En Ólvega, una iniciativa popular dada a conocer en Change.org (https://www.change.org/p/junta-de-castilla-y-le%C3%B3n-la-espa%C3%B1a-vaciada-no-es-un-vertedero-la-salud-es-lo-primero?utm_content=cl_sharecopy_23610848_es-ES%3A2&recruiter=63171206&utm_source=share_petition&utm_medium=copylink&utm_campaign=share_petition&utm_term=share_for_starters_page) está recogiendo firmas para presentar alegaciones al proyecto de ampliación de la planta de tratamientos de residuos tóxicos de la empresa Distiller. Una de ellas considera que las nuevas emisiones afectarían negativamente a la calidad de las empresas y productos alimentarios de la comarca.

Son diez alegaciones, que hablan de ese hipotético perjuicio a la industria alimentaria; también del incremento del consumo de agua, cuyo origen - denuncian- no está correctamente descrito en el proyecto.

Y alertan de una deflagración y contaminación tóxica en caso de accidente o incendio porque la empresa almacenaría el doble de productos inflamables. La compañía ha declinado hacer declaraciones y asegura que sólo van a "adecuar las instalaciones a las recomendaciones de la normativa europea". Una postura que defiende la propia alcaldesa de la localidad, Elia Jiménez.

La promotora de la iniciativa, Pilar López, explica que "los vecinos nos hemos quejado en numerosas ocasiones al 112 y al ayuntamiento de olores no sólo desagradables, sino que además causan diferentes malestares físicos como dolor de cabeza, náuseas, picor de ojos o garganta entre otros". "Y no es para menos puesto que esta empresa arroja al aire sustancias como dioxinas, hidrocarburos... altamente cancerígenas y teratogénicas que flotan sobre nuestras cabezas sin que ni siquiera haya una estación medidora fija de calidad del aire", añade.

Las alegaciones pretenden que la Junta de Castilla y León deniegue la declaración de impacto ambiental. La "modificación sustancial" del proyecto permanece en exposición pública y el 3 de agosto finaliza el plazo para presentar alegaciones.