El puente de piedra está de obras. Por una parte, las de urgencia para la reparación de los desperfectos que ocasionó la borrasca Juan el pasado mes de enero y las más exhaustivas planteadas en el programa de  rehabilitación y humanización de las travesías del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible del Gobierno de España. Tras la formalización del contrato el pasado 1 de abril, los trabajos, por valor de 1,14 millones de euros, tendrán como objetivo solucionar los problemas de erosión intensa y roturas de sillares detectados especialmente en la boquilla de la bóveda del primer vano, en los tajamares y en otras zonas sensibles, así como de humedad, desperfectos y mal estado en su pavimento superior. Ambas intervenciones, confirma el Gobierno de España, se solaparán.

Las obras de urgencia tienen un presupuesto de 489.109 euros y fueron aprobadas el pasado 4 de junio por el Consejo de Ministros para hacer frente al riesgo de derrumbe del estribo, las aletas de mampostería y del tablero de esta infraestructura sobre el Duero tras los destrozos ocasionados por la borrasca Juan. Los trabajos en la zona han puesto al descubierto, por cierto, una antigua calzada.

El arreglo de este tramo de 111 metros 'independizado' del proyecto de humanización de las travesía de la N-234 a su paso por la capital tendrá una duración de 12 meses aproximadamente, un período de 48 semanas en las que algunas labores tendrán que acompasarse al ciclo de mayor estiaje del Duero, como el sellado de las fisuras con lechada de cal hidráulica, a fin de garantizar la creación de un recinto de trabajo seco en torno a la base de los tajamares.

La Unión Temporal de Empresas (UTE) Alvac-Orion será la encargada de acometer esta actuación que tiene como objetivo final reparar la estructura original, bastante dañada por la acción de la erosión provocada por los agentes atmosféricos y, a la vez, el calmado del tráfico compaginando el paso de coches y camiones, ciclistas y peatones.

Durante las obras, esta plataforma fluvial que da servicio a la ciudad desde mediados del siglo XII, será necesario llevar a cabo el corte de tráfico total sobre el puente. Según el proyecto, se intentará que el corte «tenga la duración mínima» ya que, dado que es el único puente que une la ciudad con la otra orilla del Duero. Para el desvío sólo habrá una única alternativa: la variante SO-20. De momento, no obstante, no hay fechas concretas. El Ministerio de Transportes sigue trabajando en el diseño de un calendario en función de los avances y las necesidades de la obra. En cualquier caso, indican, se anunciará con antelación todas las afectaciones a la circulación motivadas por las obras.

PASO PEATONAL. Según el proyecto original, la sustitución de baldosas de la zona peatonal se irá llevando a cabo por tramos, con lo que se garantizará que al menos una de las dos aceras continúe abierta al tránsito de peatones en una zona de paso muy importante para el turismo, dado que facilita el acceso a enclaves como los Arcos de San Juan de Duero, las sendas de los paseos de las márgenes conducen a la ermita de San Saturio. El estudio estructural del puente medieval de piedra realizado en julio del año 2021 evidenció numerosos problemas de conservación del puente incluido el «grado de intensidad elevado» de daño en una zona sensible estructuralmente dada la erosión de algunos de los sillares, así como pérdidas de material y fisuras en la cimentación de la infraestructura. Los sillares en peores condiciones tendrán que ser sustituidos por  nuevas piedras.

La última reparación del puente tuvo lugar en el año 1989 cuando se llevó a cabo una rehabilitación general de su estructura junto al recrecido de los tajamares y la instalación del alumbrado. De cara a los trabajos de rehabilitación se instalarán andamios modulares tubolares fijos colgados a la estructura del puente. Primero se colocarán sobre del vano primero al cuarto y, finalmente, los cuatro restantes.