El Rey de Marruecos vuelve a poner a España en una situación muy grave, siempre a cuenta de lo mismo: el Sahara.
Hassan II, cuando Franco agonizaba, se puso al frente de la Marcha Verde hacia el territorio entonces español para reivindicar que era marroquí, y aquella marcha multitudinaria solo la detuvo el Príncipe Juan Carlos cuando se plantó en El Aaiun para reivindicar su españolidad. Ahora es el hijo de Hassan, Mohamed VI, el que alienta que miles de marroquíes hayan entrado ilegalmente en Ceuta a nado, provocando la crisis migratoria más importante que ha sufrido España.
No hace falta recordar que Marruecos reivindica las plazas de Ceuta y Melilla en cuanto considera que España da la espalda a Marruecos , y hasta ahora han sido siempre los reyes españoles los que han serenado los ánimos ante los reyes marroquíes. Los gobiernos españoles por su parte se han movido con la máxima cautela porque de no hacerlo tenían todas las de perder.
Pedro Sánchez, que no se caracteriza por sus conocimientos de política internacional, ha pisado cuanto charco había y tampoco ha elegido para ministra de Exteriores a la más experta, ha provocado un incidente diplomático de muy graves consecuencias… como se adivinaba desde que se supo que España había dado acogido en un hospital de Logroño, de forma secreta, al máximo líder del Frente Polisario, el movimiento que lucha por la independencia del Sahara. A nadie en Moncloa ni Exteriores se le ocurrió que los secretos no existen, que la acogida de Brahim Ghali tendría que haberse consensuarse con Marruecos apelando a razones humanitarias, y convenciendo a los marroquíes de que en ningún caso significaba un apoyo a las reivindicaciones territoriales de Ghali. De no fructificar esas negociaciones con Marruecos, lo inteligente era abordar el asunto con las autoridades argelinas para que se hicieran cargo de la atención médica de Ghali. Cualquier cosa excepto abrir un nuevo frente con Mohamed VI que, ahora también está permitiendo que centenares de marroquíes puedan cruzar la frontera con Melilla.
Para mayor preocupación, Sánchez no cuenta con los soportes internacionales que pueden presionar al rey marroquí, como en ocasiones anteriores ha hecho España a través de Estados Unidos o Francia.
La situación es muy seria. Las declaraciones del presidente ceutí en diversos medios, dramáticas. Miles de marroquíes vagan por las calles y no se sabe cómo pueden reaccionar cuando se vean faltos de techo y alimentos. El gobierno ha anunciado centenares de devoluciones … pero a las pocas horas estaban de regreso en Ceuta porque los marroquíes no les han bloqueado el paso fronterizo con España. Lo que indica que la masiva entrada ilegal de marroquíes estaba alentada por Marruecos.
Estar a malas con los vecinos nunca es buena política. Menos todavía cuando es fundamental la cooperación en materias tan sensibles como la lucha contra el terrorismo … o la protección contra la entrada masiva de inmigrantes.