"Tenemos que ser comunidades acogedoras"

S.Ledesma
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Desde este mes es el nuevo director de Cáritas Diocesana Osma-Soria, aunque lleva desde 2016 como su secretario general; el cargo ha sido «por sorpresa», una responsabilidad que asume con compromiso

"Tenemos que ser comunidades acogedoras" - Foto: E.G.M

Este mes se ha estrenado como director de Cáritas Diocesana Osma-Soria, pero Ricardo Martínez Puebla conoce bien la organización, pues desde 2016 había sido su secretario general. Con este paso refuerza su compromiso con la entidad benéfica. Le preocupan especialmente dos extremos sociales, la infancia, a la que hay que ayudar para que no herede la situación de vulnerabilidad familiar, y la vejez, donde arraiga la soledad. Pero también habla del acogimiento, para primar la dignidad humana, y la inserción social. De todo ello y más charlamos con él. 

Lleva años trabajando internamente en Cáritas Diocesana Osma-Soria. Cuando le propusieron estar al frente, ¿lo esperaba? ¿Qué sintió?

No, francamente no me lo esperaba (risas). Estaba muy a gusto como secretario general, me sentía muy bien, y cuando me lo propusieron me pilló por sorpresa. Lo primero es el susto, porque es mucha más responsabilidad, pero cuando alguien ha confiado en ti, porque es un cargo de confianza, no puedes decir que no. Lógicamente, lo que tienes que hacer es echar toda la leña en el asador para que salga bien. Está claro.

Se dio a conocer su nombramiento a principios de verano, pero no ha sido hasta septiembre cuando juró su cargo. Durante este tiempo, y aunque conocía los entresijos de la organización, ¿se ha preparado o su antecesor, Alberto Martín, le ha dado algún buen consejo?

Sí, por supuesto. Con Alberto, que ha sido nombrado ecónomo diocesano, el paso ha sido muy fácil porque no sólo tenemos trato laboral, sino que hay amistad. De hecho él todavía está ahí y no me cuesta nada más que levantar el teléfono y preguntarle cualquier duda. 

Ser el máximo responsable de un organismo tan importante y que ofrece ayuda a tantas personas es una gran responsabilidad... 

Sí. Cuando estaba antes de secretario general trabajando en buscar proyectos, financiaciones, en coordinar distintos aspectos..., a lo mejor no me daba cuenta porque realizaba un trabajo. Ahora lo comparo con un tándem:sigo dando pedales a la bicicleta pero, además,  llevo el manillar para elegir el camino.

La cronificación de la pobreza en Soria es algo que les preocupa. Cáritas Diocesana Osma-Soria incrementó el año pasado los recursos destinados a tres programas de atención (acogida, alojamiento y empleo) debido al aumento del volumen de personas con necesidades. ¿Cuál es la situación actual?

La situación sigue más o menos igual. Y, sí, la cronificación preocupa porque hay mucha gente, familias enteras, que se queda en esa situación de pobreza. Y a mí me preocupa no solamente esa gente, sino sus hijos. Tenemos un programa de infancia porque si no somos capaces de sacar a los niños de esa situación de pobreza, de exclusión o de vulnerabilidad especial van a seguir en ella. Porque si a esos niños no consigues darles unos estudios, una salida digna, seguramente se van a quedar en una situación como sus padres, o de exclusión o de mayor necesidad. Ése es el problema. De alguna manera se va heredando esa situación. Eso es lo que hay que evitar de alguna forma. Quizá por eso el programa de infancia es de los más importantes, aunque a veces hablemos más de otros. 

Cuentan con la academia Youthx con el reto de conseguir abrir horizontes a los adolescentes para crearles nuevas metas en su vida...

Ése es un poco el objetivo de la academia Youthx: abrir esos horizontes a esos chavales que están en una edad, precisamente, de abrir horizontes. Hay que enseñarles y mostrarles las distintas posibilidades que tienen, buscar cuáles son sus talentos, sus ilusiones, lo que quieren... Vamos a intentar despertar en ellos la ilusión de salir adelante. Y ése es un programa que queremos impulsar todo lo que podamos porque es una edad vital. 

Además de mantener los programas que ya funcionan bien e implementarlos, ¿se ha propuesto alguna línea de ayuda nueva más?

