Del Conservatorio de Soria al Concurso Toru Takemitsu de Japón

S.Almoguera
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El joven compositor Guillermo Cobo participará el próximo 28 de mayo en la gran final deeste certamen internacional con su obra 'Yabal-al-Tay', una pieza «violenta» sobre la naturaleza

Del Conservatorio de Soria al Concurso Toru Takemitsu de Japón - Foto: E.G.M

Al compositor jienense Guillermo Cobo le llevaba rondando en la cabeza desde 2017, pero no fue hasta tres años más tarde, en pleno confinamiento, cuando Yabal-al-Tay, inspirada en la formación geológica de Sierra Nevada (el título de la obra alude a esta cordillera en lengua andalusí), cobró vida en forma de notas fijadas a un pentagrama. Sin embargo, el círculo mágico de esta pieza musical se cerrará otros tres años después, el próximo 28 de mayo, con su estreno en el Tokio Opera Concert Hall, en Japón, dentro de la final del prestigioso concurso internacional de composición Toru Takemitsu. Al fin y al cabo, las matemáticas están muy ligadas a esta obra cuya 'première' ya prepara Cobo desde Soria. El joven músico es profesor de Lenguaje musical, Armonía y Análisis de la música contemporánea en el Conservatorio Profesional Oreste Camarca de la capital soriana, así que sus alumnos y el propio centro están emocionados ante la próxima celebración del concurso en el que Cobo es uno de los cuatro finalistas (se presentaron 107 obras) junto al británico Michael Taplin, el japonés Koji Yamabe y el chino Yuheng Chen.

Sin duda, asegura, cuando se inscribió en el certamen soñaba con, al menos, ser seleccionado para que su pieza musical pudiera ser estrenada por una gran orquesta como la Filarmónica de Tokio «y eso ya lo tengo. Desde ese punto de vista ya estoy satisfecho», comenta. Con ello y con su viaje a Japón para participar en la preparación de los ensayos de cara al estreno de su composición musical. «La obra la quería escribir sí o sí. Presentarme al concurso era un medio para que pudiera escucharse con una orquesta de calidad», añade. Aunque reconoce que la esperanza de ganar clama por abrirse paso entre la  maraña de emociones que siente ante la importante convocatoria. «Creo que mi obra tiene calidad, pero seguro que también las del resto» de los nominados, añade.

Duda al tratar de encontrar las palabras exactas para definir Yabal-al-Tay. «Tiene una gran masa orquestal que se va moviendo de forma muy violenta», explica, porque describe el proceso de formación de este sistema montañoso. La naturaleza, los ríos y los fenómenos naturales son las grandes inspiraciones de su obra, pero desde un punto de vista casi molecular, buscando casi cómo traducirlos a música. 

En este caso, la composición describe tres momentos: la acumulación de sedimentos en el fondo marino, el afloramiento de éstos a la superficie y, por último, la formación de Sierra Nevada. Por ello, en la propia creación de la partitura fue importante la investigación previa y, sobre todo, dar con el algoritmo apropiado. Y es que la música de Guillermo Cobo está muy ligada a las matemáticas. A través de este algoritmo genera «todo el proceso musical», un proceso que, en muchas ocasiones, no está exento de ensayo-error. Con ello halla la «forma material de la obra, la altura, un ritmo y la línea del pico, que es lo que va recreando la masa orquestal», explica.

A este respecto, Yabal-al-Tay es  «una partitura enorme» en la que cada instrumento de la orquesta «tiene su papel individual». De hecho, como destaca la organización del propio concurso, la fuerza de la partitura de Guillermo Cobo emerge «de la firme creencia del compositor en la música como energía cinética. La orquesta se trata como una colección de 57 solistas para crear una música lineal, casi monódica». Para el jurado, ésta es una obra «poderosa en la que el pensamiento musical del compositor está bien articulado». Será a su llegada a Japón unos días antes del estreno de la obra cuando Cobo ultime con el director de la Orquesta Filarmónica de Tokio, Kosuke Tsunoda, los detalles de esta obra. «En el ensayo podré intervenir y trabajar con el director, pero si tuviera que dirigir me daría algo», comenta con sentido del humor. 

Desde 2021. Mientras tanto trabaja en los preparativos desde la capital soriana, a la que llegó en el año 2021 para una sustitución de dos semanas en el Conservatorio Profesional Oreste Camarca y «hasta ahora», señala satisfecho.

Soria ha sido un gran descubrimiento musical para el joven compositor jienense. Desde las excelentes instalaciones del Conservatorio a su profesorado y, recalca, «una ciudad pequeña» que rezuma ambiente musical con el reciente Festival de Música Antigua y otras iniciativas culturales que la tienen como protagonista.