La suspensión del Pleno de las Cortes de este miércoles, en el que se tenía que debatir y votar el techo de gasto que soporta el proyecto de Presupuestos de Castilla y León para 2025, ha servido para que el Ejecutivo autonómico gane tiempo para tratar de convencer al resto de grupos para que lo apoyen, o al menos no voten en contra. La decisión de posponer la sesión en solidaridad con las víctimas de la DANA en el este de España estira una semana más el tira y afloja entre la Junta y el resto de grupos para sacar adelante el primer paso para que la Comunidad tenga presupuestos el próximo año. Por el momento, las posturas no se han movido mucho de cómo estaban al inicio de la semana. El Gobierno autonómico apela a la «altura de miras» y la «responsabilidad» de los grupos, a los que «tiende la mano», para aprobar un «buen techo de gasto» y se compromete a tener contactos durante estas jornadas a fin de conseguir su aprobación. Desde el otro lado, el PSOE sigue jugando con la ambigüedad e insiste en pedir «gestos» de buena fe al presidente de la Junta para conseguir su apoyo en la votación del próximo miércoles.
El líder del PSOE, Luis Tudanca, no ocultó que su partido tenían «prácticamente» decidido el sentido del voto a las 11 de la mañana de este miércoles, aunque se resistió a desvelarlo, y admitió que «se gana tiempo» para llegar a un punto común al retrasarse una semana la votación. Respecto del «movimiento» que pide a Fernández Mañueco, Tudanca explicó que busca «una generosidad recíproca» para sacar adelante también presupuestos en ayuntamientos en los que el PSOE está en minoría, además de reforzar la sanidad, educación, servicios sociales o inversiones en las provincias. «No son condiciones imposibles, en ese punto estamos».
«Tendremos las reuniones y los contactos que sean precisos con aquellos grupos políticos que estén en condiciones de poder tomar una iniciativa de abstención o de apoyo», señaló por su parte el portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, tras ser cuestionado por los «gestos» que reclama el PSOE para apoyarlo. El también consejero de Economía mantiene el mismo discurso que las últimas semanas y ayer reiteró que «si impera el interés general el techo de gasto podrá aprobarse la semana que viene». Para ello recordó que el Ejecutivo autonómico sigue con «la mano tendida» a los grupos de la oposición para «sumar apoyos» y reiteró que «habrá los contactos que sean necesarios». Tampoco cambia en boca de Fernández Carriedo el recado que habitualmente deja, sin dar nombres, a PSOE y Vox, y confió en que los partidos «deje de recibir instrucciones de Madrid» y que tengan «espacio» dentro de sus procesos internos para revisar las cuentas.