El Vía Crucis Penitencial de la Cofradía de la Flagelación del Señor dejaba una imagen espectacular el Martes Santo en Soria, pero también un sonido que es seña de identidad de la Semana Santa. Para ese resultado hay un trabajo detrás que hoy descubrimos desde su sede: la Iglesia de la Virgen del Espino. "Ahora la gente se acuerda de la Semana Santa, pero nosotros nos ponemos a pensar en ello prácticamente al terminar el verano", reconoce Damián Ferrero, Hermano Mayor de la Cofradía.
Pasada la festividad del Pilar comienzan los primeros ensayos con los instrumentos de viento, una labor de meses a cargo de personas que no son músicos. "Aquí ninguno nos dedicamos a esto, pero nos asesoran un par de profesores para pulir todos los detalles", explica Daniel Andrés, intengrante de la sección de viento.
Ese trabajo implica el perfeccionamiento de instrumentos complejos como la trompeta. "Exige muchísimo trabajo, estamos aprendiendo todo el rato", reconcoe el propio Andrés. No hay que olvidar a la corneta, el sonido más representativo junto con la percusión en las procesiones. "Es la que da el timbre de la Semana Santa", explica Damián Ferrero.
Unas 130 personas serán las encargadas de procesionar este año en la Flagelación del Señor, pero por el momento unos pocos ensayan cuatro días a la semana para que el próximo Martes Santo se vuelva a reflejar la pasión por la Semana Santa