Tres años de guerra están consumiendo a sus familiares en Ucrania, comentan Violetta Sherenet e Iryna Kysil, que muestran su decepción por las declaraciones y el «giro brutal» del presidente de EE.UU., Donald Trump, sobre el futuro del país. Ellas confían en los órganos democráticos de ese país y en el control al presidente, «una cabeza parlante». «Ucrania siempre ha sido un lugar estratégico en el centro de Europa y con salida al mar y muy codiciado por su riqueza natural», apuntan con preocupación. Esta semana Ucrania llegaba a un acuerdo con EE.UU. para destinar el 50 % de los beneficios de los recursos naturales que aún están por explotar a un fondo de inversión conjunto sobre el que la parte americana tendrá un mayor poder de decisión. El fondo servirá para hacer inversiones en la economía ucraniana.
«No sabemos qué esperar ahora mismo de este acercamiento de Trump al terrorista número uno. Es extraño y parece que están haciendo una nueva división geopolítica del mundo», con Ucrania en el centro del conflicto como «campo de batalla». La UE «debería haber apoyado a Ucrania desde 2014, igual que EE.UU., porque estamos en el mismo continente y deberían ser los primeros porque la amenaza es cada día más visible». Según ellas, este cambio de postura de Trump ha empujado a Europa para tomar decisiones más importantes y estratégicas.
solución. Iryna y Violetta siempre han confiado en una solución para el conflicto, por lo que claman por «una paz digna y duradera». «Que no vendan nuestro país ni lo repartan», como ha dicho Volodímir Zelenski, el presidente, porque «tendrán que pagar por ello las próximas generaciones». La reconstrucción si llega algún día la paza, será «un proceso difícil».
Violetta sí quiere pedir que los ucranianos tengan oportunidad de trabajar en España de lo que se han formado, ya que muchas veces tan solo pueden optar a trabajos de limpieza y cuidado de personas mayores.En su caso, tiene dos grados y trabajaba en n banco. Los ucranianos en Soria organizaron este miércoles una concentración en la plaza Mayor de Soria para reclamar apoyo y paz en su país.