El Ministerio de Sanidad lanzó una campaña en junio para prevenir infecciones de transmisión sexual (ITS) en jóvenes, bajo el lema 'Yo soy del sexo seguro'. El objetivo de este tipo de acciones no es otro que fomentar la prevención, el autocuidado y la responsabilidad individual en su salud sexual y de las personas con las que se relacionan. Y es que, según los datos del Centro de Nacional de Epidemiología, el 10,6% de los nuevos diagnósticos de VIH corresponden a menores de 25 años, el 10,2% de los casos notificados de sífilis también se circunscriben a este grupo de edad, al igual que el 23,8% de gonorrea, y el 37,6% de clamidiasis.
Soria no es una excepción en esta tendencia, si bien hay que tener en cuenta que a partir de 2021 el número de pruebas casi se ha duplicado, debido a la introducción del nuevo equipamiento en el Laboratorio de la Unidad de Microbiología del Hospital Universitario Santa Bárbara de Soria. «Ahora el diagnóstico lo hacemos aquí con técnicas de gran sensibilidad y especificidad como son las PCR, lo que permite una detección más accesible», advierte la jefa del servicio, Carmen Aldea.
Así las cosas, Soria registra un incremento de positivos de ITS en los últimos tres años, un crecimiento ligado a este hecho de la implementación de los medios del laboratorio que ha permitido que se hayan intensificado las PCR realizadas. «La incidencia aumenta porque hacemos más pruebas. Se conciencia a los clínicos de que hay que hacer diagnóstico y nosotros tenemos una acción proactiva. Se han mejorado las técnicas y se han introducido nuevas de PCR en el servicio», reitera Aldea.
- Foto: E.G.M Eugenio Gutiérrez MartínezPor su parte, la facultativa de Microbiología Susana García explica cómo se procesan las muestras (VIH, ITS y Virus del Papiloma Humano -VPH-). «Se ven los positivos, una amplificación del material nucleico de los microorganismos, cómo salen los controles internos y las gráficas. Es muy sencillo, los aparatos nos permiten ver muchas muestras [...] En el primer analizador detectamos, directamente, el microorganismo; en el otro, los anticuerpos que el paciente genera frente a los microorganismos», cuenta.
SÍFILIS. La facultativo desgrana los resultados obtenidos en sífilis y VIH desde el año 2017, lo que evidencia lo señalado anteriormente: se practican muchas más pruebas y, por tanto, se descubren más positivos. En sífilis (Treponema pallidum), en el año 2017 se llevaron a cabo 1.157 análisis y se hallaron diez positivos, mientras que ya en 2021 -a raíz de la instalación de nuevo aparataje en la unidad- se efectuaron 1.865 pruebas y se localizaron 23 positivos. El pico más alto de exámenes realizados fue en 2022, con 2.133 y 32 positivos, y el año pasado se realizaron 2.084 pruebas y se concluyeron 30 diagnósticos positivos en esta infección de transmisión sexual.
Respecto a los grupos de edad, los datos indican que la mayoría de casos se determinó en pacientes de entre 35 y 44 años, aunque también destacan las franjas de edad entre 45 y 54 años y entre 25 y 34 años. Además, hay más positivos en varones que en mujeres.
«En sífilis el diagnóstico no es tan inmediato como en otras ITS. Los anticuerpos permanecen de por vida y muchas veces no somos capaces de saber si la infección se ha producido hace un año o hace veinte, por eso se da en personas de más edad [...] Además, cuando una persona empieza con signos de deterioro cognitivo, por protocolo, se pide esa prueba. De hecho, a partir de los 65 años hay un leve repunte en mujeres y es por este motivo», aclara la facultativa.
VIH. En cuanto a la incidencia del VIH (virus de inmunodeficiencia humana) está «más mantenida» en los últimos años. «Hace tiempo que tenemos pruebas muy sensibles, automatizadas y capacidad de hacer estudios a gran escala», asevera Susana García.
No obstante, también en VIH se han acometido más analíticas en los dos últimos años. En concreto, en 2017 se realizaron 2.390 con un resultado de 15 positivos; en 2018, 3.011 y 14 nuevos casos; en 2019, 3.329 y diez diagnósticos de VIH; baja en 2020, año de la pandemia en el que se redujo la actividad asistencial y se limitaron los contactos personales por el confinamiento, tanto en el número de análisis, 3.005, como de positivos, tres; en 2021 crece levemente a 3.118 y cinco casos; en 2022 se alcanzan las 3.554 pruebas y los diez positivos; y en 2023 se anotaron 3.387 muestras y cinco casos.
Por grupos de edad y sexo, de 2017 a 2024, el mayor número de diagnósticos se da en entre los 35 y 54 años, aunque cabe reseñar que 14 nuevos positivos se dieron en pacientes de entre 20 y 34 años, y uno entre 15 y 19. El 85% son hombres.
