Implicar a la sociedad en lucha frente al cambio climático

David Alonso
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Medio Ambiente ultima el primer plan trienal, enmarcado dentro de la Estrategia 2024-2030, para reforzar la formación en los colegios, fortalecer al sector y combatir la pérdida de biodiversidad

Un escolar tira una botella de plástico en un contenedor ubicado en un colegio para su reciclaje. - Foto: Europa press

Concienciar a la sociedad sobre los retos del cambio climático, avisar  de los riesgos de la pérdida de biodiversidad, y destacar las oportunidades que genera la economía circular. Estos son los ejes programáticos que soportan el I Plan Trienal de Educación Ambiental de Castilla y León que se extenderá hasta el año 2026 y movilizará más de 5,3 millones de euros en base a dieciocho programas que responden a todos los objetivos estratégicos y a cuarenta y dos líneas de acción, de las cincuenta y cinco definidas en la III Estrategia de Educación Ambiental que aprobó a principios de año la Consejería de Medio Ambiente. La meta que persigue el departamento de Juan Carlos Suárez-Quiñones es involucrar a administraciones, empresas, centros educativos y universitarios y a la sociedad civil en los retos ambientales y extender el conocimiento y las actuaciones para ello.

«El plan aspira a impulsar la cultura de la sostenibilidad y de la inclusividad para mejorar la comprensión y la participación de toda la sociedad sobre los retos del cambio climático y la pérdida de biodiversidad y las oportunidades que genera la economía circular», reconocen desde Medio Ambiente, que avanza la intención de la Junta de Castilla y León de integrar curricularmente todos los programas y acciones de educación ambiental que vayan dirigidos al sector de la educación formal. También dentro del ámbito educativo, se promoverá la formación del profesorado en educación ambiental y el intercambio de ideas y experiencias entre los profesionales de los distintos tipos de centros. En este sentido se quiere crear una suerte de programa 'Erasmus de la educación ambiental' que facilite el intercambio de personas, ideas y recursos entre programas y entidades.

Igualmente llama a «incrementar la colaboración público-privada y con las organizaciones del tercer sector» para desarrollar proyectos comunes y «fomentar sinergias». También pone la vista en el sector primario de la Comunidad, al que insta a «promover su adaptación a las nuevas condiciones derivadas del cambio climático». Asimismo, se pretende apoyar a los municipios con población inferior a 20.000 habitantes «mediante la financiación de actuaciones innovadoras». Igualmente, para estas localidades se establecerán unas subvenciones bienales para promover la realización de proyectos y actuaciones de educación ambiental «que proporcionen un mayor beneficio para el conjunto de la población de Castilla y León».

La Junta mantendrá durante la vigencia del plan programas y reconocimientos que ya venía otorgando como el sello ambiental 'centro educativo sostenible', o el Festival LINA. Libros y Naturaleza, que «trata de promover la lectura sobre naturaleza y en la naturaleza en la infancia y la juventud». Por último, en la parte tecnológica, desde Medio Ambiente apuesta por crear una «alianza para la digitalización» del medio ambiente que impulse la generación y uso de big data, de datos abiertos e inteligencia artificial.

Ocho objetivos

Todo ello enmarcado dentro de los ocho objetivos a lograr durante la vigencia del programa. Así, desde la Consejería buscarán reforzar y actualizar la educación ambiental en centros educativos y formativos; fortalecer el sector de los profesionales de la educación ambiental; mejorar la disponibilidad y el acceso a la información ambiental; e innovar en recursos y productos destinados a la educación ambiental.

De igual forma, se trabajará para impulsar y visibilizar la educación ambiental en los espacios naturales y en las zonas rurales; extender la educación ambiental al conjunto de la sociedad; y, por último, impulsar el liderazgo y la colaboración ambiental. Todo ello contará con un calendario de seguimiento para conocer los logros alcanzados en el marco del Plan de Educación Ambiental, que se apoyará el Pacto de la Economía Circular de Castilla y León como «encuentro de las organizaciones que participan activamente en la transición hacia un modelo de economía circular».

A pesar de la vocación, y el vocabulario, eminentemente ambientalista de este plan, llama la atención que a lo largo de las 60 páginas que componen el documento no se hace ninguna referencia expresa a la Agenda 2030, eje capital de la lucha contra el cambio climático a nivel europeo, y muy denostada desde Vox.