Las tragaperras, principal causa de adicción al juego en Soria

S.Ledesma
-

«Varón, de unos 35 años, con estudios y trabajo», perfil del ludópata soriano; los salones de juego atraen más a jóvenes

Las tragaperras, principal causa de adicción al juego en Soria - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Una fruta, otra diferente y una tercera que no se parece en nada a las otras dos, a veces un número o una piedra preciosa, se van parando ante unos ojos expectantes. Como la combinación aleatoria no es la adecuada, unos dedos, mecánicamente, vuelven a introducir una moneda para volver a probar suerte. Así hasta que ya no hay más dinero en el bolsillo -se haya ganado previamente o no-. Las máquinas tragaperras, cuya expansión se vivió en los años 80 y hoy en día mantienen su presencia en numerosos establecimientos de hostelería, continúan siendo la principal causa de adicción al juego en la provincia de Soria. Ello a pesar de la irrupción y auge de las apuestas y juegos online, que en el conjunto del país ha incrementado los trastornos adictivos entre los más jóvenes. 

«Aunque parezca mentira, en la asociación entran más personas adictas por tragaperras que por juego online», según los datos que maneja el presidente de la Federación Castellano Leonesa de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fecyljar), Ángel Aranzana. Indica que, pese a la tendencia nacional, «solamente un tercio de las personas que atendemos lo hacen por adicción online; el resto, por juego presencial», entendiendo por éste todos los salones de juegos (bingos, casinos y salas de juegos, incluidas las de apuestas deportivas) y máquinas tragaperras. El perfil del ludópata soriano es el de un «varón, de unos 35 años, con estudios y con trabajo», según los datos ofrecidos por el presidente de Fecyljar y reflejados en la Memoria del Servicio de Juego 2022 de la Junta de Castilla y León. De ella también se desprende que hay «aproximadamente 450 máquinas tragaperras en los establecimientos de hostelería sorianos». Además, según los datos facilitados por la Delegación Territorial, en la provincia hay en la actualidad una casa de apuestas, cuatro zonas de apuestas y dos 'corners'. Desde el año 2018 no se han autorizado nuevas aperturas. 

En cuanto a los jóvenes, «los salones de juego» son los espacios en los que más se mueven y mayores adicciones se generan. A su perfil se añade que se trata de «estudiantes o parados sin apenas recursos o que tiran con las propinas de sus padres o con lo que van cogiendo a través de pequeños hurtos o préstamos rápidos en los que apenas se piden condiciones». 

No obstante, «se calcula que un tercio de las personas afectadas por ludopatía son mujeres», pero como bien indica Ángel Aranzana, «una cosa es que se calcule y otra que vengan a pedir ayuda». Porque, afortunadamente, de esta adicción «se sale». Lo dice alguien que lleva «13 años sin jugar» y, como presidente y voluntario de Fecyljar, conoce bien el terreno en el que se mueve. Pedir ayuda es, posiblemente, lo más difícil. 

«Hay casos de personas que lo hacen por su cuenta, pero son los menos» porque es complicado que un ludópata, como cualquier otra persona adicta, reconozca que realmente tiene un problema. Así, «generalmente es el entorno el que se da cuenta de que el afectado está sufriendo una adicción o, simplemente, que le pasa algo», hasta que descubren el trastorno real. 

¿Cómo detectar que una persona sufre una adicción al juego? «Falta de recursos económicos, mentiras, ausencia del trabajo o de los estudios, aislamiento, cambios de comportamiento pasando a ser alguien más huraño y gruñón...», especifica Ángel Aranzana. 

no normalizarlo. Pero, ante todo, «lo primero [como sociedad] es entender que los juegos de azar no son necesarios en nuestra vida. No son un divertimento. Tenemos que hacer cosas más saludables que estar en un local de juego». Para rematar la efectividad del mensaje, Aranzana hace una llamamiento a las «campañas de prevención en las que parece que la Junta de Castilla y León está avanzando», muy necesarias sobre todo entre los jóvenes. Por eso, aboga por desarrollarlas en los centros educativos, cuando los chavales están perfilando todavía su personalidad y pueden quedar atrapados «en un hábito que no es normal, no es algo que, como suele plantear la sociedad, es habitual ni sin consecuencias, pues conlleva unos problemas». 

La federación todavía no cuenta con una asociación de ayuda en la provincia de Soria por falta de medios para «mantenimiento y funcionamiento», no por ganas ni porque no haya afectados. Está entre sus planes, pero las exiguas «ayudas institucionales» muchas veces no hacen posible abarcar todo lo que les gustaría. En cualquier caso, la organización ayuda a todas las personas que lo necesiten. Los interesados pueden contactar con  Fecyljar de forma telefónica en el número 635 957 473 o de forma telemática a través del correo electrónico ayuda@fecyljar.com.