Cabrejas, hallazgo de un fósil único de tortuga migratoria

A.P.Latorre
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Un paleontólogo publica en una revista especializada la relevancia de este hallazgo de hace 95 millones de años en tierras sorianas y comprueba la adaptación de estos ejemplares a ambientes marinos

Cabrejas, hallazgo de un fósil único de tortuga migratoria

El paleontólogo Adán Pérez García, investigador de la Facultad de Ciencias de la UNED, acaba de publicar un interesante artículo en la revista Journal of Iberian Geology sobre un fósil de tortuga marina migratoria hallado en Cabrejas del Pinar. Y es que en las montañas que rodean a la localidad hay muchos sedimentos de tipo caliza y arcillas depositadas en el Cretácico, hace entre 80 y 120 millones de años. «En esos niveles es bastante común la presencia de fósiles de moluscos, de conchas y caracolas. Como la zona tiene relieves montañosos y zonas de cultivo es fácil encontrar allí fósiles que caen o que afloran directamente», explica el paleontólogo especializado en tortugas. 

El vecino de Cabrejas, Juan Manuel Pérez Hernández, aficionado a la pintura y a los fósiles, encontró el esta pieza en la década de los 80 y le llamó la atención. Estaba acostumbrado a identificar fósiles de animales marinos pero ese resto le pareció extraña y pensó que podía ser interesante para su estudio, así que la donó a la ciencia, actualmente formando parte de la colección de la Sala de las Tortugas de la Universidad de Salamanca. Y gracias a este gesto se ha podido analizar la pieza en profundidad y avanzar en las investigaciones, subraya el paleontólogo.

Adán Pérez García, especializado en la investigación de tortugas fósiles, relata que se ha estudiado este ejemplar, y otros atribuibles al mismo grupo de tortugas y procedentes de otras regiones tanto ibéricas como extranjeras, en los últimos años. El fósil de Cabrejas corresponde al molde interno o relleno del caparazón de una tortuga de pequeño tamaño, de no más de 15 centímetro de longitud, con un caparazón bajo y redondeado. 

Cabrejas, hallazgo de un fósil único de tortuga migratoriaCabrejas, hallazgo de un fósil único de tortuga migratoria«Lo bueno es que cuadra muy bien con algo que habíamos estudiado recientemente, una tortuga muy relevante que descubrimos en Castilla La Mancha, en la localidad de Algora, que es Algorachelus. En tiempo coincide con la tortuga hallada en Cabrejas del Pinar, son más o menos sincrónicos, de hace aproximadamente unos 95 millones de años, lo que llamamos el Cretácico medio», detalla Adán Pérez García.

cerca del mar. Destaca el interés del hallazgo de una tortuga marina, porque en aquellos momentos Cabrejas tenía mar. Además, estas tortugas son «muy peculiares» porque «hay dos grandes grupos de tortugas a nivel mundial». «Un grupo son las criptodiras, es decir, las tortugas habituales que conocemos, a las que pertenece cualquier tortuga terrestre actual, las tortugas marinas y los galápagos. Estas tortugas retaen su cuello, dentro del caparazón, mediante un movimiento vertical. El otro grupo es el correspondiente a las pleurodiras, de movimiento de cuello horizontal, y muy escasas en la actualidad ya que están restringidas a zonas tropicales e intertropicales, donde encuentran las condiciones climáticas óptimas que requieren para poder vivir», relata. 

En el pasado las temperaturas del planeta fueron cambiando y precisamente en el Cretácico medio, en el momento que se sitúa el hallazgo de Cabrejas, la temperatura global de la Tierra era mucho más cálida que en la actualidad. «Eso permitió que algunos animales se fueran moviendo, ampliando su área de distribución. En el caso de algunas las tortugas pleurodiras, y concretamente las del linaje al que pertenece la tortuga de Cabrejas, adquirieron una ventaja durante el Cretácico: se adaptaron de ser tortugas de agua dulce a la vida en ambientes marinos litorales» y, de esta manera, consiguieron sobrevivir en agua salada e desplazarse por las líneas de costa, ampliando su área de distribución e invadiendo nuevos territorios. 

De hecho, la tortuga pleurodira que habían identificado hasta ahora en Algora era una nueva especie de tortuga denominada Algorachelus peregrina, por lo que «es la primera tortuga que conocemos que migró de los grandes continentes del sur a los del norte». 

evidencias. «La tortuga de Cabrejas evidencia más el éxito de ese movimiento, ya que estas tortugas que llegaron a la Península Ibérica ocuparon gran parte de ella. Un ejemplar fósil de Estados Unidos. Que vivió sólo unos pocos millones de años después,  nos confirma además el éxito de este linaje, que pasando por África y Oriente Próximo llegaría a la Península Ibérica y desde allí a Norteamérica, en un periodo de tiempo breve a nivel geológico», explica el experto, por lo que, en hallazgo de Cabrejas del Pinar, supone «una pieza más en este puzle que nos permite reconstruir la Paleontología poco a poco».

En Cabrejas y en su área no había sido hallado, hasta ahora, ningún fósil de vertebrado, y eran muy pocos los del Cretácico conocidos en el entorno de Soria. En Castilla y León vertebrados sí que hay, pero correspondían tanto al final del Cretácico, como a momentos anteriores, pero no al Cretácico medio, «un periodo muy relevante porque tiene una curiosidad, que apenas se conoce registro a nivel europeo». 

«Se identifican faunas anteriores, que son radicalmente diferentes a las del Cretácico medio, y también se conocen faunas del final de la era de los dinosaurios, que se parecen algo más, pero, hasta ahora, apenas  se conocía cómo se había producido la transición faunística que había generado ese cambio radical. El Cretácico medio nos permite ver que había grupos, como aquel al cual pertenece esta tortuga, que llegaron desde África y otros continentes, se adaptaron muy bien y sustituyeron a los animales que teníamos aquí», explica. Así, las tortugas anteriores desaparecieron, y empezó a haber una abundancia de tortugas de origen africano a lo largo del Cretácico Superior.

En principio, el hallazgo de Cabrejas parece «esporádico» y no parece que haya un yacimiento como tal. Pasa muchas veces con organismos marinos: si se piensa en las tortugas marinas actuales, normalmente son animales que viven solos, salvo cuando van a poner los huevos a la playa, que no es el caso. « No hay indicios para poder hacer una excavación ya que no se ha identificado una concentración de restos, pero sí es altamente probable que los niveles del Cretácico de Cabrejas del Pinar oculten otros restos paleontológicos de alto valor científico y patrimonial», explica el especialista en tortugas. 

En definitiva, se trata del  primer ejemplar de un vertebrado fósil hallado en las inmediaciones de Cabrejas y se atribuye al grupo de tortuga pleurodira del Cretácico medio, nunca antes hallado en Castilla y León. Además, es compatible con el botremídido litoral Algorachelus, un botremídido cenomaniense conocido en el registro fósil de Europa (España y Portugal), Norte América (Utah) y Próximo Oriente (Palestina). Por lo tanto, en la localidad soriana de Cabrejas del Pinar se reconoce uno de los pocos afloramientos pre-santonienses de Laurasia donde se identifica la presencia de un miembro de Pleurodira.