Las exportaciones de Castilla y León arrancan el año con dinamismo pero sobrevuela el temor de que sea efímero. El motivo no es otro que la delicada situación en la que se encuentra el comercio mundial tras el caos desatado por la guerra arancelaria instigada por Donald Trump y el impacto que puede tener en la evolución económica de Castilla y León. Por el momento, las exportaciones autonómicas siguen anotando números verdes, pero muy alejados del espectacular crecimiento a doble dígito vivido durante casi dos años hasta el récord histórico de los 21.200 millones de 2024. El acumulado de enero y febrero registra un tímido repunte del 0,7 por ciento en el comercio exterior hasta los 3.292 millones de euros, pero las señales de desgaste de uno de los grandes puntales de la economía castellano y leonesa son cada vez más evidentes. Y la curva alcista parece estar cerca de doblegarse.
Dos son los indicadores que parpadean en rojo en el cuadro de mandos. En primer lugar, la automoción parece haber sucumbido ya a la espiral de incertidumbre mundial provocada por el presidente de Estados Unidos y en los dos primeros meses del año anotó un retroceso del 15%, el mayor descenso entre las principales secciones. En segundo, los cuatro principales países destinos de los bienes y servicios de Castilla y León –Francia, Portugal, Italia y Marruecos– han arrancado el año con una fuerte contracción de sus compras a las empresas de la Comunidad: 215 millones de euros menos en solo dos meses. Llama la atención que, por el contrario, sí han crecido las ventas a Estados Unidos, con casi un 7% más y 101 millones de euros.
Francia, Portugal, Italia y Marruecos, los cuatro principales destinos, reducen sus compras a Castilla y León en 200 millones respecto al 2024
Si bien es cierto que los números siguen saliendo y el avance exportador de Castilla y León no se detiene pese a ralentizar su dinamismo, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, cuando la automoción sufre, el balance final del comercio exterior de la Comunidad se resiente. Una situación de la que es consciente la Junta de Castilla y León, que ya ha puesto en marcha un primer paquete de ayudas para afrontar los aranceles. Además, la semana pasado cerró una postura de Comunidad casi unánime con partidos, sindicatos y empresarios para seguir avanzando en el diseño e implantación de medidas para salvaguardar a unas exportaciones que, en 2024, fueron las responsables del 30% del crecimiento del PIB autonómico.
No obstante, a diferencia del anterior 'shock' de la automoción entre 2018 y 2019, Castilla y León ha logrado avanzar en la diversificación de sus exportaciones y el motor ya no ocupa una posición casi hegemónica. Por poner en contexto, las ventas al extranjero de la automoción suponían a finales de la pasada década casi el 40% de las exportaciones, frente al 27% actual, según los datos facilitados por la Junta de Castilla y León.
El resto sigue creciendo
De hecho, que el comercio exterior de la Comunidad siga al alza responde al buen comportamiento del resto de sectores, que han iniciado el año con crecimientos superiores al diez por ciento. Las máquinas, aparatos y material eléctrico rebotaron casi un 20 por ciento hasta los 700 millones de euros, consolidándose como la segunda en importancia detrás del motor. También avanzó la sección Materias plásticas y sus manufacturas, con un alza del 12,5% y 418 millones de euros. Por países llama la atención la irrupción de Bélgica como uno de los principales destinos exportadores de Castilla y León, que dobló en los dos primeros meses del año sus compras a la Comunidad hasta situarse como el segundo mejor importador con algo más de 310 millones de euros.