Jesús Fonseca

EL BLOC DEL GACETILLERO

Jesús Fonseca

Periodista


De glorias y lamentos en la España nuestra

12/01/2025

El poeta advierte que, la libertad, se ahoga en esta ramplona cotidianidad, repleta de predicadores progresistas, impostores y farsantes,   que engañan al pueblo con un mundo tan irreal como perecedero, ya que mañana puede ser otro, en función de las trampas para acumular poder y dinero –el poder es dinero, y el dinero es poder–, mientras se siguen acallando las penurias de aquellos que «a su trabajo acuden, con su dinero pagan el traje que les cubre, la mansión que habitan y el pan que les alimenta y nada deben», les debemos su honradez y su empeño, al decir de don Antonio Machado. José González Torices publica nuevo poemario titulado 'De glorias y lamentos en la España nuestra', que representa una crítica sin concesiones a una sociedad que no sabe de dónde viene ni adonde va. «Sabríamos quienes somos si supiéramos de dónde venimos, pero es imposible…» Asegura Eric González, al que cita en el prólogo José Cubero Garrote. Pues sí: nuestro pasado es una reinvención constante que nos incapacita para encarar nuestra propia historia. En realidad lo que somos es «un pueblo sometido al revanchismo tardío, a la opacidad, a la ignorancia. Un pueblo que pasa página antes de leer su historia y luego se inventa el texto». No oculta González Torices su predilección por una cita de George Orwell: «Si la libertad significa algo, / será, sobre todo, / el derecho a decirle a la gente / aquello que no quiere oír». Y eso es justamente lo que hace nuestro poeta, decir lo que la gente no quiere oír: «Gloria, Gloria democracia, / que en nombre del voto mío / gobiernas mi pan, mi río, / a golpe de tu autocracia». Pero el poeta habla, sobre todo, en estas páginas en las que se muestra harto de camelancias y mamandurrias, de como se repiten los mismos embustes, las mismas patrañas, en una España en la que impera la ocurrencia y se alzan los necios, dentro de su propia majadería, con la risa del asno, mientras se reparte el pasto entre el rebaño. González Torices no soporta que se convierta la mentira en verdad, y se revela frente a una sociedad mansurrona y lanar: «Basta ya de necedades, / de mentiras y sandeces; / eres todo lo que creces, / caverna de atrocidades». El escritor zamorano, una de las voces más personales de la poesía española, sabe que la ignorancia es el peor enemigo de un pueblo que quiere ser libre. Por eso reivindica a los maestros y maestras, que son nuestra patria: «cuando no cante el mundo, / cuando lloren los pájaros, / cuando el sol no ilumine / los caminos andados, / llamar a los maestros / que son panes sagrados, / el alma de las letras, / la música del campo. / Son ellos y son ellas / los corazones blancos / donde el amor reside / y nos llena de abrazos. / Llamadles por su nombre / con todos los aplausos.»