Rural Drone, Soria a vista de pájaro

A.P.L.
-

Alberto Gordillo vuela estos aparatos desde 2017 pero fue en 2022 cuando decidió profesionalizarse en este campo «con futuro»

Rural Drone, Soria a vista de pájaro - Foto: E.G.M

GALERÍA

@Ruraldrone

Alberto Gordillo es un joven soriano de 27 años que ha decidido emprender en el mundo de los drones y la imagen con la puesta en marcha en 2022 de la empresa Rural Drone  (@ruraldrone). Sus vídeos e imágenes, mostrando la ciudad, el medio rural y espacios naturales de la provincia «desde el aire» han tenido gran repercusión y seguimiento en redes sociales, como TikTok, Instagram y YouTube. Igualmente, ofrece servicios a instituciones y empresas de diversos sectores, con el fin de que las tomas desde estos aparatos voladores puedan servirles para promocionar enclaves o para facilitar el trabajo y mostrar «el antes y el después» de un edificio rehabilitado, como es el caso de las empresas constructoras. Rural Drone asesora a otros pilotos para formarse, al tiempo que imparte clases para ello. Otra de sus tareas es la fotogrametría en 3D, que consiste, por ejemplo, en filmar instalaciones de empresas para que las puedan exhibir en maquetas, aunque también pueden ser edificios construidos o monumentos. Así, el ha hecho ya de la ermita de San Saturio, «para que cualquiera pueda tener una reproducción de la ermita en casa a pequeña escala», o de la fachada de la iglesia de Santo Domingo.

El Día de Soria se acerca al entorno de la ermita de San Saturio para ver trabajar a Alberto Gordillo. El especialista despliega todo el equipo, con dos drones de las gamas más altas de la marca DJI, la mejor del mundo en drones; el gimbal para tomas más cercanas; los conos para señalizar; el círculo de despegue y aterrizaje... Además, porta la acreditación y explica que tiene permiso y se ha avisado a la Policía Nacional. Comienza a volar uno, que es lo permitido, aunque como es operador podría llevar varios pilotos a su cargo. A veces contrata a algún piloto, si necesita refuerzos cuando hay más carga de trabajo, aunque de momento está él solo trabajando en Rural Drone como autónomo.

Alberto Gordillo tiene unos cuantos, comenta mientras lo alza del suelo, pero el problema es su alto coste, ya que uno de pequeño tamaño con cámara térmica cuesta ya 7.000 euros. El precio puede oscilar de los 1.000 euros a lo que uno se quiera gastar. Por ejemplo, hay un dron de 27.000 euros que fumiga el campo automáticamente. Por normativa, los drones están limitados hasta 120 metros en casco urbano y en entorno extraurbano. Lo que graba el móvil se va viendo en la pantalla, unas vistas impresionantes de San Saturio desde el aire.

Todos los drones tienen que llevar su matrícula, con número de operador y datos de contacto del piloto, explica mientras lo dirige hacia la cúpula de la iglesia enseñándolos las impresionantes imágenes que está captando y que después nos enviará para mostrar en el propio reportaje.

Herramienta de futuro. Alberto Gordillo lleva pilotando drones desde 2017, aunque hasta 2022 decidió profesionalizarse. Cuando era niño, aunque no tuvo drones, sí que le atraía pilotar aviones teledirigidos. Ahora, hace de su afición un trabajo con aparatos que presentan mucho potencial porque se han convertido en una herramienta de gran utilidad en muchos campos, como la seguridad ciudadana, el medio ambiente, el sector empresarial, el ámbito turístico... Su labor es de piloto, fotógrafo, editor, gestor de permisos, estudiar la legislación..., un poco de todo.

En un repaso a las redes sociales de la empresa, pueden contemplarse imágenes espectaculares de parajes naturales y patrimoniales de la provincia, como la Laguna Negra y el castillo de Gormaz, o pueblos como Calatañazor y Sotillo del Rincón. Ha trabajado ya para algún ayuntamiento de la provincia y el resultado de sus grabaciones se podrá ver en breve. En la ciudad de Soria, la empresa ha realizado vídeos del campus universitario, el Espolón... En fotografía y videografía, este joven ha apostado por exhibir Soria «desde el cielo» porque lo que intenta es «mostrar algo que todo el mundo conoce pero desde otra perspectiva, para que quien lo visualiza tenga otra sensación de ese lugar». Con el tiempo, espera poder realizar más trabajos, como por ejemplo en San Juan, aunque el día de la Saca no se puede porque es 'zona de exclusión aérea' y la seguridad es primordial en esa jornada.

En estos días también subirá a redes un reel del Palacio de los Condes de Gómara y de los fuegos artificiales de las fiestas de San Saturio. «La idea es sectorizar la actividad, pero también quiero conocer también lo que quiere la audiencia en redes sociales para ofrecer las mejores imágenes», comenta Gordillo, quien recuerda que el vídeo en el que la Policía le pide los permisos tuvo 100.000 visitas en dos días.

 Además, este piloto profesional de drones y técnico superior en gestión forestal y medioambiental (de ahí el nombre Rural Drone, porque está «muy ligado» a la naturaleza y al medio rural») tiene en mente proyectos en relación con el medio ambiente y la lucha contra incendios. Sería con drones de cámara térmica y para incendios nocturnos. En la actualidad, ya controla con drones la recolección micológica dentro del parque Montes de Soria, otra aplicación interesantes de estos aparatos. Rural Drone alquila también una unidad con cámara térmica para cuestiones de seguridad en acontecimientos puntuales o emergencias. También trabaja ahora en reportajes gráficos para bodas y otras celebraciones, tomando imágenes aéreas. «El próximo salto que queremos dar es manejar los FPV, los que van con gafas y más enfocados a spot publicitarios, mientras que los que utilizamos ahora son más de estilo cine, más para estilo corporativo», explica incidiendo en que eso marcará la diferencia de su trabajo con otros operadores.

El piloto insiste en la profesionalidad a la hora de volar con drones, como en su propia empresa, «con todas las garantías de seguridad y de calidad». Otro factor importante es la formación, así que él ha estudiado en academias y ha realizado numerosos cursos sobre el uso de drones y todo lo que rodea a esta práctica. «He estado meses encerrado y estudiando mucho, porque esto es muy complejo y no consiste solo en pilotar, sino también en aprender sobre la edición de vídeos, permisos, legislación...», comenta el responsable de «la única empresa en Soria habilitada para volar dentro de la ciudad».

Los permisos para grabar en el núcleo urbano «son para una hora y un día concreto» y se tienen que solicitar diez días de antelación, como marca la normativa del Ministerio de Interior, para poder «vigilar» la operación y la seguridad en tierra. Además, hay que estar coordinados con el Aeródromo de Garray porque se entra en su zona de influencia. De momento, la empresa centra su actividad en Soria para darse a conocer, detectando un mayor interés a nivel institucional y del sector de la construcción. A través de redes sociales sí que ha despertado el interés fuera de las fronteras provinciales e incluso en otros países porque hay personas interesadas en los modelos 3D que realiza con tecnología LiDAR.

Tras el vuelo por San Saturio, que llama la atención también de numerosos viandantes, comenta que su objetivo en redes sociales es «mostrar vídeos que generen un impacto rápidamente para conseguir visualizaciones y conseguir alcance para llegar al mayor número de personas», así que apuesta por formatos de Instagram, Tik Tok o YouTube. Una tecnología con muchas aplicaciones y que ha llegado para quedarse y, lo más importante, crear empleo.