Lo primero es mantener lo que hay y mejorarlo todo lo posible si se ve cualquier tipo de necesidad, porque trabajamos muchos sectores. Pero desde que fui nombrado lo que me he planteado es tener los ojos abiertos para las necesidades que haya en la sociedad en la que estamos, en Soria. A lo mejor hay necesidades que están ahí y no las vemos. O no las queremos ver o están un poco escondidas y hay que sacarlas. Se ve más fácilmente a quien está pidiendo en El Collado, al que viene a pedir o no tiene casa. Pero hay gente que a lo mejor no se atreve a pedir. Algo que tengo en mente son las personas mayores. Algunas viven con una pensión pequeñita y no suelen atreverse a pedir ayuda, y hay otras que tienen esa situación de soledad no deseada que dicen 'dónde voy yo'. Ése es el camino que quiero ver.

Porque una situación de pobreza o vulnerabilidad le puede pasar a cualquiera...

Sí, a cualquier soriano. A un vecino tuyo perfectamente.

Antes hablaba de dotar de dignidad a los menores (a las personas en general), y junto a la justicia y la igualdad es uno de los pilares de la acogida, uno de sus grandes programas... 

Sí, eso está claro. Siempre hemos dicho que el programa de acogida son las puertas de Cáritas porque ahí es donde conoces a la familia, las vulnerabilidades y las necesidades que tiene, tanto materiales como de aprendizaje o laborales. Por ese programa pasa todo y desde él se intenta derivar a los otros, que son para apoyar el de acogida.

La desprotección, que los procesos burocráticos se dilaten en exceso, provoca que muchas personas se encuentren en una vulnerabilidad extrema y esto también tiene que ver con el incremento de ayudas…

Sí. Llevo unos días pensando en algo que ha salido en los medios de comunicación: que el primer problema de los españoles es la inmigración. Yo creo que para los españoles, no; para los inmigrantes, sí. Para los españoles puede ser otro, como la vivienda, que ése nos afecta a todos porque todos necesitamos vivir en una casa. La inmigración sólo a los  inmigrantes. Lo que comentas de situaciones administrativas irregulares, conseguir los papeles para trabajar en España, son procesos que se dilatan mucho en el tiempo. Quienes vienen no lo hacen para vivir de lo que les ayudemos, ni mucho menos. Es el último recurso que tienen para seguir sobreviviendo, nada más, y lo que quieren es trabajar y ayudarnos a sacar este país, esta ciudad, adelante. Y lo que necesitan para trabajar es una situación administrativa regular, que es lo que les cuesta. 

¿Haría falta agilizar esos procesos administrativos para que esas personas puedan tener un futuro?

Claro. Tenemos en el Congreso de los Diputados una ley atascada desde abril para regularizar a unas 500.000 personas en España (alguno afectará en Soria), pero que llevan aquí mucho tiempo. Sólo se tienen que poner de acuerdo en unas pequeñas medidas para regularizar a estas personas, para que puedan entrar a trabajar en una empresa con un contrato y un sueldo normalizados, que no es por otro motivo.

Porque nadie sale sin nada de su país por gusto...

Efectivamente. Lo que quiere la gente es obtener su documentación lo antes posible para trabajar lo antes posible. Si se viene sin ningún compromiso de contrato puede durar hasta tres años esta situación (administrativa irregular). Es mucho tiempo. Cuando se solicita protección internacional también se tarda. Son situaciones que se dilatan mucho en el tiempo.

Además de agilizar estos procesos, ¿qué más cosas podría mejorar la administración para estos casos?

Si la administración agilizara esto se solucionarían muchas cosas porque la gente empezaría a trabajar. Que no por trabajar la gente sale de situación de pobreza, que eso también hay que aclararlo, pero sí que contribuye, está claro. También hay que decir que la administración ayuda mucho en materia de servicios sociales y trabajamos de la mano. Apoya continuamente e intenta solucionar estas situaciones porque al final son personas que están viviendo aquí con nosotros y de alguna forma tienen que estar protegidas. 

Granito de Tela, la empresa de inserción laboral está muy consolidada y se ha conseguido incrementar los puestos de trabajo...

Sí. Hemos incrementado puestos de trabajo porque desde septiembre del año pasado estamos trabajando con Valoriza en Soria y se cambiaron todos los contenedores de ropa usada para instalar contenedores de Cáritas. Desde entonces recogemos toda la ropa buena y con desperfectos en la provincia y la capital. Esto supone más trabajo, así que tuvimos que incrementar un puesto, de inserción además. Tenemos cinco. Contabilizamos puestos de trabajo, no personas que están trabajando. Los puestos significan que están creados para que una persona entre a trabajar ahí y se le esté formando en algo y, en el mínimo tiempo posible (me refiero uno, dos o tres años), pueda salir al mercado laboral normalizado.  Lo que hay que agradecer, sobre todo, es a la gente de Soria porque esto es otra forma de colaborar con Cáritas, con la sociedad y con el medio ambiente. La ropa que está en buenas condiciones pasa a venderse en la tienda Moda Re- y la que está estropeada se trata para hacer nuevo hilo. Es dar una segunda vida a las prendas en ambos casos. Granito de Tela está ahora en un momento bueno, dulce, en el sentido de que está trabajando muy bien y se están creando esos puestos de trabajo de inserción, se está trabajando cada vez con más personas y se está intentando que la gente salga al mercado normalizado. 

