Mes y medio de trabajo, una buena dosis de imaginación, y cantidades 'industriales' de cartón, pinturas, pegamento, tela, aguja e hilo. También, de risas. Y algunos brindis. Sin faltar, por supuesto, la ilusión. Con estos ingredientes, y las manos de una veintena de amigos, se elabora el disfraz que este sábado sacará a las calles de Soria el grupo de amigos de AlfredoCiriano, quienes llevan desde 2014 presentando un disfraz grupal que no deja indiferente a nadie. Por la gran estructura que elaboran y montan sobre una bici-barra. Por la coreografía que acompaña cada año su propuesta de Carnaval. Por la originalidad de sus disfraces, todos coordinados. Y, sobre todo, por la alegría y diversión que desprenden. 

Como ellos, decenas de sorianos -y forasteros- se afanan estos días previos a Carnaval en preparar los disfraces que sacarán este sábado a la calle para participar en el esperado desfile. Todos suman a una fiesta que, cada año, incorporan nuevos adeptos. Una fiesta que llena de color la ciudad.  

En su caso, los trabajos comienzan cada año el 13 de enero. Es el cumpleaños de «una de las amigas del grupo» y la excusa perfecta para reunirse y hacer la lluvia de ideas que, después, da origen al disfraz del año. Proponen, votan... y la idea que gana es la que da inicio al trabajo. Empezaron a disfrazarse en 2014 de forma casi anecdótica, ya que «cada uno salió como le pareció» y se unieron configurando «una boda gay». Lo pasaron «muy bien» y, a partir de 2015, aprovechando la estructura que tenían de una bici-barra, decidieron darle un contenido especial. Han dado vida a un autobús inglés, a un barco pirata... y se han atrevido hasta con el Moulin Rouge. Este año... la sorpresa se desvelará el sábado, si bien Ciriano explica que, como siempre,  se han organizado en tres partes:«La bici, tuneada de forma curiosa y graciosa; los disfraces, que se han intentado hacer de forma sencilla pero con un toque vistoso, y la coreografía con baile». Los chicos se encargan de transformar la bici y hacer el gran montaje, y las chicas asumen la costura y coreografía. Su momento llegará el sábado. Saldrán a animar el vermú, cuando aprovecharán para ensayar la coreo, y el día se alargará hasta el desfile. El domingo, «como si fuera una falla», se destrozará todo y... a pensar ya en el de 2026.