«No hay en España ni habrá» [palmas], «ni en España ni en el mundo» unas canciones que atesoren el sentimiento de una ciudad en torno a sus fiestas y que, a la vez, marquen y describan su propia historia y sus costumbres. Soria tiene las suyas, las sanjuaneras, unas populares melodías que, desde el siglo XX han pasado de generación en generación. La Comisión de Cultura de las Cortes regionales aprobó el pasado 29 de noviembre por unanimidad una Proposición No de Ley (PNL) para instar a la Junta de Castilla y León a que inicie el proceso para que estas composiciones de Francisco García Muñoz (don Paco) y Jesús Hernández de la Iglesia (don Jesús) sean declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) inmaterial. La iniciativa, a propuesta de la formación Soria ¡YA!, ahora está en manos del Gobierno de la Comunidad Autónoma. La Consejería de Cultura de Castilla y León deberá ahora iniciar los trámites para propiciar esta distinción, ya a partir del próximo año 2025, con la petición de informes y otros documentos complementarios que certifiquen «que cumplimos con la convención de la Unesco y con la Ley 7/2024 de Patrimonio de Castilla y León», señala Vanessa García, la procuradora de Soria ¡YA! que defendió la PNL. No es fácil conseguir que una propuesta se apruebe por unanimidad, «y más una nuestra», puntualiza García, pero, tras la inclusión de una enmienda efectuada por el Partido Popular para facilitar el visto bueno de todos los grupos políticos, todo quedó en una «mañanita de ilusión/ fiesta de rancia solera/ llena de honda tradición/ que celebra Soria entera», como dicta El torito enmaromado, de 1949.
La aprobación de la Proposición No de Ley fue toda una sorpresa para Paquita García, hija de don Paco. «No tenía ni idea de que se estuviera trabajando sobre ese asunto», declara sincera. Aunque, obviamente, prosigue, este reconocimiento es la mayor prueba de que estas composiciones «han llegado al corazón del pueblo», a quienes realmente pertenecen, sostiene. Pero estas alegres canciones que cantan desde niños hasta abuelos, al margen de lo festivo, son también «obras maestras» en el plano musical, recalca el director de la Banda Municipal de Música, José Manuel Aceña.
A ritmo de vals, pasodobles o incluso jotas, don Paco y don Jesús crearon un «repertorio de alrededor de 40 canciones de un gran patrimonio» musical por el que no pasan las modas y que «ha permitido que distintas generaciones hayan conocido los Usos y Costumbres a través de temas que, año a año, iban estrenando», señala Aceña, que destaca la calidad de la música y de sus letras. «No conozco una ciudad que tenga tantas canciones que sepa todo el mundo», recalca. Cuadrillas, jurados, tajadas, toros, vino, cachirulo, Valonsadero, Agés, San Polo, dulzaina... son términos y escenarios festivos que aparecen en estas composiciones y con los que los más pequeños van poco a poco familiriazándose en sus primeros contactos con los sanjuanes.
«Y cualquiera te ofrece la bota/o sus viandas te invita a probar,/ y se bailan al son de la Banda/ nuestras canciones de San Juan», detalla el pasodoble En Valonsadero (1983). Para el director de la formación musical municipal es un detalle importante que don Paco y don Jesús concibieran estas composiciones para banda y coro popular, unas indicaciones que dicen mucho de cómo ambos autores entendían sus sanjuaneras desde el punto de vista musical y de disfrute del público. Quizá por ello, la Banda Municipal, de la que Francisco García Muñoz fue director durante más de 40 años y que estrenaba cada sanjuanera, sigue siendo el principal valedor de estas canciones. «Siempre hemos querido ser los guardianes de las sanjuaneras tal como las compusieron don Paco y don Jesús», explica Aceña. Frente a una cierta «zarzualización» de las primeras grabaciones discográficas, la Banda Municipal quiso preservar el legado de estas canciones en sendos discos compactos que vieron la luz entre los años 1994 y 1995 y que fueron grabados fielmente como fueron concebidas. «Se dio un impulso importante», observa el director de la Banda Municipal de Música, una formación que se siente «orgullosa» de ser la depositaria de esta tradición que ahora aspira a ser declarada BIC inmaterial. Sólo durante el desfile de los jurados de cuadrilla, de la plaza Mayor al Ayuntamiento de Soria, para asistir a la cena de gala el Miércoles el Pregón, la Banda interpreta «unas 20 veces seguidas» el tema Viva la jurada, y «otras 30 y tantas» la de las Bailas el Lunes de San Juan. Calcular cuántas sanjuaneras se interpretan durante las fiestas o lo largo del año es difícil de calcular, señala. «Sin darte cuenta estás adquiriendo un compromiso de transmitir las sanjuaneras generación tras generación», afirma José Manuel Aceña.
