En el día después del severo varapalo parlamentario que recibió el Gobierno el pasado miércoles, se encendió la guerra del relato. La pinza entre el PP y Junts tumbó su propuesta estrella, el ya famoso decreto ómnibus que -entre un rosario de medidas- incluía la revalorización de las pensiones un 2,8% y tanto el Ejecutivo como populares y postconvergentes se apresuraron ayer a tirarse a la cabeza los trastos de la responsabilidad y a marcar territorio para obligar al rival a retratarse.

Tanto los populares como los de Carles Puigdemont anunciaron ayer que presentarán propuestas propias para revalorizar las pensiones y para que sean votadas de forma individualizada y no en un batiburrillo de asuntos como los que englobaba el decreto ómnibus.

El PP lo avanzó el miércoles y ayer lo recalcó: va a presentar «una ley que proteja a los jubilados» que incluya la subida de las pensiones un 2,8% pero sin mezclarla con otras cuestiones, como ha hecho el Gobierno, de manera que «los pensionistas no paguen los problemas de Pedro Sánchez en el Congreso».

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, acusó a Pedro Sánchez, de querer «engañar» a los pensionistas y de «utilizarlos como escudos humanos» y como «rehenes» con su «decreto trampa».

Al ser preguntado si teme que el PP sufra un desgaste por su veto parlamentario, señaló que la postura de su partido es «conocida» porque dice «sí a la subida de las pensiones, sí a Valencia y sí a la bonificación del transporte público y no a la subida de la luz y de los alimentos a través del IVA». «Todo lo que hemos dicho sí, si fuese el contenido del decreto ley estaría aprobado y todo lo que hemos dicho no es la causa de por qué el Gobierno ha vuelto a perder otra votación», resumió.

En el mismo sentido, el secretario general de Junts, Jordi Turull, anunció que presentarán en el Congreso una propuesta de revalorización de las pensiones y para que mantener las rebajas en el transporte público si el PSOE no lo hace «en las próximas horas». Turull acusó al PSOE de hacerles «chantaje emocional» al incluir este tipo de medidas sociales en un decreto junto con otras con las que Junts no estaba de acuerdo, y explicó que el lunes pidieron a los socialistas que convocaran un Consejo de Ministros para presentar por separado la revalorización de las pensiones y el tema del transporte público.

Del otro lado, el presidente del Gobierno reprochó a los grupos parlamentarios que votaron en contra provocar «dolor social» al impedir que suban las pensiones de jubilación, tumbar las ayudas al transporte público y bloquear las destinadas a los afectados por la dana, entre otras actuaciones.

Defendió que el Gobierno «hizo su trabajo» y cargó fundamentalmente en la oposición (soslayando el no de sus aliados) la responsabilidad de revertir las consecuencias. Sánchez se dirigió a todos los grupos que votaron en contra en el Congreso, aunque solo nombró explícitamente al PP. «Causa dolor social porque hoy los jubilados no saben si se va a revalorizar la pensión en los próximos meses y los jóvenes que usan el transporte público no saben si van a poder tener un abono gratuito», recriminó.