comprador con la cadena de frío que requiere", relata a la Agencia Ical.

Este grupo operativo contó con una subvención para poner en marcha el proyecto de  394.897,8 euros y  el importe del proyecto es financiado al 100 por cien con fondos procedentes del Instrumento de Recuperación Europeo (EU Next Generation).

Pretende dotar al sector primario de una metodología sencilla en la que se incorporen los criterios mínimos de calidad para su participación y los mecanismos de control y cumplimiento de los mismos, para conseguir la autonomía de los productores en su desarrollo y favorecer la expansión de mercados de trufa negra fresca en las zonas rurales productoras. 

La localidad soriana de Abejar fue seleccionada para el establecimiento de este primer mercado, por su tradición trufera y gracias al apoyo de su Ayuntamiento, que cedió el uso del local para el desarrolló de esta actividad. El centro de recepción de visitantes de La Fragua se convirtió en lonja. El pasado año se estableció como "día de mercado" todos los jueves de la campaña. Este año, sin embargo, las pujas se producen los miércoles.