Nueve meses después, por fin ha llegado la autorización para el cultivo de plantas de cannabis sativa L. con fines médicos solicitada por Ondara.

Pero el proceso ha sido mucho más largo, casi tres años desde que dejara atrás la producción de rosa fresca y apostase por este otro producto.

Son buenas noticias pero todavía faltan otros permisos para que el invernadero de Garray retome su actividad.

El siguiente paso es conseguir la licencia de importación de genéticas, nuevas variedades de plantas que se emplearán en el cultivo. La empresa ya lo ha solicitado y espera recibirlo en cuestión de un mes.

Después deberán tramitar otro permiso con el Ministro de Agricultura para la importación de ese material vegetal.

Y a continuación, el proveedor de Canadá tendrá que pedir la licencia correspondiente para la exportación a España. Algo que podría demorarse unas tres semanas.

Sería entonces cuando ya podría hacer el envío de las nuevas plantas y que Ondara paralizase el ERTE en el que se encuentran 53 de los 60 empleados que componen la plantilla.

En el mejor de los escenarios se produciría a finales de este año.