Un total de 800 jóvenes sorianos participaron en las jornadas sobre Educación Financiera organizadas por la Cátedra de Innovación y Conocimiento de Caja Rural de Soria, que prestó especial atención a la ciberseguridad. Entre las curiosidades por saber de los jóvenes se encuentran aspectos referidos a las criptomonedas y las comisiones de los bancos.

La directora de la Cátedra, Blanca García, el director general de Caja Rural de Soria, Domingo Barca, la delegada territorial de la Junta en Soria, Yolanda de Gregorio y el jefe de Programas Educativos, Carmelo Martín, asistieron hoy al último de los 25 talleres impartidos a estudiantes de tercero, cuarto de la ESO y Formación Profesional.

Los talleres abordaron aspectos diferentes de las finanzas, con el objetivo de que todos los participantes sean capaces de tener conocimientos sobre esta materia para que puedan desenvolverse con criterio a la hora de tomar decisiones sobre asuntos relacionados con la economía. De este modo, los talleres les sirvieron para saber cómo pedir un préstamo o una hipoteca, cómo gestionar el dinero o la forma para emprender.

Blanca García significó el comportamiento de los escolares y su interés en conocer el motivo por los que se pagan más intereses en unas entidades que en otras. Por su parte, Yolanda de Gregorio pidió responsabilidad en el uso de las tecnologías y ha incidido en la importancia de potenciar la ciberseguridad en las herramientas de la educación financiaría.

El director general de Caja Rural en Soria, Domingo Barca, destacó la gran cantidad de información que se maneja en estos cursos que se vienen desarrollando desde abril, e hizo hincapié en la ciberseguridad, lo que "no tiene que hacer perder la perspectiva de ser prudentes con su uso". "Ha sido una iniciativa muy válida. Os pido que sigáis siendo digitalizados pero con precaución", indicó.

 Barca precisó que, a pesar de que cerca del 80 por ciento casi no usa dinero en efectivo, en el medio rural soriano todavía se sigue utilizando por encima de los 45 y 50 años, aunque el pago con tarjeta de pequeñas cantidades ha crecido más de un cien por cien con respecto a la última década.