Las previsiones para el año hidrológico 2024/2025 que comienza el martes 1 de octubre son «buenas» en su inicio, gracias al nivel de las reservas del pantano de la Cuerda del Pozo para estas fechas, por encima de la media de la década. No obstante, tal y como puntualizan desde la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), la evolución dependerá de la meteorología del otoño y el invierno. 

En cualquier caso, el embalse soriano se sitúa al 53,3% de su capacidad, con 132,6 hectómetros cúbicos, mientras que el año anterior por estas fechas se hallaba en el 41,8% (127,1 hectómetros cúbicos) y la media de los diez años anteriores está fijada en el 51,1% (127,1 hectómetros cúbicos). La precipitación acumulada en la última semana ha sido de 30 litros por metro cuadrado, mientras que en el conjunto del año hidrológico (a 25 de septiembre) se eleva a 807,6 litros por metro cuadrado.

Cabe recordar que el cumplimiento mínimo de reservas para el final del año hidrológico 2023/2024 aprobado por la Comisión de desembalse celebrada en abril fue de 65 hectómetros cúbicos. «Este valor se cumple de forma muy holgada, lo que redunda en un inicio muy favorable».

Respecto al balance del periodo   2023/2024 que está a punto de finalizar, en el caso del Alto Duero, tramo de cuenca en el que se sitúa la Cuerda del Pozo, el otoño del año pasado año, con las abundantes precipitaciones registradas, tuvo su efecto de recuperación rápida de los niveles embalsados durante los meses de noviembre y diciembre. 

Así las cosas, el pantano afrontó el inicio de la estación fría situado en niveles de resguardo por seguridad de la presa y así se mantuvo durante todo el invierno, especifican las mismas fuentes de la CHD.

Además, la «abundante» pluviosidad de la primavera permitió mantener el nivel del embalse sin importantes salidas de caudal hasta el mes de mayo. De hecho, durante la campaña de riego los consumos del sistema del Alto Duero han sido los habituales y se ha desarrollado con «normalidad».

próximos meses. Según la CHD, un año normal en cuanto a precipitaciones sería «suficiente» para garantizar un buen llenado del embalse durante el primer semestre del próximo año hidrológico, teniendo en cuenta el buen nivel de las reservas actuales.

En las primeras semanas de la nueva campaña se convocará una sesión de la Comisión de Desembalse que definirá el régimen de llenado de todos los embalses de la Cuenca del Duero. Cabe recordar que el Plan Especial de Sequía recoge los distintos umbrales entre las situaciones de 'normalidad', 'prealerta', 'alerta' y 'emergencia', así como el límite de 'reserva mínima', que en el caso de la Cuerda del Pozo está establecido en 30 hectómetros cúbicos. Por debajo de este valor, únicamente se permitirían desembalses para garantizar los abastecimientos de la población y los requerimientos ambientales.

los regantes. En el Canal de Almazán se encuentran en plena cosecha. El presidente de la Comunidad de Regantes adnamantina, Sergio Muñoz, corrobora que se va a terminar la campaña con «buenas reservas», que son «muy válidas» de cara a la temporada venidera. «En cuanto a los consumos, hubo que regar menos en primavera por las lluvias. Por ejemplo, el cereal apenas se regó. También el invierno fue bueno», apunta.

En cualquier caso, Muñoz advierte de que no hay que dejar de «mirar al cielo» ya que, aunque las reservas son óptimas, es necesario que llueva y nieve en invierno. «Con un poco más, no habría problema», señala.

En estos momentos, los agricultores del Canal de Almazán se encuentran inmersos en la recogida de patata, zanahoria y cebolla, y hasta principios de la semana que termina se ha estado recolectando verdura. En unos 15 o 20 días dará comienzo la cosecha de remolacha y a punto está de arrancar la de girasol.

Por su parte, el presidente de la Comunidad de Regantes de Olmillos, Javier Ines, explica que el final de la campaña está siendo «tranquilo». «Para que siga así, solo hace falta que llueva  y que la temperatura sea suave [...] Este año ha sido normal en cuanto a producción, aunque depende del cultivo. Lo que peor ha ido ha sido el cereal», concluye.