Paco Bardos y Paye Vargas llegar a Soria tras recorrer Marruecos sobre su camión. Esta peculiar aventura se enmarca dentro de Chatarra Raid, una prueba diferente, alocada y aventurera, apta para todo amante del motor y la diversión.
La pareja conoció esta prueba por redes sociales, «de forma casual», como ambos señalan. «La idea era probarnos a nosotros mismos en esta nueva aventura, en esta nueva idea de entender un viaje», señala Paye.
Una de las normas era que los coches y furgonetas participantes, en cualquier estado, tuviesen más de 15 años, y los todoterrenos más de 20 años. Estas características sí que las cumplía el camión de los sorianos, solo que desarrollar el circuito en este vehículo no es algo habitual. «La gente no ha ido con un camión 4x4. Se hace con vehículos normales», destaca Paco. «Al principio teníamos un poco de miedo, pensábamos que el camión iba a ser más torpe de lo que luego fue. Se ha portado por el desierto como un campeón».
El recorrido constaba de dos fases. La primera era solidaria, cuyo objetivo fue apoyar a las diferentes comunidades que hay en el país. «Los otros participantes llevaban ropa o material escolar. Nosotros, ya que teníamos capacidad en nuestro vehículo, nos decantamos por llevar bicicletas. Para ellos no son juguetes, sino un medio de transporte», asegura Vargas. Una vez finalizado, comenzaba la parte competitiva. En la Edición Destino Merzouga, la competición escogida por estos participantes, la mayoría de las etapas se iniciaban y terminaba en el mismo punto, en Erg Chebbi y sus alrededores. El Bivouac (el campamento) se situaba a las faldas de Merzouga.
El terreno ha sido uno de los grandes protagonistas de la competición, tanto por su dificultad como por su belleza. «Está el desierto que es más de graba, de piedra. Menos bucólico. Y luego estaban esas dunas en la zona de Merzouga. Es la mítica imagen que se tiene del París Dakar», compara la soriana. Uno de los inconvenientes eran los 240 participantes. «Muchos de ellos iban muy rápido y se la jugaban continuamente», asegura Bardos. «En la navegación si no la haces bien en el roadbook o en la brújula y vas demasiado a lo loco, te puedes encontrar con un precipicio que no estaba previsto. Había que ir muy atento al tema de la navegación, pasar por todos los puntos que nos indicaban y haciendo los menos kilómetros posibles. Correr no era necesario», concluye Paye.
Tras seis intensos días, los sorianos cruzaron la línea de meta en 14º posición dentro de la categoría Tronados, en la que participaron 153 vehículos. En la otra modalidad, los Domingueros, los corredores realizaban una prueba donde se participaba sin navegación, donde se seguía, simplemente, un GPS. «Hemos estado compitiendo en la difícil», asegura entre risas Paco. «Era la primera vez que hacíamos algo de navegación. Estamos encantados con el resultado».
Pero no solo el resultado ha sido lo mejor de esta andadura. «Los paisajes del desierto marroquí y la cultura de todos los puntos por los que hemos pasado han hecho que la experiencia sea algo fascinante», confirman. Sus compañeros, lejos de llevar una actitud competitiva, han sido también un pilar fundamental en la experiencia. «Es una parte importante del raid. Con nuestro camión hemos sacado a mucha gente que estaba atrapada en las dunas del desierto y en sitios complicados. Al final, haces piña con el resto», recuerda el soriano.
Ahora, y tras comprobar que, efectivamente, les gusta este tipo de retos, la pareja ya busca nuevos destinos. «Nos hemos apuntado ya a otro Raid. En abril nos vamos a correr el Clásico de Atlas. Es similar a Marruecos, pero con más categorías dependiendo de la cilindrada de los vehículos y de su antigüedad». Una prueba que seguro será legendaria y en la que llevarán el nombre de Soria por todos aquellos puntos a los que los lleve su camión.