Jesús Nazareno ya descansa en su ermita del siglo XVIII tras una procesión de la bajada emocionante con la que Almazán ha vibrado más que nunca. Miles de personas han acudido a la cita, desde la Iglesia de Nuestra Señora de Campanario. Este año las andas las ha llevado Óscar García y sus más allegados, tras imponerse en la subasta de los banzos por 7.000 euros.
A las diez en punto de la noche, la imagen del Nazareno ha entrado en la plaza Mayor donde ha estallado la traca pirotécnica de cien kilos de pólvora que ha iluminado la noche adnamantina a su paso. Cerca de la torre del reloj, Jesús Nazareno se ha dado la vuelta para regresar a su ermita sin dar la espalda a los vecinos y vecinas que han vivido con fervor el acto más esperado del año.D
Después, cientos de personas han aguardado para ver de cerca la talla, a la que asociaciones y peñas de honor han ofrecido cestos con flores.