Convivencia y diversión con muchos valores

Shandra Ledesma
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La multiculturalidad vuelve a citarse en Covaleda después de siete años del primer Jamboree

Convivencia y diversión con muchos valores - Foto: Eugenio Gutiérrez Martínez

Chavales que regresan de una dura marcha por los alrededores, otros que transportan troncos de forma ordenada, los que están participando en los diversos talleres o aprovechando el espacio del ágora para plantear temas y debatirlos, los voluntarios, pendientes de que todo esté en orden para que hacer felices a los demás sea algo más que un lema... Al pasear por el Campamento Juvenil Raso de la Nava, en Covaleda, uno percibe un trasiego sosegado, reflejo del gran trabajo de organización que se lleva desarrollando desde mayo del año pasado para la celebración del Jamscout 2024, que congrega a más de 5.000 asistentes hasta este domingo, 21 de julio. El encuentro, organizado por el Movimiento Scout Católico (Scouts MSC), tiene un marcado cariz internacional, pues además de los participantes nacionales, procedentes de 16 comunidades, están los que han llegado desde Hong Kong, Francia, Italia, Países Bajos, Catar y Rumanía.

La vitalidad juvenil de los menores y jóvenes (los participantes tienen en seis y 21 años) se encuentra repartida en una treintena de hectáreas, en un paraje que la mayoría tilda de «espectacular». Y es que el respeto por el medio ambiente es una de las máximas de los scouts, como recuerda el secretario general de Scouts MSC, Pablo Mena, durante la visita de El Día de Soria. «Estamos en un enclave maravilloso y ésta es la segunda vez que elegimos Covaleda [la primera fue hace siete años]», rememora e indica que la sostenibilidad reina en el campamento, con placas solares y bandejas de comida biodegradables. Mena menciona los «tres pilares fundamentales que tenemos dentro del Movimiento:responsabilidad, en el sentido de desarrollo personal de cada uno; opción país, que es la labor de servicio a la comunidad, y la fe, porque somos católicos».

CREAR COMUNIDAD

- Foto: Eugenio Gutiérrez MartínezEse «compañerismo, la comunidad que se crea dentro del hermanamiento» es una de las virtudes que persigue, y consigue, el colectivo a través de su labor diaria y con este tipo de eventos, también denominados Jamboree (encuentro de tribus). Y se comprueba al charlar con los participantes en este Jamscout nacional, sobre todo con los de otras nacionalidades, de los países invitados, que coinciden en que se trata de una experiencia sin igual.

Para las francesas Jeanne Lassus y Eulalie Morin, de 14 y 15 años, respectivamente, la cita scout en Covaleda es su primer Jamboree. Este evento multitudinario «es algo muy diferentes de lo que hemos hecho antes porque hay mucha gente participando y la organización es muy buena», admite Jeanne, quien asegura estar «disfrutando mucho» de la experiencia. En su opinión, «es bonito conocer a otras personas y poder comunicarnos en inglés o en español para compartir nuestras experiencias; es algo muy agradable». Además, resalta, «todo el mundo es muy amable, así que estoy encantada de estar aquí». Su amiga Eulalie, también procedente de la hermosa ciudad gala de Pau, cuenta con emoción lo mucho que se está divirtiendo en su primer Jamscout:«Es una experiencia excelente. Lo estoy disfrutando mucho y me parece genial estar con otras muchas personas, conociéndolas».

Isaac, un encantador hongkonés de 16 años, comparte sus vivencias con este periódico ante la expectación de sus atentos y educados compañeros. Acaba de regresar de una marcha, pero se siente pletórico. «Hemos viajado muchos kilómetros para llegar hasta aquí y estoy muy contento con la experiencia», comienza para subrayar los «10 kilómetros» que han dejado sus «pies bastante cansados». Sin embargo, «a pesar de la dificultad y de que pensaba que no podría hacerlo, he tenido una especie de sensación de valentía para continuar y no desfallecer, para poder concluir». Para Isaac esto ha supuesto «un reto» que le ha procurado una «sensación de bienestar, como algo espiritual».

La socialibilidad que transmite Nawaf  no sólo lo hace con palabras, sino con su lenguaje corporal. Procedente de Catar, a sus 16 años éste es el segundo Jamboree en el que participa, pues el año pasado fue a la de Corea del Sur. «Es un encuentro maravilloso porque estamos conociendo a mucha gente de diferentes países y culturas, y podemos hablar entre nosotros de nuestras experiencias», relata alegremente para asegurar que encontrarse «en España está siendo muy divertido». «Lo adoro, me encanta, de verdad», enfatiza. Su compañero Jassim, de 15 años, también cuenta que estuvo en el encuentro de Corea en 2023 y que está disfrutando «mucho» de la estancia en Covaleda porque «hay muchos chicos para hacer diferentes actividades».   

ACTIVIDADES DE TODO TIPO

Entretenimiento y convivencia, además de testimonio del compromiso del Movimiento Scout Católico, forman parte de este campamento, que persigue «tener carácter más de evento» porque «es algo que es totalmente diferente a lo que están acostumbrados a hacer los niños, niñas y adolescentes con sus grupos scouts», mantiene Pablo Mena. El secretario general de Scouts MSC destaca «la suerte que tenemos de contar con una parte de multiaventura, que la está gestionando la Federación Española de Montaña (Fedme), que es una pasada. Tenemos por toda la arboleda que rodea un parque que es espectacular». Además, dentro del campamento «tenemos una gran cantidad de talleres en colaboración con diferentes entidades», como Manos Unidas, el Consejo de la Juventud de España, el Consejo de la Juventud de Castilla y León, la Junta de Castilla y León, Amnistía Internacional, la Fundación ONCE, Greenpeace, Oxfam Intermón, la Asociación Reconoce... Esta última, es de sumo interés para los voluntarios, pues les permite certificar «su participación y horas de voluntariado con las funciones específicas que han realizado». El jueves, además, la Guardia Civil realizó una demostración en el campamento.

'SIEMPRE LISTOS'

Porque la gestión y coordinación de un evento de estas características es fundamental, se cuenta con «unos 200 voluntarios (50 de ellos han trabajado más de un año en la organización), además de 10 empleados» para diferentes áreas, así como «los responsables que vienen acompañando a los chavales». Un encuentro internacional e intergeneracional donde la precisión organizativa prima. Al respecto, Mena ofrece «un dato curioso: comemos en un mismo turno en tres grandes comedores». Un rigor que les hace estar 'siempre listos'.