El incremento del precio del alquiler en la provincia de Soria de «hasta un 20% en el último año» lleva a muchas personas a interesarse por arrendar una vivienda compartida y así poder afrontar el resto de gastos (los servicios que no estén incluidos en la renta y la alimentación). Las habitaciones, que se perfilan como una opción asequible para estudiantes universitarios y como una manera de sortear la nueva Ley de Vivienda para los propietarios, son ahora también una alternativa para «gente que tiene una edad y padres de familia», sobre todo, para «trabajadores que llegan por primera vez a Soria» y ven un parque de vivienda «inexistente: no tenemos casi viviendas para alquilar ni vender y las que hay tienen un precio elevado», según las inmobiliarias sorianas consultadas por este periódico. El alquiler por habitaciones no es una opción que recomienden a propietarios desde la Cámara de la Propiedad Urbana de Soria porque «es problemático» en el sentido de que no todos los inquilinos cumplen siempre con la renta o las condiciones.
La situación descrita por las inmobiliarias puede verse de un vistazo en los anuncios de sus escaparates, así como repasando las ofertas de los portales inmobiliarios con mayor número de visitas (Idealista y Fotocasa). El alquiler de habitaciones oscila entre los 120 euros en pueblos de la provincia y los 430 en la capital. Cuando se habla de arrendar completamente una casa en la provincia, la horquilla iría entre los 300 de una casa rústica hasta los 1.900 de una vivienda de alquiler por temporadas. En el caso de la capital, desde los 550 a los 1.250 euros. Eso sin tener en cuenta los gastos por servicios ni el estado de conservación, además de si es una vivienda amueblada.
Desde Pisos y Casas e Inmobiliaria M2 coinciden en apreciar que existe «una demanda que va en aumento, pero hay muy poca oferta y los precios son elevados». Rubén Romera, de Inmobiliaria M2, recalca que en el último año el valor de un piso en alquiler se ha incrementado «mucho, estaremos hablando del un 20%». Sobre todo porque los propietarios llegan a la oficina con precios de oídas «de un conocido o familiar y quieren intentar alquilarlo a ese precio». Sin embargo, insta a la prudencia, porque «ganar menos a largo plazo es mejor que si un inquilino te alquila para salir del paso, pero como todos los gastos suman, en cuanto encuentra algo más barato se marcha». Entiende que muchos trabajadores «no pueden asumir el alquiler de un piso de dos habitaciones por 700 euros, gastos aparte» y que ya hay personas de cierta edad y familias que preguntan por habitaciones. «Estaríamos encantados de que bajen los precios porque es importante que cuando venga un trabajador para quedarse en Soria no se encuentre situaciones dantescas» en cuanto a precio y situación de la vivienda.
Al asentamiento de población también se refieren desde Pisos y Casas. «El problema es que están viniendo muchos trabajadores, sobre todo a la zona de Ólvega, y nos encontramos con que no hay viviendas ni para alquilar ni para vender. Además, también la gente ve que los precios son elevados y si queremos atraer trabajadores que después se asienten con sus familias hay que solucionarlo», indican. Las mismas fuentes se refieren a los años de crisis, que han derivado en «menos construcción de vivienda», además de a las condiciones hipotecarias y a otra situación que, consideran, no se asemeja a la realidad completamente: los pisos vacíos. «Los hay, pero también porque son inhabitables». Ven en la construcción de vivienda una posible solución, además de moderar su valor. En cuanto a los precios hablan de que pisos que antes costaban 500 euros al mes ahora han pasado a los 600-650 euros mensuales.
compartir. La vivienda compartida es una de las alternativas que muchas personas sopesan al ver los precios de alquiler en la provincia e Soria. Y algunos propietarios optan por ello para sacar mayor rentabilidad. Además, «la ley lo permite». Sin embargo, no es algo que se aconseje desde la Cámara de la Propiedad Urbana por su «resultado incierto» y por los «numerosos problemas» que puede ocasionar, empezando por el impago de la renta pactada. En este sentido, si se quiere alquilar por estancias, una alternativa de contrato podría ser «el alquiler por obligación solidaria». Esto significa que cada inquilino responde ante el arrendador de todos los gastos del alquiler y demás servicios. Es una manera de garantizar que todos los arrendatarios «cumplen» con ese contrato.