Contar con empleo, como decía antes, ayuda aunque no lo es todo, lo social también importa. ¿Cómo les ayudan en este aspecto?

Lógicamente, una de las cosas que a las personas les ayuda en su vivencia diaria también es la red social: si tienen amigos, conocidos, familiares..., en definitiva, si se sienten acogidos en la comunidad donde van. Salió una exhortación de los obispos buscando esto: las comunidades acogedoras. Tenemos que ser comunidades acogedoras de la gente que viene, no rechazarlos por el simple hecho de que vengan. La gente también necesita sentirse querida. Hay que trabajar también acompañando a las personas en esa red social. 

¿Con qué necesidades habituales llegan las personas a Cáritas Diocesana Osma-Soria?

Cada situación es un mundo, eso está claro. Lo más sencillo en ocasiones es ayudar a pagar el alquiler y la alimentación. Pero muchas veces hay que estudiar la situación familiar y administrativa para ver hasta dónde se puede llegar para ayudar a unas personas que están en situaciones complicadas. Hay muchas familias uniparentales. Por ejemplo, si tú tienes una situación administrativa irregular puede que tus hijos no se puedan escolarizar; si tienes que cuidar a los hijos a lo mejor no puedes estar formándote o haciendo otras cosas porque tienes que estar pendiente de eso. Pero si consigues escolarizarlos tienes tiempo para arreglar tu vida social y laboral. 

Una de las grandes dificultades que encuentran es la falta de alojamiento. ¿Saben a qué se debe?

El porqué no lo sé. No hay mucha oferta de vivienda de alquiler y eso produce que los precios sean cada vez sean más altos, lo que deriva en dificultades para muchas personas. 

Por eso te decía que no por encontrar trabajo se sale de la pobreza. En Soria el precio medio no baja de los 600-650 euros y con un sueldo medio de 1.200 euros, de los que también hay que quitar los gastos de suministros y la comida, se reduce bastante. Y, ¿has salido de la pobreza? No. Mucha gente opta por compartir o por alquilar una habitación nada más. Pero el alquiler de habitaciones ha pasado de los 150 euros a los 250-350 euros. Es mucho dinero. El tema del alquiler es un problema para todo el mundo, pero es peor todavía si estás en una situación de necesidad o irregular que no puedes trabajar siquiera. Tenemos que mediar todos, y todas las administraciones tienen que hacer política de vivienda para que haya más oferta.  

El día 24 celebraron la Virgen de la Merced, patrona prisiones donde también desarrollan un programa  de inclusión para la reinserción...

Trabajamos con internos que están en segundo grado y tienen derecho a disfrutar de permiso penitenciario. Algunos no tienen a su familia cerca o su familia no les quiere o no tienen nada de nada, ni adónde ir. Ahí es donde entramos nosotros. Tenemos un recurso, un piso, donde pueden estar hasta dos presos a la vez disfrutando de su permiso penitenciario. Esto significa que tienen que hacer cosas sencillas que no hacen y no saben hacer en prisión (comprar, hacer la comida...). También les ayudamos en temas administrativos (renovar el DNI, sacarse el carné de conducir…). 

No menos importante, están la animación comunitaria y el voluntariado...

El voluntariado es lo principal que tenemos en Cáritas. Trabajamos diez personas entre técnicos y directivos y tenemos, habitualmente, unos 90 voluntarios. Qué haríamos si no tuviéramos voluntarios...

¿Quiere hacer un llamamiento?

Sí, por supuesto. Siempre. Es una actividad que llena mucho y tenemos muchos programas para su desarrollo. Todos tenemos habilidades. Es un llamamiento a la gente que de verdad tiene eso en el corazón. Aquí tiene las puertas abiertas.

¿Cuál sería su escenario social ideal?

Aquí me sacas la vena de cristiano: sería el Reino de Dios. La situación ideal es que todos luchemos en la misma dirección por lo menos aquí. Que con eso avanzaremos mucho.