El estreno 'más dulce' en una fase final

J. Caballero (SPC)
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Ray Houghton (d) anotó el gol del triunfo.

Solo fueron tres puntos. Pero, sin duda, resultaron muy especiales. La República de Irlanda finalizó la Eurocopa de 1988 en la tercera posición del Grupo B. Un resultado, a priori, nada destacable para gran parte de las selecciones continentales pero que para 'El Ejército Verde' siempre será recordado.

Aquella escuadra, que hacía su primera aparición en una fase final, tuvo un estreno inmejorable contra Inglaterra. El combinado de los 'tres leones' era el favorito en el primer encuentro de ambos equipos en el certamen celebrado en Alemania. Pero los pupilos de Jack Charlton (quien fuera precisamente campeón del mundo con los británicos en 1966) no se amedrentaron ante el potencial de su oponente y consiguieron una primera e inolvidable victoria en el campeonato.

Solo tardaron seis minutos en abrir el marcador. Un mal despeje de la defensa inglesa fue aprovechado por John Aldridge que, de cabeza, encontró a Ray Houghton. El centrocampista, con otro preciso remate con la testa, fue capaz de anotar a Peter Shilton para hacer el 0-1.

Pese a aquel tanto, el plantel de Bobby Robson no se vino abajo y trató de buscar el empate de manera activa en la segunda parte. Sin embargo, se toparon con la figura de Packie Bonner. 

El guardameta fue providencial en los segundos 45 minutos al realizar varias atajadas de mérito a los delanteros ingleses, en especial a Gary Lineker.

Aquel triunfo despertó la ilusión de una República de Irlanda que volvió a dar la talla tres días después al conseguir empatar contra la Unión Soviética gracias a la valiosa diana de Roonie Whelan (1-1). 

Solo la derrota por la mínima contra Países Bajos en la última jornada (0-1) impidió a los 'verdes' conseguir lo que hubiera sido una clasificación histórica para las semifinales.

Aún así, la actuación de aquella escuadra estuvo muy por encima de las expectativas iniciales. De hecho, no sería hasta 2012 cuando volvería a participar en una Eurocopa. En aquella ocasión acabó encuadrada en un competitivo grupo con España, Italia y Croacia, quedándose sin puntuar.