La capital soriana estudia un plan para la cría del vencejo

S.Almoguera
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ASDEN había denunciado la eliminación de nidos en la rehabilitación de la iglesia de Santa Clara y en la muralla en torno al río Duero reclamando un mayor cuidado para estos pájaros «increíbles»

La capital soriana estudia un plan para la cría del vencejo - Foto: E.G.M Eugenio Gutiérrez Martínez

Son unos pájaros «increíbles» que  comen, viven, copulan y hasta duermen en pleno vuelo y que capaces de ir de Soria a Madrid o Zaragoza en unas horas. Además, son beneficiosos para el hombre. Consumen unos 200 insectos al día. «Sin ellos, se nos comerían los mosquitos en verano», apostilla Juan Luis Hernández, de SEO Birdlife Soria, y sus nidos apenas ocupan espacio porque suelen críar en huecos de cubiertas y grietas de edificios. El cielo de Soria, por lo menos entre finales de abril y mediados de agosto, sería irreconocible sin los vencejos o sin los «oncetes, loncentes o incluso foncetes», como se les conoce también en algunos puntos de la provincia soriana. Pero pese a ser una de las especies de aves migratorias más comunes y numerosas en Soria (Hernández estima que podría haber en torno a unos 4.000 ejemplares en toda la provincia) no está exenta de amenazas. 

Las rehabilitaciones y mejora de edificios antiguos ponen en peligro su reproducción, que justo en los meses de junio y julio se encuentra en su momento de máximo apogeo. Intervenciones patrimoniales como las desarrolladas en la capital soriana en el tramo de la muralla medieval en torno de la ermita del Mirón y el río Duero o la rehabilitación de la antigua iglesia del convento-cuartel de Santa Clara han eliminado muchas de sus estructuras de nidificación, a pesar de las peticiones y recomendaciones de SEO-Birdlife.

Hace unos años esta asociación ornitológica ya advirtió al Ayuntamiento de Soria sobre la necesidad de preservar los nidos de los vencejos, que además es una especie protegida, pero, apunta Hernández, «hizo la obra de la muralla y no nos hizo caso». Tampoco el Consistorio de Almazán, recuerda, lo tuvo en cuenta hasta que «la guardería ambiental obligó» a tomar unas medidas en este sentido para garantizar la conservación de especies ornitológicas. Hasta la fecha, apunta Hernández, «los hechos hablan por sí mismos» y el resultado ha sido la eliminación de muchos de los lugares en los que estas aves suelen anidar un problema al que se sumó las altas temperaturas que se vivieron el verano pasado, con olas de calor desde el mes de junio en plena época de cría, que provocaron la muerte de muchos de los pollos. 

Sin embargo, el Ayuntamiento de la capital está estudiando un plan para ayudar a la preservación de esta especie y otras aves en distintos entornos. Aún, insiste la concejala de Obras, Servicios y Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Soria, Ana Alegre, se encuentra en fase muy inicial de trabajo, pero se quiere combinar con una de las actuaciones medioambientales señalada en la Agenda Urbana Soria 2030: la creación de oasis para mariposas y otros insectos. Obras, Servicios y Medio Ambiente trabaja en esta iniciativa junto al departamento de Turismo y Comercio y es producto de «una sensibilidad desarrollada después de algunos problemas que hemos tenido», explica Alegre. Se refiere a las obras de restauración de la muralla en el tramo del Castillo que el año pasado afectaron a la reproducción del colirrojo y que ocasionaron, tras las protestas de entidades como la organización ecologista ASDEN (Asociación Soriana de Defensa y Estudio de la Naturaleza), la paralización de los trabajos hasta que esta ave completó su ciclo reproductivo. 

poco trastorno. En realidad, insiste Juan Luis Hernández, sería muy fácil garantizar que la colonia soriana de vencejos pueda continuar criando. Bastaría con impermeabilizar bien algunos puntos de las cubiertas que vayan a rehabilitarse y conservar los pequeños y estrechos huecos que utilizan estos singulares pájaros. El portavoz de SEO Birdlife en Soria se refiere en concreto a próximas restauraciones programadas en entornos como la casona del antiguo convento-cuartel de Santa Clara que, tras el traslado de la Subdelegación de Defensa a su nueva sede de la avenida Duques de Soria, acogerá la sede de la Asociación de Vecinos del Calaverón. 

Es además, insiste Hernández, el único lugar en la zona de Santa Clara en la que los vencejos pueden seguir criando tras la instalación en el edificio anexo de la antigua iglesia de chapas metálicas y mallas plásticas que impiden que puedan introducirse en los huecos de las tejas, una medida que fue denunciada públicamente por ASDEN, entidad que preside Hernández. Pero el objetivo es también que no se destruya la colonia que seguramente anida en la torre del antiguo palacio de Alcántara, en la calle Caballeros. 

Los vencejos son aves que «no meten mucho material en sus nidos», insiste, por lo que no resultan potencialmente dañinos para la estabilidad y conservación de los edificios. Además, apunta, «sólo están en el nido mes y medio». Y, reitera, hay alternativas como la colocación de  pequeñas cajas o estantes de madera que permiten que las parejas de vencejos puedan establecer sus nidos.