VPH. El Virus del Papiloma Humano (VPH) tiene su máxima incidencia en la primera década del inicio de las relaciones sexuales, entre los 15 y 25 años, especifica la facultativa de Microbiología Nerea Sánchez. «Está relacionado con el número de contactos sexuales y de parejas. Es un virus que se puede aclarar el primer año, pero se pueden producir nuevas infecciones, con lo cual puede cronificarse. Es muy prevalente y la ITS más frecuente. El 80% de las personas sexualmente activas van a contraer la infección, al menos, una vez en la vida», significa.
Además, la sanitaria pone el acento en que hay genotipos de alto riesgo que son precursores de neoplasias. Hay que recordar que el VPH es la causa principal del cáncer de cérvix y también se ha establecido su relación con otros tumores anogenitales (vagina, vulva, ano y pene) y del área de cabeza y cuello (orofaringe, cavidad oral y laringe).
«Hacemos VPH cuando vienen de patología cervical, a partir de los cribados de cáncer de cuello de útero. Cuando la citología es positiva, el paciente va a la consulta y el seguimiento lo hacemos nosotros», refiere Nerea Sánchez.
En 2023, en la Unidad de Microbiología se examinaron 412 pruebas, de las cuales 31 fueron positivas en genotipo 16; seis en genotipo 18; y 50 de otros genotipos de alto riesgo. El resto de resultados fueron de bajo riesgo o negativos.
Igualmente, hay que señalar que el número de positivos ha descendido en los últimos años gracias a la campaña de vacunación frente al VPH a los menores de 12 años y, sobre todo, al programa de prevención y diagnóstico precoz del Sacyl que contempla una citología cada cinco años a mujeres entre 25 y 64 años.
CLAMIDIA Y GONORREA. Álvaro Leal, facultativo de la Unidad de Microbiología del Hospital Universitario Santa Bárbara, coincide en que ha habido «un punto de inflexión con la introducción de la PCR en 2021» en Soria. «Antes, la mayoría de las muestras se mandaban fuera; ahora hacemos muchas más, lo que mejora el diagnóstico. Las técnicas anteriores eran menos sensibles y apenas salían positivos al practicarse pocas pruebas. También hay que tener en cuenta que dos o más positivos pueden ser del mismo paciente, ya que se realiza el seguimiento de los tratamientos prescritos, para ver si funcionan o no, o pueden darse reinfecciones», especifica.
Los datos revelan un incremento de la incidencia de clamidiasis (Chlamydia trachomatis), gonorrea (Neisseria gonorreae) y micoplasma genital (Mycoplasma genitalium).
Al igual que las ITS mencionadas con anterioridad, se evidencia ese incremento sustancial en el volumen de PCR y, por consiguiente, un repunte de los positivos. Todos los casos de clamidiasis y micoplasma genital se han diagnosticado mediante PCR, mientras que en gonorrea de 2017 a 2020 los positivos se detectaron por cultivo y ya a partir de 2021 se introdujo la PCR.
De este modo, en 2021 se realizaron 103 PCR (90 pacientes) y se concluyeron doce positivos de clamidia, cuatro de gonorrea y uno de micoplasma genital. Las cifras ya se dispararon sustancialmente un año después, cuando se alcanzaron las 424 PCR (349 pacientes), con 28 casos de clamidiasis, 22 de gonorrea y ocho de micoplasma; el pasado año, el volumen de análisis llegó a los 950 (727 pacientes), con 54 positivos en clamidia, 17 en gonorrea y 20 en micoplasma; y este año se prevé que pueda registrarse un récord en la cifra de PCR y, previsiblemente, en nuevos casos de estas infecciones, teniendo en cuenta que hasta mayo se efectuaron 448 pruebas (387 pacientes) con 24 casos de clamidia, doce de gonorrea y 15 de micoplasma genital.
«En la gonorrea se sigue haciendo cultivo para comprobar las resistencias a los antibióticos. La PCR para la clamidia y el gonococo es la misma. La población con más incidencia está entre 20 y 44 años [...] El micoplasma no es de declaración obligatoria y se da más entre los 24 y 35 años», matiza Álvaro Leal.
INFECCIONES CONCOMINANTES. La jefa de la Unidad de Microbiología del hospital soriano, Carmen Aldea, hace hincapié en que las infecciones de transmisión sexual suelen ser concomitantes con otras patologías de gravedad como la hepatitis C, hepatitis B, herpes, herpes genital o, incluso, sarna (por contacto íntimo). «Todo esto hay que tenerlo en cuenta. Por ejemplo, cuando hay sospecha de VIH también se mira hepatitis B y C, y sífilis. Las cuatro ITS van a estudio», ejemplifica la sanitaria.