El I Congreso Nacional Red Nutrición Aplicada a la Mujer Deportista tiene sus orígenes en el 2022. 40 de los mejores investigadores de nutrición deportiva y fisiología deportiva fueron convocados por el Consejo Superior de Deportes para poner en marcha esta red de investigación. La Caja Rural de Soria y la Universidad de Valladolid han apoyado para que esta iniciativa eche a andar. «La principal motivación fue la infrarrepresentación de las mujeres en los estudios científicos», señalaba Diego Fernández, organizador del congreso y presidente del Comité de Investigación del mismo, en la presentación de estas ponencias.
No solo ha estado enfocado en la mujer deportista, sino también a cualquier mujer que realice cualquier ejercicio físico y que intenta alcanzar su máximo rendimiento.
DESDE DENTRO. La investigación en torno a las necesidades nutricionales y fisiológicas de la mujer deportista es un nicho de investigación muy reducido y muy poco analizado. Desafortunadamente, los estudios realizados en los deportistas masculinos concentran toda la investigación. Las diferencias biológicas y fisiológicas de la mujer han impedido realizar estudios que luego sean publicables. «Es muy difícil acceder a una población homogénea. La mujer que practica deporte, en caso del alto rendimiento, es mucho menor que la de los hombres y los tamaños muestrales requeridos para los estudios impiden, a veces, adquirir un tamaño muestral suficiente como para lanzar un ensayo clínico», explica Fernández.
El también vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Salud en la Universidad de Valladolid ha sido el encargado de realizar la ponencia de una de las enfermedades más preocupantes entre las mujeres, el cáncer de mama. Tras años de investigación, ha conseguido vincular esta patología con el deporte y desarrollar un mecanismo para aquellas mujeres que han logrado superarlo. «La melatonina combinada con el ejercicio físico podría ser la terapia estrella para un paciente, para una superviviente de cáncer de mama», asegura.
Actualmente, vivimos en una época de falsos mitos como consecuencia de los «nuevos gurús» que predican por las redes sociales. «Estamos en la era de la medicina personalizada y de precisión. A partir de ahí, y conociendo mucho el caso, es cuando se actúa. Yo no me atrevería a decir a un paciente qué es lo mejor para él sin conocer nada. Hay cambios epigenéticos. Hay que desenterrar los falsos mitos e ir a las recomendaciones médicas de los colegios profesionales», concluye.