«una cosa muy seria». Quizá por ello uno de sus mantras más repetidos cada vez que entran nuevas incorporaciones a la Banda es que «las sanjuaneras son una cosa muy seria», sostiene con humor. «Desde el jueves hasta el lunes/ andas de merienda y broma,/ unos pagan la tajada/ y otros son los que la toman». No fueron ni don Paco ni don Jesús los primeros en crear la que se considera la primera sanjuanera de la historia sino otra talentosa pareja: Mariano Granados (letra) y Damián Balsa (música). ¡Viva Soria! trazó ya entonces el camino: una descripción de los Usos y Costumbres sanjuaneros con melodía pegadiza y letras salerosas con algo de retranca. Corría entonces el año 1899, pero habría que esperar 35 años para poder disfrutar de Viva el jurao, la primera de las canciones festivas compuesta por don Paco y don Jesús. Desde entonces y hasta 1989, el tándem musical deleitó a los sorianos con estas composiciones a las que se unieron, posteriormente, otros temas (incluso un chotis sanjuanero) de otros compositores.
En torno al mes de mayo, Hernández de la Iglesia se dejaba caer por la casa de García Muñoz con unas cuartillas en la que había escrito algunas coplillas con diferentes versos. «Mi padre estudiaba lo que la letra pedía», el ritmo, el tempo…y poco a poco «se iba cambiando la letra a la vez que se modificaba la música», explica Paquita García. Se reunían los domingos, se encerraban en una habitación con piano para trabajar. El estreno, bajo el Árbol de la Música, se convertía año a año en un acontecimiento. El nuevo tema se popularizaba, en muy pocos días, sorianos y sanjuaneros memorizaban el nuevo tema en una época, puntualiza el director de la Banda Municipal de Música, en la que no abundaban los sistemas de reproducción musicales.
Una vez inicie la Junta de Castilla y León la solicitud de informes, explica la procuradora de Soria ¡YA!, la Consejería de Cultura del ejecutivo regional tendrá un plazo máximo de 24 meses para elevar las canciones sanjuaneras a BIC inmaterial, un reconocimiento que, como señala la Asociación de Jurados de Cuadrilla, tendrá «una gran importancia y repercusión social para los sorianos», dado que son «intrínsecamente queridas y apreciadas por todos a nivel popular».
Soria ¡YA!, asegura la procuradora Vanessa García, estará «vigilante» para que la Junta de Castilla y León no «meta en un cajón» la iniciativa o prolongue el expediente durante décadas «como ha pasado con otras declaración BIC de la provincia de Soria».
El director de la Banda Municipal espera que esta iniciativa sirva para «proteger» e incentivar aún más la difusión de estas canciones que conforman «un gran patrimonio» cultural y festivo. «Si mi padre se sintió en vida feliz de que su obra hubiera llegado al corazón del pueblo, imagina qué satisfacción y alegría sentiría al verla considerada como bien inmaterial a petición de esos sorianos a los que él tanto quiso», destaca Paquita García. Porque «dos motivos tiene Soria/que la hicieron populares:/ la belleza de sus mozas/ y las fiestas de San Juan», que sus canciones se conviertan en Bien Inmaterial sería «un gran regalo para mi padre», concluye.