El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha exigido este sábado al Gobierno "que se aclare" sobre el espionaje político a dirigentes independentistas y que desclasifique documentos.
"Si no sabían que había este espionaje, es grave. Pero si lo sabían, todavía es peor, porque estarían avalando un espionaje sobre personas por el hecho de que defendamos unas ideas políticas. A mí no se me espía por esta teoría de cómic de que dirigía no sé qué organización. Yo dirigía ERC. Es por esta razón que se me espía, por defender la independencia de Cataluña", ha asegurado en declaraciones a la prensa en Calonge (Girona).
Ayer, la exdirectora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Paz Esteban, que fue cesada a raíz del escándalo del espionaje, prestó declaración apenas horas después de que trascendiera el contenido de los autos del Tribunal Supremo que autorizaron el ataque al móvil de Aragonès con el 'software' espía Pegasus, entre julio de 2019 y marzo de 2022.
Según consta en las resoluciones del juez del Supremo Pablo Lucas, el CNI planteó espiar el móvil de Aragonès cuando era vicepresidente de la Generalitat, con el gobierno de Quim Torra, porque sospechaba que, en paralelo a su papel institucional y desde la "clandestinidad", ejercía funciones de coordinador de los Comités de Defensa de la República (CDR).
Al respecto, Aragonès ha señalado que un espionaje político de esta magnitud "tiene que tener algún tipo de validez política" y ha recordado que, durante el periodo en el que fue espiado, ERC estaba negociando con el Gobierno, por lo que se ha preguntado si el CNI "estaba espiando a su propio Gobierno".
En cualquier caso, Aragonès ha dejado claro que no negocian "por placer" sino "para defender los intereses de Cataluña" y que trabajarán para la amnistía y la autodeterminación con todo el mundo: "Lo haremos negociando con el peor de nuestros enemigos si hay la posibilidad de avanzar", ha aseverado.