Exigido por su escaso margen de ventaja sobre la zona de descenso, el Celta fulminó este sábado a la UD Las Palmas (4-1) con una exhibición futbolística de Iago Aspas, que comandó la goleada de su equipo con dos goles y otras dos asistencias, un vendaval para el equipo canario, que alargó en Balaídos su preocupante caída en picado.
Como de costumbre, Las Palmas fue un equipo valiente. García Pimienta le ganó de inicio la batalla táctica a Claudio Giráldez poblando de futbolistas el centro del campo.
El Celta no estaba cómodo, incapaz de salir de la presión amarilla. Y por si fuera poco, a los once minutos, el central canario Juanma Herzog explotó un enorme desajuste defensivo de Unai Núñez y Swedberg tras un saque de esquina para superar a Vicente Guaita.
El 0-1 empequeñeció todavía más al Celta, sin respuesta al juego de su rival. En el siguiente ataque, Munir enmudeció Balaídos con un disparo cruzado que se marchó ligeramente desviado. Y nueve minutos después de su gol, en una acción similar, el canterano Herzog rozó el 0-2, pero Guaita lo evitó bajo palos.
El Celta tenía serios problemas para conectar con sus futbolistas de ataque, pero encontró en los espacios que dejaba Las Palmas a la espalda de sus defensas el camino hacia la victoria.
El primer aviso llegó con un remate de Carles Pérez que se marchó alto después de un pase picado de Fran Beltrán. El segundo en un mano a mano de Larsen con Álvaro Valles, tras un pase en profundidad de Mingueza, que el delantero noruego no aprovechó.
El equipo de Giráldez ya estaba más suelto, y en dos minutos de inspiración fulminó a Las Palmas, primero con un tanto de Iago Aspas y después con otro del atacante sueco Williot Swedberg, la gran novedad en el once celeste.
La segunda mitad arrancó eléctrica. En menos de un cuarto, el Celta dispuso de hasta cuatro oportunidades para aumentar su ventaja pero se estrelló contra un inmenso Álvaro Valles, que privó del gol a Mingueza, Fran Beltrán, Carles Pérez y Jailson entre los minutos 50 y 59.
García Pimienta refrescó su once con la entrada de Sandro y Javi Muñoz, pero poco después otro error de su equipo en el centro del campo permitió a Iago Aspas montar un rápido contraataque para regalar el gol al griego Tasos Douvikas, que llevaba cinco minutos en el campo.
Las Palmas bajó los brazos, y el Celta siguió atacando. Aspas firmó el cuarto, el segundo de su cuenta, y Hugo Álvarez disfrutó dos claras ocasiones para cerrar la manita celeste.